Una remontada que vale una final

Miki Oca las mir¨® a los ojos y les dijo que son muy buenas. Ellas, las chicas del waterpolo espa?ol, llevan tiempo crey¨¦ndose todo lo que les dice su entrenador, que no habla por hablar. Sabe que son muy buenas. Tan buenas que ma?ana jugar¨¢n la final del Mundial, contra Australia, porque fueron capaces de remontar tres goles en contra en un ¨¦pico final del partido. Se dejaron la vida en la pileta ol¨ªmpica de Montju?c buscando un sue?o y lo consiguieron. Lucharon como lo que son, como guerreras, y se ganaron la gloria. Merecido lo tienen, porque jugar, jugaron mucho y bien ante un equipazo.

Los primeros ocho minutos fueron un festival que termin¨® en empate, (5-5). Un intercambio de golpes brutal, en la repetici¨®n de la semifinal de los pasados Juegos. Anni Espar, a la que se esperaba, sac¨® el brazo y marc¨® tres goles liderando el ataque espa?ol. Pe?a y Pareja firmaron los otros dos, pero Hungr¨ªa no se arrug¨®, demostrando todo su potencial. Marcaron cinco y cada gol llev¨® un nombre. Parec¨ªa imposible mantener un toma y daca parecido en el segundo cuarto, pero as¨ª fue hasta el final. El partido, la final, se jugaba en un mal pase. No era d¨ªa para cometer un error porque en cada fallo se escapaba el oro. Las h¨²ngaras sacaron el manual de la perrer¨ªa y tiraron de talento, pero Espa?a siempre tuvo respuesta. La noche promet¨ªa ser tan larga como el sprint en el que Tarrag¨® firm¨® el 7-6. Y lo fue. Las h¨²ngaras, una m¨¢quina de potencia y talento, contestaron siempre a las espa?olas, arropadas por una pileta entregada al sue?o medallista de las que hace solo cuatro a?os fueron und¨¦cimas en el ¨²ltimo Mundial. Y Hungr¨ªa no perdonaba. Lleg¨® con ventaja al final, al tramo decisivo, que empez¨® con otro sprint ganado por Pareja.

Era cuesti¨®n de morder en defensa y no perdonar en ataque, y la receta serv¨ªa para las del gorro azul, las h¨²ngaras, y las de blanco, las guerreras espa?olas, que no giraron la cara ni cuando el partido se escapaba. Las centroeuropeas llevaron el marcador al 12-9 pero nunca pareci¨® perdido el partido para Espa?a.

En un alarde de casta, genio y cabeza, las de Oca le dieron la vuelta al marcador. De perdidas, al r¨ªo; Espa?a se aferr¨® a Garc¨ªa, la boya, que tir¨® del grupo con un gol y un penalti cuando m¨¢s se necesit¨®. Tarrag¨® fall¨® el chut en un tercer periodo que se cerr¨® con otro gol de Espar. En ocho minutos, Espa?a y Hungr¨ªa se jugaban el sue?o del oro en Montju?c. Y Espa?a, aferrada al brazo de la madrile?a L¨®pez, logr¨® dos goles. Ester parec¨ªa tener seis brazos entre los tres palos y la doble campeona mundial, en un final de infarto, se estrell¨® ante la defensa espa?ola. Espera Australia, que elimin¨® a Rusia al ganar la otra semifinal (9-6). La gloria de la final es de las guerreras. Oca lo avis¨®: son muy buenas. Ayer volvieron a demostrarlo.