Ancelotti no despeja el pasado
La suplencia de Casillas asombra a un vestuario proclive a partir de cero tras la era Mou
El vestuario del Madrid es un grupo heterog¨¦neo. No es ni un monolito de amigos ni tampoco una banda de individualistas. Pero en una cosa coincidi¨® la mayor¨ªa el domingo por la noche: la suplencia de Iker Casillas contra el Betis no tuvo una l¨®gica deportiva. Nadie esperaba, despu¨¦s de verles entrenarse durante toda la pretemporada, que Diego L¨®pez se hiciera con el primer puesto en detrimento del capit¨¢n. Eso fue lo que decidi¨® Ancelotti, que no argument¨® su elecci¨®n p¨²blicamente y se limit¨® a decir que ponder¨® ¡°detalles¡± y que, en cualquier caso, ser¨ªa ¡°dif¨ªcil de explicar¡±.
Carlo Ancelotti, el nuevo entrenador, no sucedi¨® a Mourinho en el cargo de m¨¢nager, cuyas funciones ahora ejerce, de alg¨²n modo, el propio presidente. Ancelotti tampoco vivi¨® los turbulentos acontecimientos de la temporada pasada.
Tal vez por eso los futbolistas creyeron que comenzar¨ªa de cero a la hora de afrontar el m¨¢s simb¨®lico de los conflictos heredados. Puesto a resolver el problema, sin embargo, ni lo dio por concluido ni fundament¨® su decisi¨®n con la profundidad que merece la suplencia del hombre al que la FIFA y la UEFA califican como al mejor portero del mundo. El t¨¦cnico dej¨® el enredo como estaba y prolong¨® el enigma a la siguiente jornada de Liga, el lunes 26 cuando se enfrente al Granada. Ahora no es la opini¨®n p¨²blica lo que est¨¢ en juego sino la propia credibilidad de Ancelotti ante la plantilla. Los jugadores observan que lo m¨¢s sencillo ser¨ªa enterrar el pasado, salvo que el italiano ofrezca explicaciones convincentes desde un ¨¢ngulo deportivo.
El curso de la pretemporada hizo creer a la plantilla que el capit¨¢n ser¨ªa titular
El pasado es Jos¨¦ Mourinho, que protagoniz¨® el final de ciclo m¨¢s autodestructivo en la historia del Madrid a pesar de gozar de la mayor consideraci¨®n presidencial. Despu¨¦s de perder la final de Copa ante el Atl¨¦tico, el pasado 17 de mayo en el Bernab¨¦u, el m¨¢nager se reuni¨® con Florentino P¨¦rez para resolver el contrato que les un¨ªa hasta 2016. Con la firma del finiquito el portugu¨¦s regal¨® al presidente un ¨²ltimo diagn¨®stico. Si quer¨ªa que su equipo triunfara, le recomend¨®, deb¨ªa eliminar a quien ¨¦l llamaba las ¡°ovejas negras¡±, comenzando por el capit¨¢n. Casillas era, en opini¨®n del t¨¦cnico, la principal causa del deterioro de sus relaciones con la plantilla. El portero llevaba cuatro meses sin jugar, pero el m¨¢nager le describi¨® como un conspirador cuyas maniobras entre los jugadores desencadenaron el fracaso en Liga, la eliminaci¨®n en Champions y la derrota en Copa.
La relaci¨®n entre Casillas y Florentino P¨¦rez nunca fue demasiado buena. Casillas ya hab¨ªa levantado una Copa de Europa cuando el mandatario gan¨® sus primeras elecciones, en el verano de 2000. Desde entonces, se desencontraron m¨¢s veces de las que coincidieron. La etiqueta y el protocolo entre ambos, eso s¨ª, se mantuvieron de forma m¨¢s o menos continuada. Casillas siempre tuvo una idea muy institucional de su capitan¨ªa y se sinti¨® obligado a establecer con P¨¦rez un contacto casi permanente. Otra cosa es la confianza personal. Si quedaba algo de confianza entre ambos, se extingui¨® en el curso de la temporada 2012-2013.
Esa concepci¨®n solemne de su capitan¨ªa hizo que Casillas se mordiera la lengua mientras Mourinho y sus ¨®rganos de propaganda afines desataron sobre ¨¦l y la plantilla una lluvia de acusaciones que, finalmente, cal¨® en parte de la hinchada y en el propio P¨¦rez. El portero llev¨® la discreci¨®n hasta el extremo de negarse el derecho a defenderse a s¨ª mismo y a sus compa?eros. Sus asesores de imagen ¡ªalguno muy unido al presidente¡ª creyeron que as¨ª se preservaba mejor. No son pocos los compa?eros que aseguran, sin embargo, que de este modo lo que hizo Casillas fue incumplir su deber como l¨ªder, hacer pol¨ªtica donde no deb¨ªa, y convertirse a ¨¦l mismo y a sus compa?eros en un blanco f¨¢cil, susceptible de un sacrificio sin gasto.
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