¡°El que acepte mi filosof¨ªa, viene¡±
El seleccionador de ciclismo analiza al equipo espa?ol antes de la prueba de ruta, que se disputa hoy (14.00)
Javier M¨ªnguez, como ciclista, corri¨® en los tiempos de Poulidor, as¨ª que la noticia de que ha ganado el Mundial j¨²nior un nieto del viejo corredor franc¨¦s podr¨ªa servir para mandar al asilo al director vallisoletano, quien no ha dirigido a un equipo en una carrera en todo el siglo XXI. Ser¨ªa un error, claro, al que M¨ªnguez (nacido en 1949) podr¨ªa responder que es tan joven que tiene un hijo que a¨²n lleva pa?ales... Su llegada a la selecci¨®n nacional para dirigir hoy (14.00, Teledeporte) a Valverde, Purito y compa?¨ªa frente a Sagan, Cancellara, Quintana o Gilbert en el dur¨ªsimo circuito de Florencia (el puerto de Fiesole y el muro de la calle Salviati y un descenso que puede ser apocal¨ªptico si llueve, y todo 10 veces) ha supuesto, ir¨®nicamente, un ba?o de rejuvenecimiento al menos mental, como un despertador sonando a medianoche.
Pregunta. ?Ha notado el choque generacional?
Respuesta. Al principio, me sent¨ª raro, entrando con prudencia, con miedo casi, pero una vez dentro, y ya lo experiment¨¦ en la Vuelta, fue como si hubiera estado toda la vida. No he notado el hueco generacional.
P. Pero, sin embargo, existe.
R. S¨ª, pero quiz¨¢s no lo noto porque no vivo el d¨ªa a d¨ªa con los ciclistas. Ahora son diferentes, tienen preparador, dietista, entrenamiento por vatios, el Internet... Y como eso no lo he vivido con ellos porque no me he metido en su preparaci¨®n, pues no lo he notado. Yo les dije que hicieran como quisieran para venir a punto, que yo solo les iba a dar la t¨¢ctica.
P. ?Entienden su lenguaje, su forma tan peculiar, tan de otros tiempos, de comunicar?
R. Es que yo creo que hablamos el mismo lenguaje. Quiz¨¢s tengan ellos otras costumbres, pero lo que es el lenguaje de la carrera, eso no ha cambiado.
P. ?Qu¨¦ significa para usted volver al volante en una carrera casi 15 a?os despu¨¦s?
R. Tengo mucha m¨¢s serenidad y equilibrio porque no tengo los nervios del d¨ªa a d¨ªa, aunque seguro que en la carrera tengo gatitos en el est¨®mago.
P. ?Por qu¨¦ ha vuelto?
R. Porque me lo pidi¨® mi amigo Cerr¨®n cuando fue elegido presidente de la federaci¨®n. Me dijo que tendr¨ªa que hacerlo sin cobrar. Yo no quer¨ªa de entrada, pero me convencieron los amigos. Nos dimos la mano y llegamos a un acuerdo verbal por dos a?os. Y no solo no cobro yo. Los corredores tambi¨¦n vienen sin cobrar. Pero claro que me gusta estar aqu¨ª, si es mi ambiente...
Los ciclistas hoy son diferentes, pero el lenguaje de la carrera no cambia
P. ?Los corredores le ven como c¨®mo una reliquia?
R. Con algunos corredores la relaci¨®n es m¨¢s f¨¢cil que con otros. Unos son m¨¢s dicharacheros, m¨¢s vivos; otros m¨¢s callados... Otros solo me vieron de ni?os... Si yo corr¨ª cuando amateur con el padre de Purito, con el padre de Dani Moreno...
P. ?Pero le aceptan bien?
R. El viernes les puse un v¨ªdeo con el resumen de tres Mundiales, el de Mendrisio que gan¨® Evans, el de Australia de Hushovd y el del a?o pasado, el de Gilbert. "Esto es para relajarnos", les dije, "Venga, tomaros un vino dulce y una pasta, y unos caf¨¦s...". Y nadie se atrev¨ªa porque les hab¨ªan contado que en mis tiempos prohib¨ªa comer pasteles y beber cocacolas, una leyenda urbana. Solo Dani Moreno cogi¨® una pasta. Y despu¨¦s del v¨ªdeo estuvimos hablando de las carreras. "Como veis", les dije, "la carrera sois vosotros. De nada vale que saque yo pizarras si luego hac¨¦is lo que os sale... No me cont¨¦is pel¨ªculas". Yo, cuando era director, con nueve corredores, cada tarde o¨ªa nueve pel¨ªculas. "?Co?o!", les dec¨ªa, "?yo soy tan tonto que he estado en otra pel¨ªcula?". Y uno me dice, "?bueno, entre nosotros tenemos que hablar, porque si uno va mal...". "??C¨®mo?!", le dije, "cachis... ?no quiero que vaya bien ni uno. De salida, hasta los 200, todos muertos, y de ah¨ª en adelante, todos bien... ?O no os ha pasado nunca empezar mal y recuperaros?". Y Valverde admiti¨® ante todos que el a?o pasado se equivoc¨® al no estar en la rueda de Gilbert. Lo que pasa es que se asustan por mi voz ronca y mi tono, y les tengo que aclarar que no voy contra ellos, que mis broncas no son para machacarlos, sino para que aprendan. Valverde lo acept¨® y lo entendi¨®, y todo el mundo.
