Al son de Salva Sevilla

Con la pasi¨®n por bandera y la extraordinaria visi¨®n de juego de Salva Sevilla como argumentos principales, el Betis desfigur¨® a un Valencia sin alma, escaso de intensidad, con un sistema defensivo impropio de un aspirante a la zona alta. El partido del Betis roz¨® la perfecci¨®n en una primera mitad de ensue?o para destrozar a un rival que da la impresi¨®n de querer jugar como el Madrid y el Barcelona, pero sin la calidad y la tensi¨®n necesarias para semejante apuesta, sobre todo en un escenario como el Benito Villamar¨ªn, donde el Betis exige lo suyo.

El ritmo del equipo de Mel, alt¨ªsimo, acogot¨® a los centrocampistas del Valencia, lentos, sin desborde y mal colocados. A la intensa presi¨®n el equipo andaluz a?adi¨® dosis de f¨²tbol de alta escuela. Si esa presi¨®n provoc¨® el robo y la posterior definici¨®n de Jorge Molina en el primer gol, la calidad se impuso en el segundo. Una estupenda combinaci¨®n entre Salva Sevilla y Jorge Molina que el centrocampista convirti¨® en gol con un toque de interior perfecto y preciso. El Villamar¨ªn, una fiesta, pronto comenz¨® a corear el juego de su equipo, donde Salva Sevilla dibujaba pases de ensue?o. El centrocampista almeriense, que lleg¨® en Segunda Divisi¨®n y este verano perdi¨® el puesto por el fichaje de Verd¨², ofreci¨® una clase magistral de c¨®mo debe jugar un mediapunta. Oriol y Pareja sucumbieron a su talento, como Costa y Mathieu a los movimientos de Jorge Molina, un delantero siempre a la sombra del lesionado Rub¨¦n Castro que reclama su protagonismo. A la fiesta verdiblanca acab¨® por sumarse Vadillo, otro talento en ciernes que Mel cuida con especial cari?o. El extremo conect¨® una y otra vez con Salva Sevilla, como en el tercer gol, cuando el centrocampista irrumpi¨® en el ¨¢rea para colocar el medido pase al hueco de su compa?ero.

Al ¨¦xtasis verdiblanco solo respondi¨® el Valencia con alguna internada de Pab¨®n y esos detalles de Banega que siempre aparecen. Muy poca cosa para un equipo al que su entrenador, Djukic, situ¨® al nivel de Madrid y Barcelona. Ahora la tarea del serbio pasa mucho m¨¢s por hacer competitivo al Valencia que colocarlo como aspirante al t¨ªtulo. Mejor¨® el Valencia en el segundo tiempo, sobre todo porque el Betis le dio todo el campo y, adem¨¢s, not¨® el gran esfuerzo realizado en la primera hora del partido. Anot¨® Ricardo Costa con el Valencia due?o del bal¨®n, pero no del partido. La muestra, la catarata de ocasiones que fall¨® Cedrick, demasiado acelerado ante un Alves notable. El partido, ya sin nervio, fue caminando a su fin con menos emoci¨®n de la deseada, pues todo hab¨ªa quedado decidido mucho antes, cuando el f¨²tbol de seda de Salva Sevilla destroz¨® a este Valencia ante la primera crisis de la temporada. Es el sino de una entidad que parece vivir en un estado de tensi¨®n permanente en lo social y en lo deportivo.