La herencia de una duda
En el Bar?a de este a?o, salvo Neymar, est¨¢n los mismos jugadores de la temporada anterior y esto es preocupante si se piensa que generalmente los males no se van por s¨ª solos y tarde o temprano reaparecen id¨¦nticos y hasta aumentados; en el caso del Bar?a, puede incluso que regresen convertidos en los mismos problemas que sospecho que en su momento hicieron que Guardiola prefiriera largarse y dejar que el engorro de renovar la plantilla lo afrontara alguien con una relaci¨®n menos fraterna con las vacas sagradas.
Este a?o a Zubizarreta, director deportivo, se le han echado encima los socios m¨¢s impacientes, quiz¨¢s porque corren tiempos en los que la tendencia a estar seguros de todo es la imperante. Dicho de otra forma: no se concibe que el acto de pensar significa plantear dudas y a veces hasta eternizarse para as¨ª poder tomar mejor una decisi¨®n. Y Zubi piensa. Si un d¨ªa va muy lejos, entronizar¨¢ la duda como el gran valor sagrado que, por parad¨®jico que pueda parecer, tanto podr¨ªa asegurar la continuidad del club. Porque la duda es muchas veces la suspensi¨®n de una decisi¨®n que suele abrir ins¨®litas nuevas expectativas, al tiempo que cierra los caminos m¨¢s insulsos y mon¨®tonos. La duda es un gran motor creativo. Y un equipo de f¨²tbol tan art¨ªstico como el Bar?a la necesita. De hecho, soy de los que piensan que el equipo de Martino deber¨ªa inscribir en su escudo una leyenda que dijera: Viviremos siempre en una equilibrada y permanente duda.
La duda es un gran motor creativo. Y un equipo de f¨²tbol tan art¨ªstico como el Bar?a la necesita
Quiz¨¢s hasta sea recomendable vivir de esa forma despu¨¦s de que el Bar?a triunfante de los ¨²ltimos a?os haya vivido con certezas tan espectaculares: mejor equipo del mundo, mejor jugador de todos los tiempos... Tantas luces y certidumbres han acabado creando la aparici¨®n de la sombra de una gran duda. ?Es realmente factible abordar la tarea de renovaci¨®n que Guardiola dej¨® para sus sucesores? ?Es plausible llevar a cabo la heroica tarea de transformar el equipo anta?o invencible? Esa tarea ya se llev¨® a cabo una vez cuando se despidi¨® a Ronaldinho y Deco y se jug¨® fuerte y se gan¨® todo. Pero ?puede repetirse algo as¨ª? ?D¨®nde est¨¢n esos jugadores que lo har¨ªan posible?
El mundo es muy grande, pero quiz¨¢s no contiene esos futbolistas. Cuando uno empieza a pensar as¨ª, cae en grandes dudas¡ ?Es posible repetir los m¨¢ximos momentos de gloria del club? Es probable que esta ¨²ltima pregunta sea la que agrande la sombra de la gran duda que parece cernirse a veces sobre el l¨²cido director deportivo del Bar?a, un gestor al que admiro por su capacidad de fluctuar, de oscilar, de poner patas arriba cualquier est¨²pida urgencia. A veces pienso que esa forma suya de mostrarse discretamente dubitativo o en apariencia poco activo tiene su antecedente m¨¢s inmediato en Pep Guardiola, un ser marcado por la sombra de sus dudas sobre el Bar?a y sobre la posibilidad de transformarlo de nuevo.
?O ya no nos acordamos de c¨®mo, hace dos temporadas, Pep mantuvo con un temple infinito sus dudas sobre si renovaba o no con Rosell? Es probable que en aquellos d¨ªas a Zubi le sobrara tiempo para fijarse en el talento exhibido por Pep a lo largo de tan impresionante periplo de indecisiones. Y es tambi¨¦n posible que en parte le venga de ah¨ª ese genio y figura que luce cuando, con su habitual dignidad, ejerce su derecho a dudar. Todav¨ªa le estoy viendo en mitad de este ¨²ltimo verano, durante el insulso y mon¨®tono periodo de tiempo en el que el club y ¡°la portera de N¨²?ez¡± marearon la perdiz obsesivamente en torno a los centrales David Luiz y Daniel Agger¡
Por fortuna, las dudas del director deportivo del Bar?a han terminado por llevarnos a la situaci¨®n de hoy, si se quiere mucho m¨¢s incierta, pero tambi¨¦n m¨¢s creativa, pues, al no dar Zubi un paso al frente, ahora es posible que podamos dar dos. El otro d¨ªa, incluso se abri¨® el panorama para el Bar?a cuando salimos de la monoton¨ªa y escuchamos de repente esa lista de defensas centrales con apellidos a cual m¨¢s sonoro y exc¨¦ntrico: Okore, Umtiti, Yago, Ilori, De Vrij, Van Rhinj, Rekik, Kala, Akpoguma, Nastasic, Capuano, Benedetti y Cabalceta.
Una lista que le ha devuelto amplitud al mundo y que habr¨¢ que estudiar con sabidur¨ªa. ?Ventajas de haber recibido de Guardiola la sombr¨ªa pero productiva herencia de una duda? Es posible. La duda ha llegado para quedarse. Si nos hubi¨¦ramos precipitado, ahora no podr¨ªamos hacer nada, o podr¨ªamos hacer s¨®lo una cosa cerrando el paso a las otras. No se olvide que la duda es el nombre secreto de la palabra inteligencia.
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