La final en la bit¨¢cora
Si el Madrid y el Bar?a quieren verse en Wembley, deben empezar por desmentir a Lineker
Tal vez exager¨® un poco Gary Lineker hace a?os cuando formul¨® su famosa frase: ¡°El f¨²tbol es ese deporte en el que juegan 11 contra 11 y al final ganan los alemanes¡±. Pero no demasiado. Sucede que a?o tras a?o los alemanes est¨¢n ah¨ª, casi siempre colgados de las semifinales de cualquier torneo, estirando poco a poco las estad¨ªsticas hasta romperlas. Porque es a esa presencia constante en la fase decisiva, m¨¢s que a su efectividad en las finales, a la que deben su gloria y su fama: puestos a contar los resultados en las finales se sorprender¨ªa Gary de cuanto falla su axioma.
Alemania perdi¨® cuatro finales de Mundial y tres de Eurocopa pero ning¨²n equipo se meti¨® tantas veces entre los primeros cuatro: 20 entre ambos torneos. En Copas de Europa solo los equipos italianos superan los 9 subcampeonatos de los alemanes, que ganaron la final 6 veces (cuatro el Bayern Munich, una el Borussia Dortmund y una el Hamburgo) y dejan a la Bundesliga como colista en t¨ªtulos entre las grandes Ligas europeas, por detr¨¢s de Espa?a, Italia e Inglaterra.
Este a?o el Bayern M¨²nich y el Borussia Dortmund llegan a las semifinales siguiendo al pie de la letra el axioma de Lineker: el primero como prematuro campe¨®n de la Bundesliga, con 20 puntos de ventaja a seis fechas del final, emulando al Inter del 2007. Su ¨²nica derrota fue en octubre del a?o pasado, contra el Leverkusen. Las otras dos ca¨ªdas fueron en Champions, contra el Bate y el Arsenal. En ninguna de sus tres derrotas el Bayern tuvo menos posesi¨®n que su rival y en las tres los cuadruplic¨® en remates al arco. Si el Bate gan¨® en Bielorrusia gracias a un d¨ªa iluminado de Gurbonov, el Bayer Leverkusen se las debi¨® arreglar con siete centros contra los 46 del Bayern para batirlo.El equipo de Ars¨¨ne Wenger, por su parte, debi¨® extremar la efectividad y luego rezar: convirtieron dos veces con solo cinco remates (un solo tiro al arco entre el minuto tres y el 79) contra 25 remates fallidos del Bayern. Sin embargo, las tres derrotas tienen un elemento com¨²n: las ausencias.
Si contra el Bayer Leverkusen falt¨® Rib¨¦ry y contra el Bate no fue titular Schweinsteiger, contra el Arsenal no jugaron ninguno de los dos. Sus ausencias repercuten directamente en la fase creativa en las zonas de gestaci¨®n y definici¨®n. Dos jugadores clave en el funcionamiento de un equipo que parece tenerlo todo: defensa central s¨®lida, laterales con proyecci¨®n ofensiva, equilibrio defensivo en el centro, claridad en la salida de la pelota, velocidad en las bandas, creatividad en tres cuartos y una tremenda capacidad para concluir, sea por tierra o por aire.
Ning¨²n equipo en Europa remata m¨¢s que el Bayern y solo el Barcelona lo supera en porcentajes de posesi¨®n. Tres jugadores de esa m¨¢quina que arras¨® a la Juve no estar¨¢n contra el Barcelona: Badstuber, Kroos y Mandzukic. Salvo para Schweinsteiger y Rib¨¦ry, Heynckes tiene reemplazo para casi todo. Van Buyten o Dante son centrales de garant¨ªas y sobran futbolistas para reemplazar a Kroos pero ni siquiera Pizarro, con su racha goleadora, o Mario G¨®mez pueden dar las mismas garant¨ªas que el croata, la revelaci¨®n de esta temporada. Mandzukic es una pieza indispensable no solo por sus goles sino tambi¨¦n por su energ¨ªa para presionar, su voluntad de trabajo en los regresos y, sobre todo, su capacidad para jugar de espaldas al arco a la hora de actuar de apoyo y clarificar el juego de ataque. Tarea fundamental en un equipo que arrasa desde la segunda l¨ªnea con jugadores como M¨¹ller, Rib¨¦ry, Robben, Kroos o Schweinsteiger. Resta ver c¨®mo maneja el Bayern un partido en el que presumiblemente no dispondr¨¢ de la pelota m¨¢s tiempo que su rival y, a la vez, no contara con Mandzukic como pivote en la medialuna.
Descabalgados por el Bayern en Liga, los hombres de Klopp llegan invictos en Europa a la semifinal. El Dortmund pretende repetir la gesta del 97 con Lewandowski en lugar de Riedle y G?tze en el de M?ller. La ventaja del Madrid consiste en haberlo enfrentado dos veces, conocerlo de primera mano. La desventaja del Dortmund, a pesar de haber ganado, es que no es lo mismo jugar contra el Real en el grupo que por eliminaci¨®n directa. Aqu¨ª empieza a pesar la historia. El juego de Klopp se parece al de Mourinho en su verticalidad, en el empe?o por mantener alta la ultima l¨ªnea cuando ataca, para lograr un equipo compacto; y en la velocidad de las transiciones cuando roba de mitad de cancha hacia adelante. La diferencia radica en que, si bien ambos suelen ser protagonistas, el Dortmund subordina el protagonismo a la seguridad cuando enfrenta al Madrid: cede presencia con la pelota, cierra espacios, presiona y hace un juego m¨¢s directo que el de entrecasa. As¨ª sucedi¨® en Alemania cuando, replegado, se aprovech¨® de un error de Pepe en la salida para marcar.
Ning¨²n equipo en Europa remata m¨¢s que el Bayern y solo el Barcelona lo supera en porcentajes de posesi¨®n
As¨ª sucedi¨® tambi¨¦n en Madrid, donde utiliz¨® las mismas armas que luego emple¨® el Manchester buscando a Van Persie en el juego largo. En el primer gol un lanzamiento del lateral (Piszcek) a Lewandowski y la peinada de ¨¦ste al pique de Reus, a espaldas de Arbeloa. En el segundo, el mismo gol repetido desde el otro lado. Lanzamiento directo del portero al nueve y peinada a Grossekreutz que, a espaldas de Ramos, cedi¨® a G?tze. Lo que no le sucedi¨® todav¨ªa al Dortmund contra el Madrid es ir a remolque, algo que si sufri¨® en la Bundesliga contra los dos equipos que lo alejaron del t¨ªtulo: Hamburgo y Schalke 04. Con ambos perdi¨® tanto en la ida como en la vuelta, sufriendo un total de 11 goles. Seis de ellos a la contra o con ataques directos y el resto con desbordes y centros desde los costados. No parece casual as¨ª el gol de Cristiano en Alemania, cuando sorprendi¨® a espaldas de su lateral, proyectado en ataque; o el de Pepe, tras un inhabitual centro de Di Mar¨ªa desde izquierda. Transiciones r¨¢pidas, ataques directos y penetraciones por los costados son las claves que encontraron Hamburgo, Schalke y el mismo Madrid para romper al Dortmund. El Madrid maneja con soltura las primeras dos y tiene una cuenta pendiente con la tercera, sobre todo desde la lesi¨®n de Marcelo en el oto?o.
Si Madrid y Barcelona quieren verse cara a cara en la final tienen mucho trabajo, empezando por desmentir otra vez a Lineker.
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