Tiger se queda a medias

Go Tiger, go!, le gritan a Woods desde cada rinc¨®n de Augusta. Go, Tiger, go! Pero El Tigre ni se inmuta. Si acaso un leve gesto de agradecimiento pinz¨¢ndose la gorra cuando llega al green y rompen los aplausos. Es el Tiger de siempre, la mirada en un punto indeterminado cuando camina, los labios susurrando no se sabe qu¨¦ para s¨ª mismo, como si fueran las palabras de un hipnotizador. Es otra vez su manera de comportarse en el campo, su ritual para comenzar la reconquista de Augusta.?

La concentraci¨®n por encima de todo. Tiger ha consagrado su vida al golf. No era solo su padre, Earl, el que estaba obsesionado con hacer del peque?o una maquinita. Era tambi¨¦n Woods el que quer¨ªa jugar hasta que no pod¨ªa m¨¢s, hasta que se quedaba dormido en el coche de vuelta a casa. Sus padres ten¨ªan que sacarle a empujones del campo para llevarlo al colegio. Todo contribuy¨® a fabricar el aut¨®mata que hoy es el n¨²mero uno del mundo.

Tiger sali¨® con miles de ojos puestos en ¨¦l (entre ellos los de su pareja, la esquiadora Lindsey Vonn) y con un inicio m¨¢s normal de lo esperado para un fen¨®meno como ¨¦l. Hasta el hoyo siete no consigui¨® su primer birdie. Luego repiti¨® en el ocho y a un dedo se qued¨® en el nueve. Woods ya estaba lanzado. Su nombre aparec¨ªa por fin en los marcadores del campo entre los primeros de la tabla. Hab¨ªa acabado la primera vuelta con dos bajo par, y en la segunda le esperan otros dos pares cinco para ara?ar m¨¢s el marcador. Pero entonces El Tigre se fren¨®, no complet¨® en el final del recorrido la buena racha que hab¨ªa comenzado. La segunda vuelta la hizo en el par del campo, 36 golpes para un total final de 70. No es una mala tarjeta, ni mucho menos, pero tampoco brillante. Su juego no fue tan impecable como en las tres victorias anteriores de esta temporada.

Woods, sin embargo, mantiene su lucha en todo lo alto. Transmite concentraci¨®n y confianza en s¨ª mismo. Y las estad¨ªsticas le hacen adem¨¢s un gui?o: en sus tres primeras victorias en Augusta tambi¨¦n firm¨® 70 golpes el primer d¨ªa.

Guan, uno sobre el par

Otro de los grandes atractivos de la jornada era ver qu¨¦ era capaz de hacer el chino Tianlang Guan en su debut en un grande. El ni?o chino, de 14 a?os, se convirti¨® en el golfista m¨¢s joven en participar en Augusta, y resisti¨® de manera digna la fiereza del campo.

Guan firm¨® una tarjeta de uno sobre el par, 73 golpes, con cuatro birdies y cinco bogeys, el primero en el primer hoyo del campo, la carta de presentaci¨®n de Augusta para el peque?o fen¨®meno. Aun as¨ª, est¨¢ hoy en la lucha por pasar el corte.