De la transici¨®n con Messi a gobernar con Neymar
El 4-0 de M¨²nich obliga al Bar?a, v¨ªctima de la autogesti¨®n y con un liderazgo indefinido, a tomar las decisiones aplazadas
Guardiola abandon¨® el Bar?a el a?o pasado muy fatigado, sin energ¨ªa para intervenir en un equipo que ya por entonces exig¨ªa cambios, incluso despu¨¦s de ganar la Copa. Aunque pareci¨® extraviado, m¨¢s que nada porque era dif¨ªcil descifrar las ¨²ltimas alineaciones, el t¨¦cnico que a partir de junio entrenar¨¢ al Bayern dej¨® un mensaje preocupante: ¡°Si me quedara aqu¨ª, pendr¨ªem mal [acabar¨ªamos mal] porque llevamos mucho tiempo juntos¡±. La goleada de M¨²nich obliga a recuperar la advertencia de Guardiola.
No se trata de menospreciar la faena de Tito Vilanova, c¨®mplice en su d¨ªa de Guardiola y sabedor de los motivos de su renuncia, sino todo lo contrario, porque ha cumplido de sobras en la Liga, el trofeo que cuando se consiga avalar¨¢ el trabajo a corto plazo del Bar?a en unas condiciones muy dif¨ªciles, tanto por la partida del anterior entrenador como por la enfermedad de su sustituto, mal agravado por la reca¨ªda de Abidal. El Bar?a ha combatido la adversidad de forma admirable y convirti¨® cada partido en una final, como si le fuera la vida. As¨ª consigui¨® la Liga y a cambio perdi¨® la Copa y puede que la Champions.
Los futbolistas han huido de la derrota para mantener su estatus, puede que excesivamente confiados en su calidad, demasiado selectivos, convencidos de que pod¨ªan ganar al peor de los rivales simplemente con calentar un poco, calzarse las botas y encomendarse a Messi. Ning¨²n resultado les ha confundido m¨¢s que el 4-0 contra el Milan. ¡°A este equipo le falta una remontada¡±, anunci¨® Xavi a la salida de San Siro, como si en juego estuviera un t¨ªtulo, y al d¨ªa siguiente le cay¨® un saco de goles al equipo de Berlusconi. Ahora dif¨ªcilmente se puede apelar ya a una nueva heroicidad.
Queda saber si Tito tiene la energ¨ªa suficiente para combatir la par¨¢lisis
Al Barcelona le conviene recuperar la capacidad de jugar y de competir, cosa que no consigui¨® en el Allianz Arena, para afrontar con garant¨ªas el futuro inmediato. Aunque su proyecto es ¨²nico por singular y complejo, le conviene tomar como referencia la trayectoria del Bayern porque si no corre el riesgo de acabar como el Ajax. Los alemanes abanderan la modernidad. Tienen un estadio extraordinario, un club saneado y un equipo admirable. Incluso en una situaci¨®n de m¨¢xima bonanza han optado por contratar a Guardiola para que le ponga alma a un plantel cient¨ªficamente perfecto. Aprendi¨® de la goleada del 2009 en el Camp Nou y no parar¨¢ hasta ser la evoluci¨®n del Barcelona del propio Guardiola.
No desesper¨® el Bayern en la derrota, ni al ser eliminado por el Barcelona ni cuando perdi¨® las finales ante el Inter y el Chelsea, sino que ha evolucionado. Hoy tiene la mayor¨ªa de rasgos que convirtieron en campe¨®n al Bar?a. Apuesta por fichajes selectivos como el de Javi Mart¨ªnez, recurre a la cantera para identificar su v¨ªnculo con Baviera y le mueve tal ambici¨®n que hasta Robben y Rib¨¦ry se esfuerzan m¨¢s que Alexis y Pedro. No ganaron los azulgrana ni un bal¨®n dividido, solo los centrales remataron y tomaron cuatro goles cantados por su incapacidad para defender los c¨®rners y cortar las transiciones.
Se impone el fichaje de un portero, un central y un delantero compatible con Leo
No solo el campe¨®n alem¨¢n ha sabido corregirse sino que tambi¨¦n supo enmendarse en su d¨ªa el propio Bar?a cuando eligi¨® como entrenador a Guardiola. Ahora mismo parece prematuro aventurar un fin de ciclo para un equipo que en una ¨¦poca de instantaneidad ha prolongado como ninguno su reinado. El liderazgo comenz¨® con Ronaldinho y continu¨® con Guardiola. El problema es que ahora no se sabe en manos de qui¨¦n est¨¢. No parece que Messi tenga casta de cabecilla ni carisma en la cancha porque se remite al juego y sus tics autoritarios se sit¨²an en al vestuario. Basta con observar su curr¨ªculo con Argentina. Los azulgrana han ejercido a fin de cuentas una capitan¨ªa colegiada, acorde con un ideario que prima el estilo, el ADN y La Masia. Ocurre que hay momentos en que se impone personalizar los valores, sobre todo cuando se ha perdido el paradigma de ser el mejor equipo. Necesita recomponerse el Barcelona para volver a competir con los grandes rivales ante los que ha perdido en sus duelos directos: el Madrid y el Bayern.
