El Levante sabe c¨®mo respirar

Se encaminaba el partido hacia un empate diplom¨¢tico cuando un agarr¨®n, quiz¨¢ no el m¨¢s vistoso de la historia, qued¨® colocado bajo el foco por la cara de susto del infractor Loti¨¨s, que se detuvo tras la ca¨ªda de Rub¨¦n dejando en evidencia la escena. Aunque Andr¨¦s detuvo el lanzamiento de Diop, Xumetra alcanz¨® el rechace y lo envi¨® a la red cuando restaban tres minutos para el final del partido. As¨ª que de despedida amistosa nada, de hecho, Cejudo vio la segunda amarilla cuando no llevaba ni diez minutos sobre el c¨¦sped, y termin¨® de enturbiar un encuentro que hasta ese momento apenas hab¨ªa alterado el pulso de ninguno de los intervinientes.

Gan¨® el Levante porque encontr¨® ese poso de tranquilidad en su defensa, porque no se desorden¨® demasiado y supo sacar provecho de sus escapadas. A Osasuna, a¨²n no le encaja su cambio de estilo. Toda transformaci¨®n lleva su papeleo. Primero, porque se ha de olvidar lo establecido hasta el momento, ll¨¢mese la querencia por el bal¨®n en largo como marca de la casa, as¨ª como a la intensidad en la recuperaci¨®n del bal¨®n como premisa inicial para alejar el peligro m¨¢s que para crearlo. Osasuna, para Gracia, debe combinar, tratar de madurar las jugadas, universo desconocido hasta la fecha, y encontrar el mejor momento para deshacerse del bal¨®n. Hasta ahora, la pega reside en la parte en la que ese final no se lleva a cabo a ras de c¨¦sped. Armenteros, situado en la banda izquierda, se convirti¨® ante el Levante en una especie de percutor de centros, fueran o no herramientas v¨¢lidas para sorprender a los de Caparr¨®s. Nada puede beneficiar m¨¢s a una defensa que ver el bal¨®n de frente mientras en n¨²mero se supera a los atacantes. As¨ª se defendi¨® el Levante, midiendo el espacio por las piernas con las que lo ocupaba, y pendiente siempre de ayudar al pr¨®jimo.

Tan solo De las Cuevas parec¨ªa encontrar esos agujeros de gusano por donde enviar el bal¨®n para Oriol Riera, que aguardaba, sin embargo, en otro plano relativo. Hasta tres oportunidades claras tuvo el delantero para superar a Navas, que otorgaba la de cal tras completar la de arena, aunque acabase saliendo victorioso de la contienda.

Al Levante le val¨ªa aguardar, salir en velocidad, eso de la construcci¨®n intermedia es un proceso al que no le ve todav¨ªa la productividad el equipo de Caparr¨®s, y a poder ser en las piernas de Diop, un gigante con pulmones de titanio. Nada pasa sin que el medio patilargo de su visto bueno. Da igual que su envergadura le otorgue cierto respeto en el bal¨®n parado, prefiere poner ¨¦l el bal¨®n en juego, aunque sea desde la l¨ªnea de penalti, donde poco importa el volumen de las piernas.

Pudo adelantarse mucho antes el Levante por medio de Bab¨¢, que tras deshacerse de Andr¨¦s con un recorte no pudo culminar la jugada ya que Loti¨¨s le bloque¨® el disparo desde el suelo. Pero al franc¨¦s se le nubl¨® la vista en el ¨²ltimo suspiro y ah¨ª respir¨® el Levante, que de eso sabe un rato.