El santo fue Casilla

Obvi¨® ofertas y se centr¨® en el objetivo de consolidarse en la meta del Espanyol. Es un portero en crecimiento, aplicado, felino y, ayer, decisivo. Kiko Casilla ejerci¨® de santo con una parada para el recuerdo, un desv¨ªo a remate de Cabral que vale un partido. Fue a diez minutos del final, un cabezazo a bocajarro que se envenen¨® con un bote ante el guardameta. La respuesta fue felina, definitiva para que el Espanyol sacara tajada de un partido que se le complic¨® y que empat¨® sin m¨¢s alardes que el de su portero. Y no fue poco.

Procedencia obliga y al menos mientras da sus primeros pasos como t¨¦cnico a Luis Enrique se le mide con la vara de Can Bar?a, se intenta atisbar el ADN cul¨¦ en cada decisi¨®n o movimiento. Al menos en ¨¦sta puesta de largo con el Celta se atisbaron diferencias, no tanto en la salida de la pelota desde atr¨¢s, con los laterales adelantados y el mediocentro apoyando a los centrales, como en como se gestiona a partir de ese inicio: ataques r¨¢pidos, verticales. Esa prisa convirti¨® al Celta en m¨¢s punzante que paciente, pero sin acierto para encontrar la meta. No acos¨® a Casilla por m¨¢s que Charles mejorara cada bal¨®n que le lleg¨® y operara de efectivo p¨ªvot entre los centrales del Espanyol.

Vivi¨® c¨®modo el equipo que prepara Javier Aguirre, pero le falt¨® vuelo en su respuesta inicial. Por ah¨ª andaba Pizzi, un agitador, uno de esos futbolistas que se salen del molde, ideal para dar continuidad a la conexi¨®n que un¨ªa hasta hace unos meses a Sergio Garc¨ªa con Verd¨². El mediapunta de Bragan?a se movi¨® entre l¨ªneas, cay¨® a los flancos, baj¨® hasta la medular, pero dio la sensaci¨®n de que a¨²n no tiene los galones. Quiz¨¢s le falt¨® un poco m¨¢s el bal¨®n en los pies, sin¨®nimo de dinamismo y codicia para su equipo. As¨ª, las carencias se impusieron a las fortalezas y el partido decay¨® hasta la nader¨ªa, cumpliment¨® 37 largos minutos iniciales sin una ocasi¨®n de gol.

Pero el descontrol anunciaba mambo porque los bailarines ten¨ªan espacios para mostrarse. Basta un movimiento de tobillo para detectar a un virtuoso. Por ejemplo a Krohn-Dehli, que lleg¨® al Celta como incisivo extremo y acabar¨¢ jugando por dentro en un tr¨¢nsito similar al que en su d¨ªa hizo su compatriota Laudrup. Igual tambi¨¦n es cuesti¨®n de ADN porque ayer el virtuoso dan¨¦s que deslumbr¨® en los noventa se apareci¨® en Bala¨ªdos con dos asistencias maravillosas. La primera, en el tramo final de la primera parte, recre¨® aquellas suaves vaselinas acucharadas para habilitar a ?lex L¨®pez, que defini¨® bien para adelantar al Celta. La segunda, nada m¨¢s regresar del descanso, puso el bal¨®n en la testa de Charles, que no estuvo menos inspirado en la definici¨®n.

La ventaja del Celta pareci¨® demasiada para lo que se hab¨ªa visto en esos tres cuartos de hora largos, pero irreprochable a la luz de los dos golazos que fabric¨®. Sendas maravillas que dejaron al Espanyol fuera del partido. Logr¨® entrar de nuevo en ¨¦l sin mayor gasto y de manera casi inmediata, sin tanta belleza como la generada por Kronh-Dehli, pero con la efectividad de un preciso lanzamiento de V¨ªctor S¨¢nchez, que desde casi treinta metros coloc¨® en la red un rechace tras caracoleo en solitario de su compa?ero Sergio Garc¨ªa. Pareci¨® crecer entonces el Espanyol, pero maniobr¨® Luis Enrique, retir¨® al espeso Nolito y pidi¨® la pelota con Rafinha. Se evidenci¨® entonces que el Espanyol era menos que el Celta, pero sobre todo que el hijo de Mazinho, que alentaba desde el palco, tiene ¨¢ngel. Partiendo desde la banda derecha se convirti¨® en un cuerpo libre entre la zaga oponente, le dio un segundo aire a su equipo cuando m¨¢s lo precisaba. Ah¨ª empez¨® a responder Casilla en el Espanyol, que aguard¨® su momento y explot¨® la anunciada fragilidad defensiva de los centrales del Celta buscando la velocidad de Thievy, que primero avis¨® y luego marc¨®. Rest¨® entonces la respuesta de Casilla para sellar el empate y una ulterior respuesta de Colotto que casi se lleva los puntos a Barcelona.