Isco es la cuesti¨®n
Ancelotti no sabe c¨®mo adaptar al atacante al centro del campo y siente nostalgia de ?zil

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Los empleados del M¨¢laga le llamaban, cari?osamente, El Cul¨®n. El peque?o Isco Alarc¨®n (1,76m) les recordaba a esos artistas de centro de gravedad bajo, paticortos, fuertes y equilibrados como Ag¨¹ero o Romario de Souza. El muchacho ten¨ªa un f¨ªsico perfecto para escurrirse por las brechas que conduc¨ªan al ¨¢rea de penalti, y una vez ah¨ª, ?qui¨¦n lo paraba? Conocedor de sus cualidades, el exentrenador malaguista, Manuel Pellegrini, le situaba por detr¨¢s del punta en un esquema de 4-2-3-1, con Joaqu¨ªn a la derecha y Eliseu o Portillo a la izquierda. Pero como el esfuerzo le desgastaba mucho, sol¨ªa dosificarle. La temporada pasada Pellegrini not¨® que despu¨¦s de las navidades a Isco le comenzaron a pesar las piernas y resolvi¨® dosificarle. Entonces los dirigentes del M¨¢laga visitaron al t¨¦cnico en su despacho para preguntarle qu¨¦ pasaba, por qu¨¦ no jugaba de titular el muchacho. Pellegrini les explic¨® que Isco no pod¨ªa jugar dos veces por semana porque, por su juventud (21 a?os) y sus condiciones fenot¨ªpicas, no aguantaba el ritmo. Los dirigentes lo comprendieron pero le recordaron al entrenador que era mejor que le pusiera porque el club necesitaba vender a Isco en el verano a buen precio y desde enero el Madrid les hab¨ªa trasladado su inter¨¦s.
Isco jug¨® con regularidad pero baj¨® su nivel en el transcurso de los meses. Los emisarios del Madrid dejaron de preguntar por ¨¦l. Al final de la temporada un intermediario apareci¨® por La Rosaleda a ofrecer 15 millones en nombre de Florentino P¨¦rez. La t¨ªpica oferta fantasma, porque se sab¨ªa que se rechazar¨ªa. El Madrid solo volvi¨® a interesarse despu¨¦s de la Eurocopa sub-21, donde Isco, recuperado el resuello, complet¨® un gran torneo. La iniciativa fue del propio P¨¦rez. Encantado de ver las jugadas del malague?o con la selecci¨®n, el mandatario puso 30 millones y lo embarc¨® en su nuevo proyecto con el firme prop¨®sito de darle un lugar importante. As¨ª se traslad¨® a Carlo Ancelotti.
El conjunto blanco no afronta un problema relacionado con el gol, sino con el juego
El problema que afronta Ancelotti es doblemente complejo respecto al dilema que debi¨® atender Pellegrini. En el Madrid, Isco tiene que jugar siempre porque es un fichaje estrat¨¦gico pero, adem¨¢s, tiene que jugar en la banda porque no hay m¨¢s sitio. En el esquema del t¨¦cnico italiano, un 4-4-2, o juega en el puesto de Cristiano, o sustituye a Benzema (el ¨²nico nueve puro de la plantilla), o se ubica en el costado. Ancelotti le puso en el costado. Desde entonces, el entrenador y los defensas sufren la visible incapacidad de Isco para cubrir los 60 metros de campo que debe abarcar para cumplir con el rol de volante: cerrar su banda y atacar. En Elche, el mi¨¦rcoles, Ramos casi fue expulsado por frenar a Coro, que le atac¨® por el espacio abandonado por Isco y Coentr?o. En otro momento del partido, Isco hizo un esfuerzo tremendo para bajar a ayudar a sus compa?eros en defensa, cogi¨® un rebote, pero, como no conoce los conceptos del puesto que desempe?a, ejecut¨® una ruleta. Aaron ?¨ªguez le rob¨® la pelota y por poco no mete el 1-1. En el banquillo, al verle, Ancelotti mand¨® a calentar a Illarramendi. El vasco sustituy¨® a Isco en el minuto 70.
Al acabar el partido del Mart¨ªnez Valero cund¨ªa la desaz¨®n. Hab¨ªan ganado gracias a un error arbitral, pero los jugadores y el entrenador estaban perplejos. Repentinamente, todos se acordaron de un nombre: Mesut ?zil. ?Cu¨¢nta falta les hizo para abrir esas defensas herm¨¦ticas! Un jugador emiti¨® una sentencia: ¡°Si ?zil no corr¨ªa era porque no quer¨ªa; si Isco no corre es porque no puede¡±.
Los presentes se asombraron ante la sentencia de Ancelotti. El t¨¦cnico, entristecido, dijo que le asombra el poco valor que se le dio a ?zil, teniendo en cuenta lo que fue capaz de hacer durante tres a?os; a?adi¨® que no hay mejor pasador que ?zil en el mundo; y apunt¨® que para activar la velocidad y el remate de Cristiano y a Benzema no hab¨ªa nadie como el media punta alem¨¢n. ?zil, proclam¨®, era el ¡°solista¡± m¨¢s perfecto que hab¨ªa para ayudar a los atacantes del Madrid a ser profundos e hilvanar el juego elaborado con que toda la afici¨®n sue?a.
El Madrid no afronta un problema de gol. Para eso s¨ª ofrecen soluciones Isco, Cristiano, Benzema o Bale. El Madrid afronta un problema de juego y la panacea se fue al Arsenal.
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