Espa?a mete la directa y desmantela a Serbia

Espa?a le meti¨® a Serbia un tremendo meneo, de tal calibre que desti?¨® la igualdad que se le suponen a unos cuartos de final de un Europeo. El cicl¨®n de juego, la paliza que le endos¨® a su at¨®nito rival, supone el mejor reconstituyente para la escuadra de Juan Antonio Orenga, que lleg¨® a la cita dubitativa y con tres derrotas a sus espaldas. Espa?a disputar¨¢ el viernes las semifinales contra Francia, que derrot¨® a la anfitriona Eslovenia por 62-72, y no solo mantiene sino que refuerza sus opciones de conquistar el oro europeo por tercera vez consecutiva.

El deshielo espa?ol fue instant¨¢neo. El equipo de Orenga meti¨® una, dos, tres marchas m¨¢s de las que emple¨® en los ocho partidos anteriores. Su agresividad ofensiva y sus ayudas y rapidez de manos en defensa abrumaron a la escuadra de Ivkovic. Les pesaron las p¨¦rdidas de bal¨®n y la inferioridad en el rebote a los serbios, que cuentan con un equipo con siete jugadores menores de 23 a?os, y que salvo Krstic y Bjelica carecen de piezas de alta gama. Hab¨ªan dado buena pinta con victorias ante Lituania y Francia, pero tambi¨¦n se hab¨ªan entrevisto sus carencias en sus derrotas frente a Macedonia, Montenegro y Ucrania. Sus jugadores fueron claudicando uno por uno. Un equipo, Espa?a, se exhibi¨® plet¨®rico, en todo su esplendor; y el otro, Serbia, trat¨® simplemente de mantenerse en pie y no recibir un castigo excesivo. El duelo no tuvo color.

Rudy Fern¨¢ndez se erigi¨® en el primer azote del equipo serbio. Ni Kalinic ni Andjusic pudieron con ¨¦l. El capit¨¢n espa?ol los rebas¨® con la misma facilidad con la que, acto seguido, Sergio Rodr¨ªguez desarm¨® a Nedovic y Micic. Le faltaban piezas a Ivkovic. Bjelica no le tom¨® la medida Claver y Krstic tuvo muy poco que decir frente a Marc Gasol. Uno de los m¨ªnimos contratiempos para el equipo espa?ol volvi¨® a ser la rapidez con la que Marc sum¨® la segunda falta. Los serbios, en su desesperaci¨®n, se fueron descaradamente al choque f¨ªsico contra el torre¨®n espa?ol. Una carta a la desesperada. Orenga se demor¨® unos segundos en sustituirlo. Marc estuvo a punto de perder los nervios en las refriegas. No pas¨® a mayores el asunto.

Espa?a prosigui¨® su mon¨®logo, con la ayuda tambi¨¦n de una defensa en zona 2-3 que prolong¨® la sequ¨ªa anotadora serbia, sobrecogedora en un primer cuarto en el que solo sum¨® cinco puntos. Jugadores que hab¨ªan tenido muy poca participaci¨®n o nula incidencia en el torneo, como Aguilar o Llull, engranaron esta vez a la perfecci¨®n. La exuberancia del juego espa?ol fue tal que las diferencias llegaron a ser estratosf¨¦ricas, de 20, 30... hasta 40 puntos.

El partido estaba ya roto antes del descanso, pero Espa?a, concienciada y herida por su desplome ante Italia el pasado lunes cuando dominaba por 15 puntos en el ¨²ltimo cuarto, no baj¨® apenas el pist¨®n. Los jugadores espa?oles deseaban quitarse de encima el mal sabor de boca de aquel partido y encontrar por fin las buenas sensaciones que hab¨ªan echado de menos a lo largo de las dos semanas y media de campeonato. Mediado el tercer cuarto, Llull puso los 40 puntos de por medio (29-69) y entonces ya s¨ª, Orenga empez¨® a dosificar abiertamente a sus mejores jugadores. Le esperan las semifinales a un equipo que por fin se reconoci¨® a s¨ª mismo en la cancha y se reencontr¨® con su mejor juego.