La pata coja de Murray

En esa boca cabe un universo de sufrimientos. La cara de Andy Murray se abre en una mueca de dolor mientras intenta coger ox¨ªgeno para frenar las acometidas del alem¨¢n Florian Mayer. Es su debut en el Mutua Madrid Open. Su victoria es tan dolorosa ¡ªcinco bolas de set superadas en la primera manga, que gana tras disputar el tie break m¨¢s largo de su carrera, con 24 puntos; break abajo en la segunda; 2h 4m invertidas para el 7-6 y 7-6 final¡ª que fotograf¨ªa a la perfecci¨®n las dificultades del n¨²mero tres mundial sobre arcilla. Este es el perfil de Murray. Campe¨®n ol¨ªmpico sobre la hierba de Wimbledon. Campe¨®n del Abierto de EEUU sobre el cemento de Nueva York. Ni una sola final en toda su carrera sobre tierra batida.

¡°Lo pas¨¦ mal. Estaba tenso, porque Mayer no te da ritmo y te cuesta respirar. Me faltaba el aliento. No crec¨ª en esta superficie, no me siento tan c¨®modo en ella como en las dem¨¢s¡±, cuenta ayer en Madrid para explicar que haya jugado la final de todos los grandes menos Roland Garros y que el mismo hombre que rompi¨® el maleficio brit¨¢nico en los torneos del Grand Slam (primer campe¨®n desde 1936) nunca haya luchado por un t¨ªtulo sobre el albero. ¡°Con la actitud correcta, la mentalidad adecuada y la ¨¦tica de trabajo necesaria, estoy convencido de que mi juego deber¨ªa adaptarse bien a la tierra¡±, a?ade el brit¨¢nico, que gana el 61% de sus partidos sobre arcilla, por el 78% en cemento y el 81% en hierba. ¡°Necesito acostumbrarme a los movimientos, a los patrones de juego que utilizo en tierra, y que son distintos a los que uso en el resto¡±, cierra tras sumar la victoria 400 de su carrera.

¡°Al final, Andy juega 25 torneos al a?o en las otras superficies y cuatro en tierra¡±, razona Alex Corretja, el seleccionador espa?ol, que se sent¨® en el banquillo del brit¨¢nico, le aconsej¨® desde su condici¨®n de doble finalista de Roland Garros e intent¨® trabajar la derecha del n¨²mero tres, la diana contra la que disparan sus contrarios. ¡°Debe hacer adaptaciones de su juego a la tierra¡±.

No crec¨ª en esta superficie, no me siento c¨®modo¡±, dice el n¨²mero tres mundial

Murray maldice a los cuatro vientos mientras debuta en Madrid, donde busca el n¨²mero dos mundial del suizo Roger Federer. Los gritos que brotan de su garganta contrastan con el silencio que gobierna el primer partido del campe¨®n de 17 grandes. Tras casi dos meses sin jugar, el suizo pisa por primera vez la arcilla en 2013. Este es el campe¨®n de la tierra azul de 2012, el rey del toque y el riesgo. A ¨¦l le pone la alfombra roja el checo Stepanek, que propone un duelo de sutilezas y con sutilezas muere (3-6 y 3-6), porque no hay tenista con mejor mu?eca que Federer. La grada aplaude luego a su elegido. Es el tratamiento reservado a los mejores. Lo recibe el serbio Novak Djokovic cuando juega contra el b¨²lgaro Grigor Dimitrov, sin acabar al cierre de esta edici¨®n. Y lo recibir¨¢, seguro, Rafael Nadal hoy cuando se mida al franc¨¦s Paire (La Sexta, no antes de las 15.15).

El espa?ol, que en febrero volvi¨® al circuito tras siete meses lesionado (balance: seis torneos, cuatro t¨ªtulos y dos finales), descuenta los minutos entren¨¢ndose, jugando al tenis de mesa y dej¨¢ndose ver por los partidos de sus amigos. ?l es el ogro al que temen todos. ?l es el que le cort¨® el paso tres veces a Murray en semifinales de tierra. ?l y sus tiros los que desde hoy calientan el torneo.