P. No saben lo que eran los directores de anta?o...
R. Yo admito opiniones, pero no me las dejo dar. Si yo escucho y atiendo a todos, estoy muerto.
P. Al anterior seleccionador, a Jos¨¦ Luis de Santos, se le critic¨® por llevar siempre a todas las figuras, y el a?o pasado llev¨® a seis capitanes con aspiraciones y solo a tres para trabajar. Usted tampoco se ha atrevido a dejar a ninguna figura en casa...
R. Yo vine en febrero, pag¨¢ndomelo yo, a ver el circuito. Y cuando lo vi dije: "?madre m¨ªa! ?Qu¨¦ duro!". Hice un dossier y se lo mand¨¦is a seis corredores, a los seis que tienen entidad y palmar¨¦s, a los que hay que tener respeto. Contador, que es el que menos me conoce, es el ¨²nico que me llam¨®. Me dijo que no estar¨ªa en la Vuelta, pero que llevar¨ªa una preparaci¨®n especial para el Mundial y que contara con ¨¦l para lo que hiciera falta. "Al que van a examinar es a ti, a m¨ª no", le dije. Y luego a?ad¨ª: "Pero con una condici¨®n, Alberto, el domingo mando yo". Como est¨¢ viviendo en Lugano, vino el jueves en su coche, y hasta el s¨¢bado no ha visto el circuito. Antes, me sincer¨¦ con ¨¦l en la habitaci¨®n, le dije que quiz¨¢s cuando he estado de comentarista en la radio le he criticado sus ataques, pero que esto es otra guerra. "Y aqu¨ª, te necesito. Necesito un se?or que sea l¨ªder, que haga equipo, aunque no est¨¦ para ganar". Y luego tambi¨¦n habl¨¦ con Samuel para recordarle que no puede pensar solo en hacer su carrera. Y eso hay que hablarlo antes, y delante de ellos. El que acepte mi filosof¨ªa, viene, y el que no, ?para qu¨¦ va a venir? "Haced lo que que quer¨¢is', les digo, 'pero el domingo hay que correr, y yo ser¨¦ un hijoputa".
La guerra entre ellos existe. Y yo ya me he anticipado: Valverde es el l¨ªder
P. ?Ser¨¢ una selecci¨®n de dinamiteros, como eran sus equipos, el BH o el Amaya?
R. As¨ª de claro. Todos saben que la selecci¨®n no va a ser una de tirar del carro, de perseguir, porque as¨ª, llevando al rematador hasta la ¨²ltima subida, no se puede ganar un Mundial. Ser¨¢ un equipo de infiltrados en las fugas. Si yo llevo a uno en fuga y Sagan est¨¢ atr¨¢s, Sagan se va a poner de los nervios y se va a precipitar. Pero si se va la fuga y no tengo a ninguno, me tengo que fastidiar, matar al equipo persiguiendo y me quedo con una bala, y cuando le salgan por la espalda a Valverde dos, ?a qui¨¦n mira? La carrera no se gana al final, se gana de salida a fin. Esto no es una etapa de Tour, esto es una final, una carrera de un d¨ªa que no es contra un equipo, es contra todos.
P. El problema del Mundial para hacer equipo es que el arco¨ªris solo lo lleva uno al a?o siguiente...
R. Ellos lo saben, que esto exige m¨¢s sacrificio, pero el problema es cada uno tiene masajista, director, m¨¢nager, el contrato del a?o siguiente... y yo tengo que poner un cortafuegos. Pero eso ha pasado toda la santa vida. Esta guerra entre ellos existe, claro que existe. Y yo ya me he anticipado anunciando que Valverde ser¨¢ el l¨ªder, y que Purito se puede guardar, pero que el resto se tiene que infiltrar en las escapadas. Y ese es el sistema en el que creo y con el que voy a morir. No me preocupa el corredor que quiera y no pueda, sino el que se escaquee.
Fernando Alonso, en la salida
Las previsiones meteorol¨®gicas se han cumplido y los participantes en la carrera que cierra el Mundial de Toscana 2013 han comenzado la jornada con la presencia de la lluvia.
En la l¨ªnea de salida de Lucca ha estado presente el piloto asturiano de Ferrari en la F¨®rmula 1 Fernando Alonso, que ha centrado buena parte de la atenci¨®n de los aficionados.
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