La coyuntura obliga a tomar decisiones aplazadas con el tiempo hasta provocar la goleada de M¨²nich. Aunque la plantilla es amplia ¡ªen junio puede llegar a 30 jugadores y solo acaban contrato Abidal y Muniesa¡ª, se impone el fichaje de un portero ¡ªVald¨¦s ha anunciado que no renovar¨¢ en 2014¡ª un central, un delantero y puede que un medio. La pregunta es qu¨¦ acompa?ante necesita Messi despu¨¦s de las salidas de Ronaldinho, Eto¡¯o e Ibrahimovic, respuesta que pasa por decidir antes si ha finalizado ya el recorrido del 10 como falso nueve y se impone un regreso a la banda o que ejerza de enganche por detr¨¢s de un ariete. La apuesta es Neymar.
El brasile?o ser¨¢ la apuesta del presidente Rosell como lo fue Ronaldinho cuando era vicepresidente con Laporta. Parece resuelto el consejo a tomar la iniciativa. Ya no ha lugar a m¨¢s excusas ni coartadas. Los fichajes son una partida agradecida para los directivos de la misma manera que para el entrenador resulta dolorosa la concesi¨®n de las bajas y la gesti¨®n del plantel. Queda la inc¨®gnita de constatar si el entrenador tiene la energ¨ªa suficiente para aplicar las medidas oportunas, combatir la par¨¢lisis que sufri¨® en M¨²nich y ampliar un trabajo de campo que a veces remit¨ªa a la inercia, la rutina y la previsibilidad.
Algunos futbolistas se felicitaron cuando se fue Guardiola y se abrazaron a Vilanova. La descompresi¨®n sustituy¨® a la tensi¨®n dram¨¢tica y se impuso una autogesti¨®n consentida que ha permitido completar la transici¨®n con la conquista de la Liga. El once titular, sin embargo, ha quedado exprimido para la Champions. Ahora, una vez que los fichajes no cuajan y a los j¨®venes les cuesta encontrar un puesto por la falta de rotaciones y ante renovaciones de por vida, se impone renovar al equipo para recuperar el trono.
Quiere actuar la junta, Vilanova hablar¨¢ ma?ana sobre su continuidad y los jugadores piden revancha. Al director deportivo Zubizarreta le tocar¨¢ escuchar a unos y otros, coordinar esfuerzos y trazar el plan: hay que despertar de nuevo el hambre del club, de t¨¦cnicos y jugadores, para evitar la decadencia. Ya lo anunci¨® Guardiola antes de partir: el secreto est¨¢ en que Messi corra como el que m¨¢s, y hoy anda cojo.
Punto final del ¡®dream team¡¯ en Atenas
- "Ellos iban a 100 por hora y a 300 si hac¨ªa falta. Y nosotros, en cambio, no". Las declaraciones de Johan Cruyff despu¨¦s de la final del 18 de mayo de 1994 en Atenas (4-0) se asemejan a las que casi 19 a?os despu¨¦s pronunci¨® Piqu¨¦ en M¨²nich, que admiti¨® que los azulgrana sufrieron "un repaso" ante el Bayern.
- El Bar?a lleg¨® a la final de Atenas en una situaci¨®n similar a la actual: se hab¨ªa proclamado campe¨®n de Liga el fin de semana anterior [ahora puede serlo este s¨¢bado]. Lo hizo con una autoridad aplastante: 28 de los 30 puntos posibles en el ¨²ltimo tramo del campeonato y 91 goles. Unas cifras que, para Cruyff, le otorgaban la vitola de favorito a su equipo: "El Milan no es nada del otro mundo futbol¨ªsticamente".
- El t¨¦cnico holand¨¦s aline¨® a Zubizarreta; Ferrer, Nadal, Koeman, Sergi; Guardiola; Amor, Bakero, Begiristain; Stoichkov y Romario. Cruyff no movi¨® el banquillo hasta el minuto 51, cuando Eusebio sustituy¨® a Begiristain. El Bar?a ya hab¨ªa encajado tres goles. En M¨²nich, Tito Vilanova hizo el primer y ¨²nico cambio en el minuto 83: Villa sali¨® por Pedro cuando el equipo ya perd¨ªa por 4-0.
- Laudrup, que no entr¨® en la convocatoria para la final ¡ªsolo se pod¨ªa contar con tres extracomunitarios, que fueron Koeman, Stoichkov y Romario¡ª abandon¨® el Barcelona al t¨¦rmino de aquella temporada. No fue la ¨²nica baja significativa. Despu¨¦s de caer ante el Milan, el presidente N¨²?ez comunic¨® a Zubizarreta que no iba a continuar en el club azulgrana. El guardameta puso rumbo al Valencia.
- La siguiente temporada el Bar?a puso fin a su racha dominante tambi¨¦n en la Liga y termin¨® en la cuarta posici¨®n. Romario abandon¨® el club mediada la temporada. Un a?o despu¨¦s, en mayo de 1996, Johan Cruyff fue destituido como t¨¦cnico azulgrana.
- El 4-0 en M¨²nich igual¨® la peor derrota europea del Bar?a, junto a la de Atenas y al 0-4 del Dinamo Kiev en 1997.
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