¡°Am¨¦ y odi¨¦ el tenis¡±
El argentino Gast¨®n Gaudio, ¡°un tenista aut¨¦ntico¡±, recuerda su t¨ªtulo de 2004 y su comportamiento en la pista: ¡°A veces no sab¨ªa controlarme¡±
La voz de Gaston Gaudio (Buenos Aires, 1978) es muy distinta a la de los tenistas que hasta hace poco compartieron con ¨¦l el vestuario. Campe¨®n de Roland Garros en 2004, el argentino protagoniz¨® una final hist¨®rica por incre¨ªble y alocada, y siempre se distingui¨® por una lengua desatada y un rev¨¦s con la finura de la pluma de un poeta.
Pregunta. ?Qu¨¦ recuerda del partido que le dio el t¨ªtulo?
Respuesta. Que fue como una pel¨ªcula. M¨¢s que nada porque ¨¦ramos dos argentinos [¨¦l y Coria], con mucha rivalidad entre nosotros, y todo se fue dando como en una pel¨ªcula de suspense. Pasaron cosas in¨¦ditas, ins¨®litas: yo estuve dos match-points abajo, ¨¦l se acalambr¨®, despu¨¦s gan¨¦ [0-6, 3-6, 6-4, 6-1 y 8-6]. Piense que de chiquito siempre so?¨¦ con ganar Roland Garros y que jugu¨¦ la final contra el rival de toda mi vida. Todo fue muy espectacular. Un poco de ciencia ficci¨®n. Si armas una pel¨ªcula con eso, la gente no se lo cree. Imposible.
P. ¡°Soy el peor campe¨®n de la historia de Roland Garros¡±, dijo usted nada m¨¢s levantar la Copa. ?Se arrepiente?
R. No. Es lo que sent¨ªa en ese momento. Siempre fui una persona que se tiraba mucho para abajo, que nunca se cre¨ªa lo bueno que era. Ahora, cuando lo veo desde afuera, me doy cuenta de que fui mucho mejor de lo que yo pens¨¦. Durante toda mi carrera¡ ?no sabe usted la de cosas que dije dentro de una cancha! Un mont¨®n de barbaridades que tampoco sent¨ªa.
P. El tenis, un deporte individual, suele requerir de una personalidad fuerte, de cierto ego. ?Por qu¨¦ no lo tuvo usted?
R. Habr¨ªa que preguntarle a mi psiquiatra por qu¨¦ es as¨ª. Ten¨ªa la autoestima muy baja siempre.
P. ?Qu¨¦ es lo que le hizo sufrir m¨¢s?
R. No tener la estabilidad como para poder seguir jugando un par de a?os m¨¢s. Lo padezco hoy en d¨ªa. Mentalmente me hubiera gustado ser m¨¢s estable, tener un poco m¨¢s de control emocional. Hab¨ªa veces que no pod¨ªa controlarme. As¨ª fue como perd¨ª muchos partidos.
P. Siendo as¨ª, ?se atrever¨ªa ahora a ser entrenador?
R. Puede ser. Tiene que ser tentador: un tenista no que juegue bien, sino que yo me sienta compatible, que haya buena afinidad. Federer, Nadal¡ (se r¨ªe).
P. Su polo opuesto ser¨ªa precisamente el mallorqu¨ªn.
R. Para m¨ª Rafa es lo m¨¢s espectacular que vi en mi vida. Nunca conoc¨ª a alguien con tanta fuerza mental, tanta garra, tanto coraz¨®n, tan ganador. Va a quedar en la historia del tenis. Eso es lo que m¨¢s me cost¨® a m¨ª, y ¨¦l tiene por dem¨¢s. Imag¨ªnate. Me emociona hablar de ¨¦l. Lo juro. Es algo que hay que disfrutar, que aprovechar, porque nunca vamos a ver algo as¨ª.
P. Pues usted le gan¨® 0-6, 6-0 y 6-1 en Buenos Aires. La leyenda, nunca demostrada, dice que Nadal rompi¨® sus raquetas en el vestuario.
R. Dicen, pero no creo que sea cierto. ?l era joven. A partir de ah¨ª empez¨® a ganar. En Buenos Aires, jugando en casa, fue una sensaci¨®n espectacular. Me sal¨ªan partidos buenos contra ¨¦l en polvo de ladrillo. Me gustaba. Todos fueron lindos.
P. El let¨®n Gulbis dice que los tenistas de ahora son muy aburridos.
R. Cada uno tiene la personalidad que tiene. A m¨ª me gusta la gente sobria, pero yo no era as¨ª. Dec¨ªa generalmente lo que sent¨ªa, no andaba con vueltas. Generalmente siempre era la sinceridad ante todo. Ahora, por ah¨ª, los chicos mantienen un perfil m¨¢s tranquilo.
Yo era bastante aut¨¦ntico en la cancha. No s¨¦ si es bueno o malo: a algunos les divert¨ªa, algunos me odiaban. Era de las personas que generalmente sufr¨ªan mucho el partido, lo viv¨ªa todo muy emocionalmente. El deporte que m¨¢s odi¨¦ fue el tenis, tambi¨¦n el que m¨¢s am¨¦. Fue como una relaci¨®n de matrimonio. La amas y al mismo tiempo la odias.
P. Su mejor tiro era el rev¨¦s a una mano. ?Cree que est¨¢ en peligro de extinci¨®n?
R. Ahora se pega mucho m¨¢s el rev¨¦s a dos manos, porque es m¨¢s f¨¢cil. Para jugar en otras canchas que no sea polvo de ladrillo es mucho m¨¢s efectivo. Tambi¨¦n es lindo el rev¨¦s a dos manos, a mi me gusta. Lo que te haga ganar, sirve.
P. ?De verdad?
R. Obviamente, a mi me gusta m¨¢s lo est¨¦tico, lo lindo, y por eso tambi¨¦n perd¨ª muchos partidos, por pensar as¨ª. No me parece que el rev¨¦s a dos manos sea feo.
P. Federer sigue golpe¨¢ndole a una mano. ?Qu¨¦ le robar¨ªa?
R. Todo. Solo me hubiera quedado mi rev¨¦s. ?l, Djokovic, Nadal¡ son superlativos.
P. Pese a que comparti¨® generaci¨®n con Nalbandian, Coria, Chela o Ca?as, nunca se asom¨® a una final de la Copa Davis. ?Por qu¨¦?
R. Siempre est¨¢ el tema de la rivalidad y la falta de grupo. Si no se unen todos y tiran para el mismo lado, es muy dif¨ªcil ganar en cualquier deporte que sea por equipos. Con tanta divisi¨®n, tanta rivalidad entre los jugadores, con tanto ego¡ es muy dif¨ªcil.
P. Los espa?oles han tenido hasta cuatro top-10 conviviendo. ?C¨®mo explica esa diferencia?
R. Culturalmente son diferentes. En ese sentido, nosotros fuimos bastante retr¨®grados.
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