Un pichichi inesperado

Despu¨¦s de no cuajar en el primer equipo del Sevilla, de fichar por el Barcelona B y de ser cedido desde all¨ª al Sheffield Wednesday y al Zaragoza, Rodri (23 a?os) parece haber encontrado en esta Liga el punto de inflexi¨®n que lleva tiempo buscando. No gan¨® el Almer¨ªa, pero ha aparentado en estos dos primeros partidos de Liga que tiene registros para producir juego ofensivo. Con el que le hizo al Getafe, Rodri suma ya tres tantos en dos jornadas, el mejor goleador por el momento, favorecido su instinto por lo bien que mezcla con Suso. Fue este el que le ley¨® bien un desmarque a la espalda de la defensa del Getafe, muy vulnerable toda la noche con ese tipo de jugadas. No perdon¨® Rodri, que cruz¨® la pelota ante la salida de Moy¨¢.

Suso, cedido por el Liverpool, tambi¨¦n est¨¢ en modo emergente, desde una visi¨®n de juego extraordinaria y una tremenda habilidad para el pase interior. A los dos los secunda un equipo bien armado y descarado en el que veterano Soriano le ofrece lo que demanda cada momento del juego. Lo mismo baja a ayudar en la salida de bal¨®n a dos mediocentros de buen manejo como Verza y T¨¦bar, pero novatos en la categor¨ªa, que descarga el juego de espaldas o que aparece por el ¨¢rea para marcar, como hizo en el segundo tanto al cazar un rechace.

Formula el Almer¨ªa una apuesta atrevida guiada por su t¨¦cnico Francisco, tan joven como descarado en sus planteamientos. Durante muchos minutos su victoria no parec¨ªa peligrar. Pese a que Lafita hab¨ªa igualado al minuto el tanto de Rodri, el Getafe se vio muy superado y endeble hasta el ¨²ltimo tercio del partido. Quiso empujar desde la acci¨®n individual y hasta que sus futbolistas m¨¢s habilidosos no corrigieron ese individualismo no pudo agobiar al Almer¨ªa. La hinchada azulona, irritada por lo que ve¨ªa, carg¨® contra Luis Garc¨ªa, al que protest¨® el cambio de Sarabia, su futbolista m¨¢s activo. Fue Lafita el que arranc¨® el penalti a Rafita, que pic¨® en la carrera y le derrib¨® con una obstrucci¨®n de juvenil. Lo tuvo que ejecutar por dos veces Diego Castro para empatar un partido que fue m¨¢s propiedad del descaro y las ideas claras en ataque del Almer¨ªa.