¡°San Mam¨¦s era un gran equipo¡±
Jos¨¦ ?ngel Iribar evoca sus 18 temporadas en la porter¨ªa del Athletic en un estadio que acaba de decir adi¨®s a 100 a?os de grandes historias, partidos inolvidables y jugadores de leyenda
En el viejo San Mam¨¦s, una de las porter¨ªas lindaba con la Santa Casa de Misericordia y la otra con el antiguo convento de los Capuchinos, algo obvio en un campo con nombre de santo y al que se hab¨ªa apodado ¡ªno se sabe por qui¨¦n¡ª La Catedral. Desde que en 1913 se construy¨® San Mam¨¦s con un presupuesto inicial de 50.000 pesetas (luego se convirtieron en casi 90.000 porque los desv¨ªos no son un asunto moderno), el Athletic, por norma y si el sorteo de campos no lo imped¨ªa, atacaba primero en la porter¨ªa de Capuchinos y dejaba la de la Misericordia para la segunda mitad. Se dice que lo hac¨ªa porque hab¨ªa un desnivel entre ambos campos que le permit¨ªa jugar la segunda mitad cuesta abajo. Aunque no hay estad¨ªsticas fiables, el Athletic ha marcado m¨¢s goles en la Misericordia que en la del viejo convento de los padres Capuchinos. Sin embargo, la teor¨ªa m¨¢s fiable es que el Athletic acced¨ªa al campo por el vestuario que daba a la Misericordia (con el ritual de los balones que preced¨ªan la salida de los gladiadores y el grito del grader¨ªo) y por lo tanto se quedaba en el terreno que le correspond¨ªa, y la costumbre se hizo historia.
Para m¨ª era el reto de un chico de pueblo que se ve en el teatro de sus sue?os¡±
Pero en esa porter¨ªa de la Santa Casa de Misericordia debut¨® en San Mam¨¦s en 1963 un tal Jos¨¦ ?ngel Iribar, casi reci¨¦n llegado de Zarautz, y que defendi¨® esa porter¨ªa, y la de la otra punta, durante 18 temporadas solo interrumpidas por las fiebres tifoideas y por la rodilla que le dirigi¨® a la puerta de salida en 1979.
¡°Primero el calentamiento en el vestuario... Luego la salida al campo y enfrente el Real Madrid... Casi nada... con Amancio, con Puskas. Aquel d¨ªa no jug¨® Gento, que deb¨ªa de estar lesionado, y su lugar lo ocup¨® Manol¨ªn Bueno, que acab¨® siendo el protagonista porque nos pitaron un penalti por derribo de Orue que hab¨ªa sido fuera del ¨¢rea y se arm¨® un esc¨¢ndalo monumental. El penalti lo transform¨® Puskas. As¨ª debut¨¦ yo en San Mam¨¦s, contra el Madrid, con un penalti injusto, un gol de Puskas, un esc¨¢ndalo impresionante y una derrota en el partido m¨¢s importante de cada a?o. Realmente, hab¨ªa debutado en M¨¢laga con el Athletic siete meses antes por lesi¨®n de Carmelo, que hab¨ªa sufrido una conmoci¨®n cerebral a ra¨ªz de golpearse contra el poste tras una parada espectacular. Fue una cuesti¨®n circunstancial y desgraciada porque a nadie le gusta debutar as¨ª, con el sobresalto de un compa?ero, y maestro, herido¡±. Antes, cuando lleg¨® al vestuario, pag¨® la novatada de los pulpos en el garaje: ¡°Colgu¨¦ mi ropa en una percha sin mirar nada y resulta que era la de Eneko Arieta [Arieta I]. La bronca fue importante, porque la caseta era sagrada¡±.
Cuando Iribar salt¨® a San Mam¨¦s por la bocana del vestuario hacia la porter¨ªa de la Misericordia, el 21 de abril de 1963, nadie se imaginaba que aquel larguirucho, vestido de negro, con aire de ara?a y envergadura de alcatraz, no se iba a ir de all¨ª en 18 a?os consecutivos. Era el uno, pero el 3 le hab¨ªa marcado. En 1913 se hab¨ªa inaugurado San Mam¨¦s. ?l hab¨ªa nacido en 1943 y debutaba en 1963. Cuando Iribar salt¨® al c¨¦sped de San Mam¨¦s, estaba a punto de cumplir 20 a?os, pero San Mam¨¦s ya hab¨ªa cumplido 50 y hab¨ªa visto desfilar por sus porter¨ªas a porteros como Arana, Acha, Prado, Asuero, Astorquia, hasta que lleg¨® Cecilio Ibarreche, el primer portero de San Mam¨¦s, al que luego sucedieron Am¨¦zaga, Rivero, Amann o Vidal (otro titular indiscutible). Incluso un tipo desconocido como Aniceto Alonso Rouco, alias Toraply, jug¨® alg¨²n partido del campeonato regional. Nunca el Athletic, que tuvo en sus comienzos futbolistas ingleses en sus filas, ense?ando el f¨²tbol, tuvo un portero ingl¨¦s. Y luego llegaron los interminables: Blasco, Lezama y Carmelo, ninguno con menos de 10 temporadas en el Athletic.
