El Madrid gana otra liga de fichajes
El club blanco hace oficial la llegada de Bale, por el que asegura que paga 91 millones de euros Florentino ya es el autor de cinco de las siete contrataciones m¨¢s caras de la historia
Diez millones no es calderilla, pero en el mundo del f¨²tbol cuando entran en escena el Madrid, los jeques y los comisionistas de turno que dos clubes discutan por esa brecha es balad¨ª. Por fin, tras una incesante cataratas de portadas por Espa?a y el universo anglosaj¨®n, Gareth Bale, de 24 a?os, cerr¨® anoche el culebr¨®n de su fichaje por el Real Madrid. Desde la entidad que preside Florentino P¨¦rez sostienen que el precio ha sido de 91 millones. En Londres, desde el entorno del Tottenham se encargaron de elevar el coste hasta los 101. El chico llega con solo 11 partidos de Champions disputados. Un ¨®rdago supremo. Nunca se sabe, eso s¨ª, porque Kak¨¢, ya de salida, aterriz¨® en Chamart¨ªn con una gran hoja de servicios...
Asegurado el traspaso desde hace tiempo, no hubo forma de que ambas entidades consensuaran el valor final a difundir en p¨²blico. Por un lado, a la instituci¨®n londinense le interesaba quedar como aquella capaz de figurar en los libros de r¨¦cords como la venta m¨¢s cuantiosa jam¨¢s realizada, al menos hasta la siguiente compra de Florentino P¨¦rez. Para el Real Madrid es bueno oficializar los 91 millones. En el horizonte: Ronaldo.
Ayer se cumpli¨® justo un a?o de la tristeza de Cristiano, al que no conviene volver a desencantar ahora, en caso de haberse visto relegado como el fichaje m¨¢s caro del mundo (96 millones).
No hubo forma de que ambas entidades consensuaran el valor a difundir en p¨²blico
El excelente delantero portugu¨¦s ya ha dado suficientes muestras de lo poco que le gusta caerse del podio. Bien lo sabe la UEFA, a la que plant¨® esta misma semana harto de ser secundario en galas donde premian a otros. Ahora, con Bale en la mochila, en las oficinas toca renovar al genio luso y en el campo le corresponder¨¢ a Carlo Ancelotti enhebrar a uno y otro. Como es cosa de Martino conjugar a Messi y Neymar. Dos retos muy atractivos para estas dos superpotencias que disparan la banca cada verano, que financieramente golean y golean al resto. A Martino las pagas del Madrid le parecen una falta de respeto. Queda por dilucidar d¨®nde pone Martino la frontera del respeto: ?en el coste de Bale, en el de Neymar (57 dijo el Bar?a) o en el de Ibrahimovic (66)? Mientras se est¨¦ al corriente de pagos con los propios y la cosa p¨²blica, es asunto de cada cu¨¢l gestionar su caja.
Bale ser¨¢ presentado hoy a las 13.00 en el Santiago Bernab¨¦u y, salvo acuerdo de ¨²ltima hora, tendr¨¢ que enfilar rumbo a Gales, cuya selecci¨®n le ha alistado para dos partidos. Ser¨¢ con su selecci¨®n donde tenga que empezar a ponerse a punto, puesto que lleva todo el verano con las piernas en otro sitio, distra¨ªdo por tanto alboroto a su alrededor. En principio, no estar¨ªa a las ¨®rdenes de Ancelotti hasta el d¨ªa 11. El gal¨¦s es un portento f¨ªsico y no parece que necesite de mucho rodaje. Futbolista de largo recorrido en sus inicios como lateral, en el Tottenham ha despuntado al acercar su posici¨®n al ¨¢rea, como volante de asalto, donde exprime su poderosa zancada y el ca?¨®n que tiene en la zurda. La pasada temporada anot¨® 31 goles y sirvi¨® 17 asistencias. Nadie mejor para valorarle que sus propios rivales, que le eligieron mejor jugador de la Premier. Eso s¨ª, al chico le falta experiencia internacional.
Con Bale en filas, en el Madrid se abren una cascada de posibilidades. Al margen de que haya alguna salida inmediata, el equipo cuenta con recursos abundantes en la mayor¨ªa de puestos, especialmente en el medio campo, donde tiene de todo y para todo. Una vez que Florentino P¨¦rez ya ha ganado su habitual liga de fichajes veraniegos ¡ªcinco de los siete m¨¢s caros de la historia han sido suyos¡ª, le toca ahora al equipo estar a la altura de las rutilancias estivales y no paralizarse durante el curso como ha sido tradicional en los ¨²ltimos siete a?os: una Liga aut¨¦ntica tras muchas fortunas gastadas en verano.
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