El aprendizaje de Sara
A los 16 a?os, la espa?ola m¨¢s joven en ganar un punto WTA cae dejando brillos en su debut
A primera hora de la tarde, el sol castiga con fuerza la pista central de la Caja M¨¢gica. Sobre la arena, la joven Sara Sorribes (Vall d¡¯Ux¨®, Valencia; 1996) rescata una pelota imposible, nivela el peloteo y retrata despu¨¦s a la rumana Alxandra Dulgheru, 11 a?os mayor, exintegrante del Top 20 y m¨¢s de 100 posiciones por encima de ella en el ranking de la WTA, con una dejada de rev¨¦s que arranca la ovaci¨®n de los asistentes. ¡°Por mi forma de jugar engancho a la gente. Me gusta estar en contacto con el p¨²blico para que ellos tambi¨¦n me transmitan a m¨ª. Se han portado de 10 conmigo¡±, apunta m¨¢s tarde la valenciana, con sus dos ojos azules profundos y una enorme sonrisa que descubre su ortodoncia. La derrota, 6-2, 1-6 y 6-2, no pesa tanto en esta ocasi¨®n como las sensaciones y los golpeos que dibuj¨® sobre la tierra. Una magn¨ªfica carta de presentaci¨®n para una ni?a que dej¨® boquiabierta a Madrid. La jugadora espa?ola m¨¢s precoz en haber conseguido un punto WTA.
Los resultados del s¨¢bado
Garbi?e Muguruza (ESP), 6-2, 1-6 y 6-3 a Camila Giorgi (ITA).
Alexandra Dulgheru (RUM), 6-2, 1-6 y 6-2 a Sara Sorribes (ESP).
Guillermo Garc¨ªa L¨®pez (ESP), 6-1 y 6-3 a Igor Andreev (RUS).
Pere Riba (ESP), 5-7, 7-5 Y 6-3 a Evgeny Donskoy (RUS).
Xavier Malisse (BEL), 1-6, 7-6 y 6-2 a Daniel Mu?oz de la Nava (ESP).
Rub¨¦n Ram¨ªrez Hidalgo (ESP), 7-6 y 6-1 a Guillaume Rufin (FRA).
Igor Sigsling (HOL), 4-6, 6-3 y 6-4 a Arnau Brugues-Davi (ESP).
Tobias Kamke (ALE), 6-3 y 6-1 a Carlos G¨®mez-Herrera (ESP).
¡°Esto es un sue?o. El a?o pasado me ya entren¨¦ en la central, pero lo de este ha sido ¨²nico¡±, admite Sorribes, que la temporada pasada ya se gan¨® una invitaci¨®n de Manolo Santana al ganar el torneo madrile?o sub¡¯18 y que este curso ha repetido. Tiene solo 16 a?os, pero act¨²a con el desparpajo de una veterana de guerra. Con la garra y los mimbres de las grandes tenistas. ¡°No estaba nerviosa. Solo sufro cuando no tengo una raqueta en la mano. Ah¨ª es cuando lo paso mal¡±, admite con el mismo poso con el que se desenvuelve entre las l¨ªneas de la cancha. Ah¨ª, en su terreno, exprime cada pelota como si la vida le fuera en ello.
A falta de pulir el golpeo de derecha y elevar su nivel f¨ªsico, ofrece una amalgama de recursos espectacular. Y la grada lo aprecia. ¡°??nimo, Sarita!¡±, le brindan desde los asientos. Y ella corre, volea, hace un globo. Corrige a la juez de silla si es preciso. Aprieta los dientes y cierra el pu?o si logra el tanto. Coge una bola y la muerde con rabia si no logra superar la dictatorial presencia de la red. Su contrincante le observa anonadada, con cara de p¨®quer, ¡°Es cierto, soy muy expresiva. Me ayuda a estar metida en los partidos¡±, reconoce con cierta timidez.
Esto te abre los ojos, te dice que esto es lo que hay. Puedes ganar mucho en j¨²niors o cadetes, pero esto es la realidad. Esto es por lo que hay que luchar"
Recolectora de t¨ªtulos en las categor¨ªas inferiores, en Madrid se ha asomado de nuevo a la ¨¦lite. Su espacio natural, auguran muchos. El marcador y la exigencia del duelo, sin embargo, le ponen los pies sobre el suelo. Es la exigencia del duro peaje hacia la ¨¦lite. ¡°Esto te abre los ojos, te dice que esto es lo que hay. Puedes ganar mucho en j¨²niors o cadetes, pero esto es la realidad. Esto es por lo que hay que luchar. Aqu¨ª est¨¢n las buenas. Ojal¨¢ dentro de poco pueda entrar aqu¨ª por mi propio ranking ¨Cla pr¨®xima semana se situar¨¢ en el puesto 360 aproximadamente¨C¡±, desea ella, llamada pese a su juventud a ocupar el vac¨ªo que reina en el tenis femenino espa?ol; ¡°no siento presi¨®n porque me comparen con Conchita y Arantxa. Llegar¨¦ donde tenga que llegar por mi juego, por mi f¨ªsico y por mi potencial. Es fundamental la mentalidad que tengas. Ahora salto a la pista a jugar, a divertirme. Ya llegar¨¢ la presi¨®n¡±.
Admiradora de Ferrer y Nadal, y estudiante de primero de Bachillerato, ya atrae jugosos esp¨®nsors ¨Cest¨¢ patrocinada por Nike, Babolat y Vodafone¨C y recorre a diario un trayecto de una hora para ir y volver de entrenarse desde hace cuatro a?os. Los kil¨®metros, sin embargo, no merman un ¨¢pice su ilusi¨®n por ascender a la cumbre. ¡°Si no tienes ambici¨®n es muy complicado. Es muy importante ser fuerte mentalmente¡±, se?ala. Y, para finalizar, remata sin contemplaciones: ¡°Alg¨²n d¨ªa quiero ganar Roland Garros¡±.
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