El Espanyol hace campe¨®n al Bar?a

A veces ocurren las cosas m¨¢s insospechadas en el f¨²tbol: el Espanyol hizo anoche campe¨®n al Bar?a despu¨¦s de empatar con el Madrid en Cornell¨¤-El Prat. O, dicho en t¨¦rminos de rivalidad: los azulgrana cantaron el alir¨®n porque su rival ciudadano y su enemigo natural se neutralizaron en un partido que comenz¨® de manera furtiva, como si no existiera, y acab¨® como el rosario de la aurora por la bravura de los dos contendientes, tan viriles que parec¨ªa que el t¨ªtulo era cosa suya y no del Bar?a. No fue el peor de los finales, ni para los azulgrana, ni tampoco para los blancos y blanquiazules, los tres metidos en un partido hist¨®rico. Ya ten¨ªa ganas el Bar?a de que se acabara la Liga y el Madrid solo piensa en la Copa.

M¨¢s que un equipo, el Madrid parece a veces una troupe que est¨¢ de vuelta por la Liga a la espera de la final de Copa del viernes en Chamart¨ªn. La hinchada repara poco en la cancha y mucho en los personajes que se reparten en la grada y el banquillo. Hay muchas ganas de ver la cara que pone Mourinho cuando arrecia la rechifla, qu¨¦ hace el homenajeado Casillas, d¨®nde se sienta el proscrito Pepe. Tambi¨¦n se cuenta gente que se interesa y mucho por el tobillo de ?zil, que quiere darle la mano a Sergio Ramos y que pide poder ver un rato a Cristiano Ronaldo. El entrenador madridista arm¨® ayer un once que invitaba mucho a la distracci¨®n. Nadie estaba por el partido en el Madrid.

Quisieron los blancos pasar el rato, destensados, cada jugador a lo suyo sin atender al bien com¨²n. Revoloteaba Modric, iba y ven¨ªa de un costado a otro Di Mar¨ªa y se perfilaba Morata. Maniobras para la galer¨ªa que acostumbran a acabar de mala manera. No hay nada peor que jugar a f¨²tbol sin poner inter¨¦s, y menos en un plantel como el del Madrid. Ocurren las peores noticias: se lesion¨® Varane, que form¨® como lateral derecho, despu¨¦s de que se enganchara su pierna derecha en el cuerpo del fornido Wakaso, y se contaron hasta tres ocasiones en la porter¨ªa de Diego L¨®pez. Una acab¨® en gol de Stuani, el primero que marcan los espanyolistas contra el Madrid en el nuevo estadio, despu¨¦s de tres partidos perdidos por 0-4, 0-1 y 0-3. Bot¨® el saque de esquina Verd¨², salt¨® Moreno, toc¨® en el segundo palo Sergio Garc¨ªa y remach¨® Stuani. La segunda tambi¨¦n acab¨® en la red: H¨¦ctor Moreno le gan¨® en el salto a Alonso. El ¨¢rbitro, sin embargo, pit¨® falta del central sin venir a cuento. Y el guardameta del Madrid evit¨® en la tercera el tanto del omnipresente Stuani.

Los c¨®rners fueron un martirio para el Madrid y un regalo para el Espanyol. Las desatenciones de los muchachos de Mourinho contrastaban con la concentraci¨®n que pon¨ªan los chicos de Aguirre en el bal¨®n parado. La precisi¨®n de Verd¨² era correspondida por la sagacidad de Sergio Garc¨ªa, el poder¨ªo de los centrales y la garra de Stuani. El uruguayo result¨® un jugador indetectable para los zagueros del Madrid.

Muy bien puestos y orientados, apretaban los blanquiazules, excelentes en la presi¨®n, para desespero de los madridistas, que solo encontraron alivio en la caseta cuando lleg¨® el descanso. Los platos rotos los pagaron el novel Morata y el veterano Kak¨¢. Apareci¨® Benzema y acto seguido asom¨® Cristiano Ronaldo. Al portugu¨¦s le alcanz¨® con tocar la pelota para marcar las diferencias. Volteado por Stuani, incontenible con y sin bal¨®n, Cristiano provoc¨® la falta que tir¨® Modric y el infalible Higua¨ªn cabece¨® a la red: ya son 10 tantos en 11 partidos del Pipita contra los periquitos. El gol acab¨® con el mon¨®logo del Espanyol.

Perdieron el sitio y el cuero los blanquiazules, reducidos por la estampa de Cristiano. Aunque no mezclaba como deb¨ªa, el Madrid hab¨ªa reunido a los delanteros precisos para que la afici¨®n reparara por fin en el campo y no en la grada, en los jugadores blancos, en la figura del 7. No les qued¨® m¨¢s remedio a los blanquiazules que recogerse un poco, defender fuerte y ser selectivos en sus salidas. As¨ª las cosas, el partido se fue abriendo y cobr¨® la emoci¨®n y discusi¨®n que le falt¨® en la arrancada. Incluso hubo m¨¢s que palabras en cada saque de esquina y se sucedieron las jugadas de pierna fuerte, intensas, controvertidas, un reto para el colegiado, a menudo desconcertante, muy protestado por los locales.

La victoria pas¨® a ser una cuesti¨®n de honor. Nadie firmaba el empate. Afinaba la punter¨ªa Cristiano y no dejaba de incordiar Sergio Garc¨ªa. Jam¨¢s se rindi¨® el Espanyol, que alimenta todav¨ªa opciones de alcanzar Europa, y tampoco se venci¨® el Madrid. La expulsi¨®n de V¨ªctor S¨¢nchez y las tarjetas dejaron constancia de la brega en la cancha. Hubo que aguardar hasta el ¨²ltimo momento para saber que finalmente el Bar?a sal¨ªa campe¨®n de Liga por el empate de Cornell¨¤-El Prat sin necesidad de jugar, a punto de viajar hoy al Calder¨®n. El t¨ªtulo, al fin y al cabo, estaba sentenciado desde hac¨ªa tiempo y solo faltaba ponerle fecha. Y el alir¨®n lleg¨® despu¨¦s que el Madrid no pudiera ganar en el campo del Espanyol.