Desaf¨ªo en la cumbre

El guion se cumple, la cita est¨¢ fijada. Serena y Sharapova, las dos grandes dominadoras del circuito femenino esta temporada, se batir¨¢n ma?ana en la pista central de la Caja M¨¢gica por la corona mundial. Cumpli¨® la n¨²mero uno, la estadounidense, que venci¨® en el primer turno a la italiana Errani (7-5 y 6-2), y solvent¨® tambi¨¦n la rusa, la aspirante a asaltar el trono, su careo con Ivanovic, a la que derrot¨® (6-4 y 6-3) tras un hermoso duelo de pegadoras.

Aprieta Errani, la siete del mundo, en la primera manga a Serena. Empuja en el marcador y desenfunda sus mejores armas. Remolonea un poco la reina, pero enseguida se da cuenta de que la cosa va en serio. Hay un intercambio de breaks y cierto descontrol sobre la arena. No le gusta a Serena, advertida tras el susto que le propin¨® Anabel Medina en cuartos. Decide acelerar. Sube revoluciones y pega con violencia desde el fondo de la pista. Afila adem¨¢s los restos. Su adversaria la lanza dos dejadas consecutivas que ella contempla con una afrenta. Remacha la pelota con rabia, fija la mirada en Errani y explota: ¡°?Come ooon!¡±, antes de sellar el set.

Gladiadora, la bolo?esa vuelve a plantear batalla en el segundo. Cuenta con dos bolas de break, pero su contrincante no admite hoy sobresaltos. Un derechazo, un ace demoledor y un passing soberbio le devuelven la autoridad. Tambi¨¦n la confianza. Se crece, se gusta. Saca el mazo y erosiona a la italiana, que poco a poco recula. ¡°?Forza Sara, forza!¡±, le animan desde la grada. No hay reacci¨®n. No la permite Serena, que traza algunas se?ales de que su mejor tenis vuelve. Nada de jugar al trantr¨¢n. Una doble falta, seguida de un break, terminan por descomponer a Errani. El resto, un cicl¨®n, un ejercicio arquitect¨®nico de Serena con los ¨¢ngulos y las l¨ªneas. Finiquitado.

Sharapova sale a continuaci¨®n al escenario. Le reta Ivanovic, ubicada en el 16? pelda?o del ranking, en busca de aquella tenista que ocup¨® el primero en 2008. Una bandera de Serbia colgada en el grader¨ªo estimula su libido competitiva. La rusa acepta el peloteo que le propone su rival desde el fondo de la pista y comienzan los ca?onazos desde la l¨ªnea. M¨¢s poderosos los de la rusa, m¨¢s sutiles los de la jugadora balc¨¢nica, muy inspirada tras dejar ayer a Kerber, seis del mundo, en la cuneta. Plantea problemas a Sharapova, pero sus bolas pierden precisi¨®n cuando se aproxima el umbral decisivo de la primera manga. Se la adjudica la rusa, pelo platino y unos alaridos que despiertan el murmullo de la Caja M¨¢gica, intimidatorios para cualquiera. Tambi¨¦n para Ivanovic, que con 3-3 en el segundo set comete dos dobles faltas y propicia el break. Alfombra roja para Sharapova. Un globo espectacular, saque punzante y besos hacia la grada tras pedir hora para la final. Otro garabato en la c¨¢mara que le apunta tras el partido. El trono est¨¢ a su alcance, a una sola victoria. Y, al otro lado de la red, Serena.