El almanaque hist¨®rico de La Catedral
21 de agosto de 1913: Inauguraci¨®n oficial de San Mam¨¦s con un triangular entre Athletic, Racing de Ir¨²n y Shepperd's Busch. Pichichi marca el primer gol. El aforo inicial era de 3.500 espectadores.
9 de octubre de 1921: Se disputa el primer partido en Espa?a de la selecci¨®n, que derrot¨® a B¨¦lgica 2-1.
12 de febrero de 1929: Primer partido de Liga en San Mam¨¦s. El Athletic golea al Espanyol 9-0.
8 de febrero de 1931: El Barcelona pierde 12-1, la mayor goleada de la historia de la Liga (con siete goles de Bata).
2 de marzo de 1935: El Athletic consigue ante la Real Sociedad la mayor goleada en un derbi (7-0).
6 de octubre de 1940: Debuta Telmo Zarra en San Mam¨¦s, ante el Zaragoza.
2 de abril de 1944: El Athletic derrota a la Real Sociedad (3-0), mantiene la categor¨ªa y env¨ªa a Segunda a los donostiarras.
Temporada 1950-51: Se crea el arco de San Mam¨¦s (10 millones de pesetas) como soluci¨®n a las columnas de la tribuna que dificultaban la visi¨®n.
16 de enero de 1957: 36.000 espectadores, que abarrotan un San Mam¨¦s cubierto de un manto blanco de nieve y pintado con l¨ªneas rojas, asisten al hist¨®rico Athletic, 5; Manchester United, 3, en la ida de cuartos de la Copa de Europa.
1959: El Athletic se enfrenta al Chelsea en el homenaje a Mr. Pentland y derrota a los ingleses por 1-0. Pentland fue el entrenador que m¨¢s t¨ªtulos consigui¨® con el Athletic: 2 Ligas y 4 Copas consecutivas a principios de los a?os 30.
1961: Se construye la nueva Tribuna de la Misericordia, conocida como la Tribuna Garay, ya que se reform¨® con el importe de su traspaso al Bar?a (5,5 millones de pesetas).
31 de mayo de 1967: ?ltimo partido de la selecci¨®n espa?ola en San Mam¨¦s (Espa?a, 2; B¨¦lgica, 0).
18 de mayo de 1977: Partido de vuelta de la final de la UEFA. El Athletic vence 2-1 al Juventus pero pierde el t¨ªtulo por el 1-0 de la ida.
1980-81: se remodela San Mam¨¦s ampliando su aforo a 46.000 espectadores para ser sede del Mundial de 1982, en el que acogi¨® tres partidos.
1983-84: El Athletic vence a la Real (2-1) en el ¨²ltimo partido y gana su segunda Liga seguida.
2012: El Athletic elimina consecutivamente en San Mam¨¦s a Manchester United, Schalke y Sporting de Lisboa, para alcanzar la final de la Liga Europa.
26 de mayo de 2013: Athletic y Levante (37? jornada de Liga) disputan el ¨²ltimo partido oficial en San Mam¨¦s. El resultado es de 0-1.
Iribar era el siguiente, el muchacho de Zarautz que sustitu¨ªa nada menos que a Carmelo. ¡°Pero antes ya hab¨ªa jugado en San Mam¨¦s, en una especie de premonici¨®n de lo que ven¨ªa despu¨¦s. Estaba en el Baskonia en Segunda Divisi¨®n y nos enfrent¨¢bamos al Indautxu. Como ambos ¨¦ramos clubes convenidos del Athletic, nos pusieron como teloneros de un Athletic-Celta. As¨ª que debut¨¦ en San Mam¨¦s, como visitante, en la porter¨ªa de Capuchinos, como correspond¨ªa al que visitaba, y no lo hicimos nada mal, ganamos 0-2. Fue el gran reto de un chico de pueblo que de pronto se ve en San Mam¨¦s, el teatro de sus sue?os, present¨¢ndose en sociedad¡±.
