Ni Bolt e Isinbayeva enganchan
El estadio Luzniki de Mosc¨² no se acerca al lleno ni en los d¨ªas se?alados del campeonato
Una imponente estatua de Lenin recibe a los aficionados que llegan al estadio Luzniki de Mosc¨². Como la sesi¨®n de tarde, la de las finales, no ha empezado a¨²n algunos de ellos se han acercado a ver la modesta zona comercial: un pu?ado de carpas de los patrocinadores, un par de atracciones modestas ¡ªse pueden correr unos metros sobre un tart¨¢n y hacerse una foto frente al cron¨®metro parado en los 9,58s m¨¢gicos de Bolt o ver el list¨®n a los 2,45m que salt¨® Sotomayor hace 20 a?os¡ª y un diminuto puesto con productos oficiales en el que ni siquiera se puede encontrar al simp¨¢tico gorri¨®n que hace de mascota de los Mundiales. No son muchos los clientes. Muchos menos que los turistas que unas horas antes paseaban por la Plaza Roja.
La imagen es un poco forzada porque ning¨²n evento deportivo puede competir con uno de los iconos tur¨ªsticos de la ciudad, pero, a falta de datos oficiales, sirve para ilustrar la sensaci¨®n que se vive desde el s¨¢bado, desde el primer d¨ªa de competici¨®n. Que estos Mundiales no interesan mucho a los moscovitas y es triste si se compara con la marea feliz y numerosa que celebr¨® el atletismo ol¨ªmpico en Londres hace exactamente un a?o.
Las entradas diarias van de los 2,30 euros en la zona con menor visibilidad a los 114 de la sesi¨®n de clausura
Pero la imagen m¨¢s potente, la m¨¢s demoledora, son las gradas del Luzniki semivac¨ªas en todas las sesiones, y ya van seis. Ni siquiera Usain Bolt, el gran Bolt, el ¨²nico atleta que hace rugir todos los estadios que pisa y, m¨¢s importante, levanta pasiones m¨¢s all¨¢ de su deporte, logr¨® llenar el estadio, que tiene capacidad para casi 80.000 espectadores el domingo, aunque esa fue la jornada en que menos claros se advert¨ªan en las tribunas. Para mayor sonrojo de los organizadores, la misma tarde hac¨ªa su estreno Isinbayeva, el gran ¨ªdolo local.
La noche anterior fue a¨²n m¨¢s penosa. Cuando el presidente de Rusia, Vladimir Putin, inaugur¨® los campeonatos, antes de que estallaran los fuegos artificiales, el rojo, amarillo, y naranja chillones de los asientos era m¨¢s visible.
Lo que est¨¢ claro es que los organizadores no han recurrido a espectadores artificiales para disimular ¡ª?se acuerdan de los militares en las primeras jornadas matinales de algunos deportes con poco tir¨®n en Londres 2012?¡ª, ni siquiera ante el presidente del pa¨ªs. Lo que s¨ª han hecho seg¨²n avanzan los d¨ªas es cubrir algunos de los sectores vac¨ªos en la parte alta del grader¨ªo con lonas con los colores del evento, tal vez para maquillarse ante las televisiones.
En la tarde de ayer, con la final del 100m femenino y la p¨¦rtiga masculina (que tanto gusta a los rusos), el aspecto era muy pobre. De los 36 sectores del estadio, solo dos, cada uno en una punta, estaban completos. Y ambos gracias a los ucranianos, que son los m¨¢s distinguibles porque van siempre en grupo y visten azules unos y amarillos otros, los colores de su bandera.
La organizaci¨®n cubre algunos de los sectores vac¨ªos en la parte alta del grader¨ªo con lonas con los colores del evento
Un abono para los nueve d¨ªas de competici¨®n con buena visibilidad cuesta unos 280 euros (algo m¨¢s de 12.000 rublos). Las entradas diarias tampoco son caras a ojos de un aficionado espa?ol. Van de los 100 rublos (2,30 euros) en la zona alta y con menor visibilidad, donde ayer hab¨ªa un pu?ado de espectadores, a los 5.000 (114 euros) de la sesi¨®n de clausura, el domingo, en el mejor sector, junto a la tribuna de autoridades. Ver a Bolt el s¨¢bado, en la final de 200m en el mismo sitio cuesta 3.000 rublos (68,5 euros). El salario medio de un moscovita es algo m¨¢s de 1.000 euros.
Algunos espectadores aluden a otras cuestiones que no son los precios. El estadio est¨¢ alejado del coraz¨®n de una ciudad de grandes atascos y, en general, los moscovitas madrugan mucho como para acudir a las ¨²ltimas finales del d¨ªa, fijadas a las diez de la noche.
Por el momento, el comit¨¦ organizador no ha dado explicaciones por el momento, ni siquiera la asistencia durante los dos primeros d¨ªas. Cuando se presentaron los Mundiales s¨ª hablaron de expectativas: atraer entre 40.000 y 50.000 espectadores cada d¨ªa.
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