Vela, hasta con la derecha

La Real mantiene las constantes vitales del pasado ejercicio ¡ªla paciencia en la elaboraci¨®n y el buen gusto¡ª, aunque menos afilado por su desgaste en la previa de la Liga de Campeones. Arrasate reserv¨® a Xabi Prieto y a Zurutuza, pero hubo de recurrir a ellos para salvar al menos el empate en el Mart¨ªnez Valero. Entre ambos le dieron a Carlos Vela la compa?¨ªa que reclamaba. Porque el extremo mexicano fue el ¨²nico constante de su equipo. Mientras la Real dorm¨ªa en la primera parte, ¨¦l estaba de guardia. Y cuando despert¨® en la segunda ¡ªdesfondado el Elche tras su tit¨¢nico esfuerzo¡ª, recogi¨® los frutos de la mano de Xabi Prieto, autor del pase desde la l¨ªnea de fondo del extremo derecho, como en los viejos tiempos. A sus 24 a?os, Vela vive en pleno apogeo, pese a que sigue resisti¨¦ndose a jugar con M¨¦xico. Domina el cambio de ritmo, el pase y, desde hace unos meses, tambi¨¦n el gol. Aunque sea con la pierna derecha y en semifallo.

La grandeza del f¨²tbol espa?ol tambi¨¦n pasa por equipos como el Elche. Los antecedentes no le favorec¨ªan. Ven¨ªa de caer estrepitosamente en Vallecas en su vuelta a Primera 24 a?os despu¨¦s (3-0). Hab¨ªa ascendido sin brillo (el campe¨®n menos goleador en muchos a?os) y se hab¨ªa reforzado sin pretensiones. Mientras las olas le acariciaban las rodillas en una playa de El Puig (Valencia) este verano, su entrenador, Fran Escrib¨¢, se conformaba con poder pescar algunos descartes: Sapunaru, Bot¨ªa, Manu del Moral... De repente, el Mart¨ªnez Valero despidi¨® a sus jugadores al final de la primera parte puesto en pie, muy orgulloso de ellos. El Elche presion¨® muy arriba a la Real le abri¨® mucho el campo y le atiz¨® en las acciones a bal¨®n parado, donde cuenta con un se?or especialista: Edu Albacar.

El lateral izquierdo catal¨¢n, debutante en Primera a los 33 a?os, no ha desarrollado una larga trayectoria en la m¨¢xima categor¨ªa por cosas del destino. Ya fue el segundo m¨¢ximo goleador del equipo (8 tantos) y el segundo mejor asistente (nueve) la pasada campa?a. Le sobran virtudes. La mejor, su golpeo a la pelota paramandarla donde quiere: al primer palo, a pie cambiado desde el c¨®rner derecho, para el tanto ilicitano en el minuto 2. Fall¨® el defensa realista en el primer palo, despej¨® Bravo y Coro marc¨® a dos metros de la l¨ªnea de gol.

Sin un punta de referencia, Escrib¨¢ opt¨® por la movilidad de sus atacantes. A la cabeza, Carles Gil, un esteta del regate en distancias cortas, un latigazo cuando pisaba el pico del ¨¢rea derecha desde su condici¨®n de zurdo cerrado.

Emparedado entre los dos partidos ante el Lyon, la Real entr¨® fr¨ªa en el Mart¨ªnez Valero, sin la intensidad para contener el entusiasmo ilicitano. Solo Vela aceler¨® desde el primer instante, saltando chispas en su duelo con Edu Albacar. Arrasate exigi¨® m¨¢s ritmo tras el descanso y la Real fue ganando terreno. La entrada de Xabi Prieto por Rub¨¦n Pardo le ofreci¨® la precisi¨®n necesaria en el ¨²ltimo cuarto de campo. El capit¨¢n donostiarra avis¨® al dejar pasar un bal¨®n que arrastr¨® a dos defensas ilicitanos. Sin efecto por el disparo flojo posterior de Vela. Los mismos protagonistas cambiaron el guion poco despu¨¦s. El centro desde la l¨ªnea de fondo de Xabi Prieto lo remat¨® Vela con la derecha. Una pifia de remate que enga?¨® al portero Manu Herrera, haciendo justicia a la perseverancia del mexicano. La paciencia de la Real en el toque obtuvo su premio. La entrada de Zurutuza aument¨® su dominio del campo y del bal¨®n. Incluso Sangalli, el tercer refuerzo, mejor¨® la circulaci¨®n realista. El Elche, asfixiado, perdi¨® la presi¨®n y la tranquilidad para combinar. Solo Carles Gil mantuvo la frescura hasta el final. La Real levant¨® el pie en el ¨²ltimo tramo. Y los entrenadores ¡ªEscrib¨¢ y Arrasate¡ª se abrazaron y se desearon buena suerte. Parecieron darse por satisfechos.