Aquel d¨ªa, medio siglo despu¨¦s de que San Mam¨¦s abriera sus puertas con 3.500 localidades (3.000 sentados) que fueron progresivamente increment¨¢ndose hasta la remodelaci¨®n de 1982 con motivo del Mundial de Espa?a, Iribar despert¨® del sue?o de una noche, de muchas noches, de Zarautz. ¡°Aquel partido del Baskonia me dej¨® marcado. El lunes me invit¨® a comer el presidente de mi equipo con el presidente del Indautxu, Jaime Olaso, que era muy futbolero. Y yo me sent¨ªa como un pulpo en un garaje. ¡®?Pero t¨² de d¨®nde has salido?¡¯, me dec¨ªa Olaso. ¡®Pues ya ve, yo all¨ª, en mi pueblo¡¯, acertaba a contestarle. ¡®?Pero nadie se hab¨ªa fijado en ti?¡¯. Y cosas as¨ª. Yo estaba alucinando¡±.
No era para menos. Para entonces, el Athletic acumulaba seis Ligas y 21 campeonatos de Copa, era el cl¨¢sico m¨¢s cl¨¢sico de Espa?a, los tiempos en los que Piru Gainza se desped¨ªa del caudillo con su famoso ¡°Hasta el a?o que viene¡±, cuando levantaba la Copa con un h¨¢lito de costumbre, y Zarra marcaba goles como churros en balones que casi siempre llegaban de los costados, y Panizo jugaba como los argentinos. ¡°Cada vez que nombraban y me nombran San Mam¨¦s siempre me vienen a la cabeza tres ideas a la vez: grandes futbolistas, un gran equipo y grandes partidos. Eso era San Mam¨¦s para m¨ª, que segu¨ªa la actualidad por la radio y por los peri¨®dicos, y sab¨ªa de las andanzas de aquellos grandes jugadores¡±. Pero hubo algo m¨¢s que le impresion¨®. El arco de San Mam¨¦s. ¡°Yo no hab¨ªa estado en La Catedral hasta que fui a jugar con el Baskonia. Y no es lo mismo saber del arco que ver el arco. Hasta que no lo ves no te das cuenta de lo que realmente simboliza¡±.
Iribar, despu¨¦s de esa premonici¨®n de San Mam¨¦s, lleg¨® al Athletic a aprender ¡°un a?o a la sombra de Carmelo¡±: ¡°Me vino muy bien. Carmelo era un portento y no te dejaba ni sustituirle en los entrenamientos en las tandas de tiros libres¡±. Y lleg¨® el d¨ªa, un 23 de setiembre, en M¨¢laga, de la peor manera posible. ¡°Carmelo hizo una parada fant¨¢stica, en un bal¨®n cruzado, pero se dio contra el poste y sufri¨® una conmoci¨®n cerebral. Me toc¨® debutar. Carmelo se recuper¨® despu¨¦s y sigui¨® jugando hasta que ?ngel Zubieta, siete meses despu¨¦s, me puso de titular contra el Betis en el Villamar¨ªn y por fin debut¨¦ en San Mam¨¦s contra el Madrid¡±.
Ese d¨ªa empez¨® una historia que dur¨® 18 a?os, porque Iribar nunca tuvo la tentaci¨®n de abandonar el Athletic ¡°a pesar de algunos cantos de sirena de este o aquel equipo que se fueron produciendo¡±. Pero nunca lo pens¨®, menos a¨²n desde aquel 30 de mayo de 1966. Era la final de la Copa contra el Zaragoza, que se adelant¨® con dos goles. Pero luego la figura de Iribar se engrandeci¨® con paradas inveros¨ªmiles. Y el p¨²blico estren¨® un c¨¢ntico m¨ªtico: ¡°?Iribar, Iribar, Iribar es cojonudo, como Iribar no hay ninguno!¡±, cant¨® el p¨²blico, que lo sac¨® a hombros del campo y le impuso la simb¨®lica txapela del ¨¦xito. ¡°?Pero qu¨¦ pasa, si hemos perdido, qu¨¦ pasa!¡¯, pensaba yo. Ese d¨ªa reconozco que el p¨²blico me gan¨® para siempre. Ese d¨ªa supe que jam¨¢s dejar¨ªa el Athletic. Fue como un contrato de por vida por mi parte¡±.
