Alfombra roja para Nadal
El mallorqu¨ªn gana a Robredo 6-0, 6-2 y 6-2 y competir¨¢ con Gasquet las semifinales sin haber cedido un break en todo el torneo
¡°?Vamos Rafael, agresivo!¡±, se escucha en medio de la noche, pese a que ya est¨¢ todo el pescado vendido. Toni Nadal pide golpes que sirvan para el futuro, tiros que sirvan para ma?ana, en la batalla por el t¨ªtulo. Rafael Nadal, su sobrino y pupilo, se sigue aplicando entonces en su feroz propuesta y as¨ª llega hasta las semifinales sin perder un saque en todo el torneo, pisando la alfombra roja: 6-0, 6-2 y 6-2 en cuartos a Tommy Robredo, el hombre que hab¨ªa derribado al gran Roger Federer en octavos. El n¨²mero 22 del mundo, un tipo hipercompetitivo, orgulloso con fundamento, se llev¨® una buena tunda. Perdi¨® el primer set en 22 minutos. Tard¨® 39 en apuntarse un juego. Nadal le adelant¨® en el primer peloteo y ya solo vio muy de lejos su matr¨ªcula hasta que se dieron la mano a la 1h 40m de partido.
¡°El primer set es el camino a seguir: hice todas las cosas que se espera que hagas bien. Estoy muy contento con c¨®mo me mov¨ª en la pista, con mi derecha y mi rev¨¦s. Fui m¨¢s agresivo¡±, resumi¨® el campe¨®n de 12 grandes. ¡°No esperaba poder jugar a ese nivel de agresividad¡±.
Robredo no tiene armas para hacerle da?o a Nadal. Sin un saque supers¨®nico ni un tiro definitivo, el catal¨¢n compite sus partidos desde la intensidad, la inteligencia y el alto ritmo. Esa receta le vali¨® para tumbar en octavos a un Federer menor, pero no para ara?ar la armadura del mallorqu¨ªn, que pareci¨® levantar el pie del acelerador cuando ya hab¨ªa quedado claro que no habr¨ªa debate en su partido. Todo lo que consigui¨® defender Robredo con su rev¨¦s a una mano lo remat¨® Nadal con su derecha, un arma temible y perfectamente engrasada durante toda la noche. El n¨²mero dos mundial caus¨® estragos con ese tiro, que es con el que intentar¨¢ marcar diferencias frente a los mejores, y hasta perdi¨® un pu?ado de puntos intentando ajustar la mirilla, apostando por su nuevo y ambicioso camino. ¡°?Vamos Rafael, agresivo!¡±, le conminaba su t¨ªo.
Nadal se enfrentar¨¢ ahora a Richard Gasquet, un tenista al que conoce desde que eran unos ni?os y al que domina 10-0 en el cara a cara. Con las armas a punto (lleg¨® a sacar a 200 kil¨®metros por hora) y las piernas frescas, el n¨²mero dos mundial tiene la oportunidad de asaltar el t¨ªtulo en una situaci¨®n id¨ªlica. No pierde el saque desde las semifinales del Masters 1000 de Cincinnati (82 juegos seguidos defendidos). No ha tenido que afrontar m¨¢s que 6 bolas de break en Nueva York. Su derecha dispara balas de ca?¨®n y el rev¨¦s le acompa?a con algunos altibajos epis¨®dicos. En competici¨®n, sin embargo, nada es lo que parece. Si Nadal apret¨® tanto los dientes contra Robredo, si tanta agresividad le ped¨ªa su banquillo, es porque tiene claro que la autopista se acaba. Llegan las semifinales. Ahora vienen curvas
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