El festival de Jaime amarga al Granada

Lo intent¨® siempre el Granada, al que le iba la vida en el partido. Mereci¨® ganar por empuje y ocasiones, pero su esfuerzo se funde en su incapacidad en el ¨¢rea rival. Pele¨® tanto que acab¨® preso de sus nervios, aunque ser¨ªa desleal no destacar su enorme sacrificio. Le toc¨® sufrir a Jaime, el portero del Valladolid, que regres¨® a la titularidad con una actuaci¨®n brillante. Hasta en seis ocasiones sus paradas resultaron decisivas, lo que acab¨® por amargar al Granada, al que Buonanotte le dio la vuelta con su entrada en el campo. El Valladolid, mantenido por un golazo de Ebert, se llev¨® un punto que casi sella su salvaci¨®n. Superado en muchas frases del partido, tuvo diez minutos en la segunda parte en los que sorprendi¨® al Granada. El empate le vale. No tanto al equipo andaluz, al que le queda un suplicio por delante.

El Granada vive con demasiada ansiedad. Hace ya muchas semanas que se disip¨® el aire fresco que supuso la llegada de Lucas Alcaraz y los fichajes invernales, con lo que el resultado se plasma en un equipo sin control, precipitado, al que le pierden las prisas. No juega mal al f¨²tbol, pero es tal su congoja que todo lo bueno que produce muere en el alma rival. El Valladolid, al que ya casi todo le da lo mismo, fue un rival aplatanado, que apenas meti¨® la pierna para mecerse con dulzura en una fant¨¢stica relajaci¨®n. A priori, el choque era propicio para que el Granada obtuviera el triunfo despu¨¦s de ocho choques sin ganar. Por eso fue natural el ¨ªmpetu con el que el equipo de Alcaraz salt¨® al terreno de juego. El Valladolid no quer¨ªa mucha batalla y por eso afloj¨® bastante en la serie de acercamientos del Granada sobre el ¨¢rea castellana. Con lo que no contaron los andaluces fue con la gran actuaci¨®n de Jaime, vital en la catarata de ocasiones de los granadinos. Todo lo que ol¨ªa a gol fue frustrado por la gran actuaci¨®n del meta, que regresaba a la titularidad. Primero fue en una mano prodigiosa a remate de cabeza de El Arabi. Luego, en dos intervenciones felinas a disparos de Ighalo y Mikel Rico, Jaime festejaba su regreso al once. Una actuaci¨®n destacada despu¨¦s de un buen n¨²mero de partidos sin jugar. En ataque, el Valladolid no existi¨®, solo sustentado por su portero. El Granada, dif¨ªcilmente pod¨ªa hacerlo peor en el ¨¢rea contraria.

Algo debi¨® decir Djukic al descanso. Aunque casi salvado, tampoco era normal la falta de combatividad del Valladolid. Se activ¨® Ebert, su mejor hombre, capaz de romper en velocidad a la lenta defensa del Granada. Diakhat¨¦ se jug¨® la expulsi¨®n al detenerlo al borde del ¨¢rea. Ebert se veng¨® con un golazo de falta.

Tal y como marc¨® el alem¨¢n, fue sustituido. Un alivio para el Granada, que angustiado se lanz¨® a por el empate. Lo tuvo Nyom, en un disparo al palo, pero fue El Arabi el que, de una vez por todas, se sacudi¨® de su mala fortuna para batir a Jaime. El bal¨®n de Buonanotte, magn¨ªfico, fue muy bien rematado por el marroqu¨ª. Por una vez hab¨ªa podido superar a Jaime. Por una vez el portero no fue protagonista. El Granada lo intent¨® hasta el final, pero no encontr¨® premio a tanto dominio e intensidad. Acab¨® roto y llorando su falta de gol.