Hasta que no ve¨ªas el arco no te dabas cuenta de lo que realmente simboliza¡±
Tanto creci¨® el mito de Iribar que en cierto modo se le perdon¨® todo. ¡°Hasta le chillaron al pobre Txutxi [Aranguren] cuando en aquel partido contra el Real Madrid me cedi¨® el bal¨®n y se me col¨® entre las piernas. ?Le chillaban a ¨¦l, cuando la culpa hab¨ªa sido m¨ªa! Fue una cesi¨®n muy larga, es cierto. El campo ten¨ªa barrillo y se me col¨®. Pero es que el p¨²blico en San Mam¨¦s, entonces, prohib¨ªa las cesiones al portero, las ve¨ªa mal. El p¨²blico siempre quer¨ªa que el futbolista y el bal¨®n fuesen hacia adelante¡±.
Tanto le perdonaron siempre, lo poco que hizo mal, que hasta le amnistiaron el penalti fallado en la final de Copa contra el Betis en el Manzanares en 1977, cuando Esnaola le detuvo el ¨²ltimo lanzamiento. ¡°Intent¨¦ emular a Dani e hice una paradinha... que me la vieron desde fuera del campo. Pero fue m¨¢s dura la final de la UEFA contra el Juventus ese a?o. Hasta entonces en la Copa te consolabas pensando en que volver¨ªas a jugar otra (el esp¨ªritu de Gainza), pero una final europea era otra cosa, antes y ahora¡±. Para varias generaciones de rojiblancos, los dos partidos m¨ªticos de San Mam¨¦s fueron el de la nieve contra el Manchester (5-3; en 1957) y el de la final contra la Juve del 77, cuando se disputaba a ida y vuelta. El Athletic hab¨ªa perdido 1-0 en Italia y al poco de comenzar la vuelta marc¨® Bettega. Para entonces ya contaba el valor doble de los goles en campo contrario en caso de empate. Y el Athletic gan¨® 2-1, pero fue insuficiente. ¡°Dino Zoff, que era el portero de aquel equipo, me dec¨ªa a?os despu¨¦s que no encontraban la forma de parar aquel torbellino del Athletic... Pero tambi¨¦n hubo momentos de felicidad. ¡°El d¨ªa m¨¢s feliz para m¨ª¡±, recuerda Iribar, ¡°fue cuando vencimos 5-0 al Real Madrid, con tres goles de Zubiaga [1970]. Para nosotros y para la afici¨®n, era el partido m¨¢s importante del a?o¡±.
El d¨ªa m¨¢s feliz fue un 5-0 al Real Madrid. Era el partido m¨¢s importante del a?o¡±
Eran tiempos en que los porteros jugaban sin guantes. Al menos Iribar jugaba sin guantes. ¡°Luego los us¨¦ cuando hab¨ªa mucha agua. Eran guantes corrientes, de lana, aunque los alemanes ya hab¨ªan empezado a sacar guantes modernos de portero, en el a?o 1978. En los viajes internacionales, el rato que nos dejaban para dar un paseo, lo aprovechaba para ir a una tienda de deportes a ver material, sobre todo guantes. Compr¨¦ unos que no me costaron mucho, se los hab¨ªa visto a Gordon Banks, eran verdes y muy pegados, parec¨ªan de nailon. ¡®Tengo que encontrar esos guantes¡¯, me dije cuando los vi, y los encontr¨¦¡±.
Cuando me cantaron ¡®?Iribar es cojonudo!¡¯ supe que jam¨¢s dejar¨ªa el Athletic¡±
Todo se acab¨® un 12 del 12 de 1979, cuando se puso por ¨²ltima vez bajo los palos. Fue contra el Getxo, un equipo filial del Athletic en segunda eliminatoria previa de Copa del Rey. Gan¨® el Athletic 7-1. Pero el hombre m¨¢s feliz fue Lequerica, delantero del Getxo que tuvo el honor de hacer el ¨²ltimo gol al Chopo, el 4-1, en la porter¨ªa de la Misericordia, donde todo hab¨ªa comenzado 18 a?os antes. En septiembre del a?o pasado, San Mam¨¦s volvi¨® a homenajear a Iribar con motivo del 50 aniversario de su debut y la m¨²sica fue la misma: ¡°?Iribar, Iribar, Iribar es cojonudo...!¡±. M¨²sica que se repiti¨® el pasado mi¨¦rcoles cuando por sorpresa volvi¨® a situarse bajo los palos en la despedida de La Catedral. Fue as¨ª el ¨²ltimo portero del Athletic que pis¨® San Mam¨¦s. ?l hac¨ªa tiempo que hab¨ªa firmado el contrato de por vida.
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