El idilio del Chelsea hurga en la maldici¨®n del Benfica

Es un idilio inquebrantable el del Chelsea con Europa, campe¨®n de la Champions el a?o pasado casi sin quererlo y vencedor anoche de la Liga Europa ante un Benfica digno de compasi¨®n. Porque el cuadro portugu¨¦s, tan valiente como desafortunado, busc¨® con fe la victoria hasta toparse de bruces con la pegada de los blues (dos goles excelentes, el primero de Torres y el segundo de Ivanovic) y la maldici¨®n de Guttman, ese t¨¦cnico h¨²ngaro que antes de marcharse les dijo que no volver¨ªan a ganar nada en Europa sin ¨¦l. Ya son siete finales perdidas, cinco de Copa de Europa y dos de la antigua UEFA. El Chelsea, por el contrario, se dej¨® llevar por esa seguridad en s¨ª mismos de los campeones, convencidos de ganar tarde o temprano. Fiados a la calidad de sus atacantes, brillaron Mata y Torres por encima de los dem¨¢s, y a la fortuna en los momentos clave. Tambi¨¦n Rafa Ben¨ªtez, que no efectu¨® ni un solo cambio hasta convertirse en el segundo entrenador, junto a Giovanni Trapattoni, en conquistar este trofeo con dos equipos diferentes (antes el Valencia). Y aun as¨ª, al igual que Di Matteo el a?o pasado, el due?o, Abramovich, le ha ense?ado la puerta de salida.

Los zurdos del Benfica (Matic, Gait¨¢n, Rodrigo y Cardozo) fueron tejiendo y destejiendo un ataque tan paciente como est¨¦ril en los ¨²ltimos metros. Jorge Jesus se apoder¨® del centro del campo, imponiendo la t¨¦cnica de Matic, Gait¨¢n y Enzo P¨¦rez, muy superior a la de David Luiz, de donde arrancaba a pelotazos el ataque londinense. La compa?¨ªa de Lampard, que s¨ª intentaba salir jugando, no era suficiente.

El Chelsea recul¨® demasiado, invisible la mano de Ben¨ªtez, tan meticuloso en el trabajo defensivo, en un equipo que defendi¨® sin autoridad, a golpe de rebotes y de balonazos. El ataque tampoco ofreci¨® ning¨²n alarde, pero s¨ª al menos el talento de sus atacantes. Como en ese disparo de Lampard, pura cicuta, cambiando de direcci¨®n al acercarse a la meta. El portero portugu¨¦s, Artur, sac¨® el bal¨®n en el ¨²ltimo instante, con un manotazo.

El Chelsea adopt¨® una actitud m¨¢s proactiva tras el descanso, concretada en una contra tan simple como demoledora. El pase largu¨ªsimo con el brazo hasta el centro del campo de Cech, la prolongaci¨®n de Mata y todo el campo abierto para Torres. El Ni?o despleg¨® la carrera larga, la potencia para deshacerse de Luisao, y la habilidad para regatear al meta Artur con suave toque con el exterior del pie derecho. El disparo cruzado ya no encontr¨® oposici¨®n. Su sonrisa contenida expresaba la felicidad tras muchos meses de pesimismo.

Jorge Jesus reaccion¨® como se le supone, lanzando a su equipo a por el empate, encontr¨¢ndose con una mano de Azpilicueta dentro del ¨¢rea. El penalti lo transform¨® Cardozo, fuerte y por el centro, cuando Cech ya se hab¨ªa estirado hacia su izquierda, su s¨¦ptimo tanto en el torneo.

Jorge Jesus braceaba desesperado. Se acababa de lesionar el central Garay. Ya hab¨ªa cumplido los tres cambios. Y el final del partido fue apasionante. Lampard firm¨® otra preciosidad de disparo al larguero tras una magn¨ªfica dejada de Mata. El media punta asturiano ten¨ªa el gol del triunfo en la cabeza. El centro de c¨®rner desde la esquina derecha, muy combado al segundo palo. Ivanovic se encarg¨® de lo dem¨¢s. Retrocedi¨® en diagonal varios metros, se elev¨® y conect¨® un cabezazo soberbio, cruzado, que entr¨® por la escuadra contraria. En el descuento para hurgar en la maldici¨®n del Benfica. No hubo consuelo. Las palabras de Ben¨ªtez al o¨ªdo de Jorge Jesus no eran escuchadas por el t¨¦cnico portugu¨¦s, v¨ªctima de tres d¨ªas fat¨ªdicos: el s¨¢bado perdi¨® pr¨¢cticamente la Liga a manos del Oporto en el tiempo extra y esta vez la Liga Europa. Guttman no descansa nunca.

El idilio del Chelsea hurga en la maldici¨®n del Benfica