Rafinha se exhibe, pero el Celta perdona
El Granada empata en su ¨²nica llegada al ¨¢rea tras padecer un monumental repaso
Muchos en Bala¨ªdos sintieron que el tiempo hab¨ªa retrocedido al ver evolucionar a un moreno con un trote que les resultaba familiar, con esa capacidad para temporizar, proteger la pelota y meter el cuerpo. Los genes no enga?an: Mazinho ha vuelto. Lo hace encarnado en dos j¨®venes, Thiago y Rafinha, que tienen el cielo futbol¨ªstico abierto porque a la espera de que lleguen al excepcional tope que alcanz¨® su padre, nada menos que a levantar la Copa del Mundo, a primera vista mejoran la raza. Del segundo, el m¨¢s novel, disfruta el Celta en un gozo que semeja mutuo.
Apegado a sus ra¨ªces, a su origen, Rafinha naci¨® en S?o Paulo, pero se cri¨® en Vigo, la ciudad en la que vive su madre, el entorno con el que la distancia no le hizo perder el v¨ªnculo. Por eso, cuando festej¨® el gol arrodillado sobre el c¨¦sped por el que retozaba de ni?o, cuando abri¨® los brazos como queriendo abrazar Bala¨ªdos, fue como si muchos de los presentes se hubieran quitado dos d¨¦cadas de encima, un subid¨®n de Gerovital, un gui?o a las mejores p¨¢ginas de la historia del Celta y un premio a un esfuerzo que entroncaba con aquella maravilla de finales de los noventa.
CELTA, 1 - GRANADA, 1
Celta: Yoel; Hugo Mallo, David Costas, Aurtenetxe, Toni; Font¨¢s; Augusto (Madinda, m. 86), Rafinha (Krohn-Dehli, m. 64), ?lex L¨®pez, Nolito (David Rodr¨ªguez, m. 81); y Charles. No utilizados: Sergio; Cabral, Bellvis y Javi Rey.
Granada: Roberto; Nyom, Diakhat¨¦, Mainz, Angulo; Iturra, Fran Rico; Brahimi (?lvaro, m. 71), Piti (Yebda, m. 74), Dani Ben¨ªtez (Buonanotte, m. 55); y Riki. No utilizados: Karnezis; Murillo, Fatau y El Arabi.
Goles: 1-0. M. 28. Rafinha marca a puerta vac¨ªa tras una jugada colectiva. 1-1. M. 62. Piti bate a Yoel con un remate cruzado.
?rbitro: Mart¨ªnez Munuera. Mostr¨® tarjeta amarilla a Font¨¢s, Fran Rico y Dani Ben¨ªtez.
29.457 espectadores en el estadio de Bala¨ªdos.
Marc¨® Rafinha e hizo justicia al f¨²tbol de su equipo, perfectamente acoplado, atinado para presionar y recuperar la pelota lejos de su ¨¢rea, vertiginoso en la respuesta, acertado en la combinaci¨®n y con un ritmo muy superior al que se puede aguardar la ¨²ltima tarde del mes de agosto. Le falt¨® un punto de concreci¨®n al Celta, pero lleg¨® Rafinha para repararlo. Titular tras salir los dos primeros partidos desde el banquillo, pronto mostr¨® que comienza a afinarse. Suyos fueron los primeros intentos, dos disparos lejanos. Comenz¨® r¨¢pido a asociarse, a ser la gasolina para un grupo que no pod¨ªa disponer por sanci¨®n de Borja Oubi?a, su gran faro en el mediocentro. Ah¨ª evolucion¨® sin mayores alardes el reconvertido Font¨¢s, pero el Celta se benefici¨® del monumental despliegue de sus interiores. Rafinha y ?lex L¨®pez abarcan mucho campo, tocan y llegan, son punzantes y restan. Necesitan la pelota para sentirse bien y da la impresi¨®n de que Luis Enrique les ofrece las herramientas necesarias. Con ellos, con Nolito, que siempre pidi¨® y encar¨®, con un magn¨ªfico Charles, irreprochable en este inicio de campeonato, siempre tomando la elecci¨®n m¨¢s correcta.
Los genes no enga?an: Mazinho ha vuelto a Bala¨ªdos encarnado en el f¨²tbol de su hijo
El repaso del Celta al Granada fue tan monumental que lleg¨® un momento, al inicio de la segunda parte, en el que el uno a cero pareci¨® un mal resultado para los locales. Para entonces ?lex L¨®pez hab¨ªa estrellado un remate en el palo tras exhibici¨®n defensiva de Rafinha, se hab¨ªan sucedido las llegadas de los laterales y extremos a la l¨ªnea de fondo y Charles comenzaba a empa?ar su actuaci¨®n en el remate. Se aguardaban noticias del Granada. El Celta, del que se sospecha de fragilidad defensiva, hab¨ªa estado impecable en esa faceta porque se hab¨ªa tapado con solvencia aplicando la l¨®gica cruyffista: si tienes problemas atr¨¢s intenta que la pelota est¨¦ lejos de tu porter¨ªa. En cuanto estuvo cerca sufri¨®. Avis¨® Buonanotte en el primer pase que pudo filtrar el Granada a 30 de la meta y atin¨® tras una irrupci¨®n de Angulo que acab¨® en un centro que se pase¨® por delante de la zaga celeste para que desde el otro costado definiera Piti con precisi¨®n.
Piti igual¨® un equipo del que apenas hubo noticias en todo el partido
El empate aletarg¨® al Celta, golpeado adem¨¢s porque el motor de Rafinha s¨®lo dur¨® una hora. Volvi¨® entonces a recorrer el estadio la misma sensaci¨®n del partido de hace dos semanas contra el Espanyol, cuando despliegues muy diferentes depararon id¨¦ntico bot¨ªn. Remat¨® al palo el inconmensurable ?lex L¨®pez, que era de los pocos que guardaba aliento, pero el rendimiento colectivo hab¨ªa bajado varios pelda?os. Restaban la fe y el coraje para que el Celta llegara a la victoria que hab¨ªa merecido largos minutos. Ten¨ªa f¨²tbol, pero s¨®lo con eso no le bast¨®.
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