¡°Es bonito sufrir¡±
Iker Mart¨ªnez cuenta la emoci¨®n de la regata, c¨®mo es la vida a bordo y qu¨¦ se siente de noche en medio del oc¨¦ano
Iker Mart¨ªnez (Hondarribia, 1977) juega con sus dos ni?os, de tres y dos a?os, despu¨¦s de un duro d¨ªa en el mar. Se prepara en Santander junto a Tara Pacheco para los Juegos de R¨ªo 2016 en una nueva clase de catamar¨¢n ol¨ªmpico de tripulaci¨®n mixta. Por primera vez desde 1999 no tiene a Xabi Fern¨¢ndez al lado. Mientras, no pierde de vista la vela oce¨¢nica. Disput¨® las regatas costeras con el Movistar en la Volvo de 2006, y fue patr¨®n del Telef¨®nica Azul en 2008 junto a Bouwe Bekking y en 2011 del Team Telef¨®nica. La Vuelta al Mundo le atrap¨® para siempre.
Pregunta. ?En qu¨¦ aguas se mueve ahora?
Respuesta. Estamos a tope con el catamar¨¢n ol¨ªmpico. Es algo totalmente diferente. Peque?o, muy r¨¢pido, con un dise?o innovador, los cascos muy parecidos a los de la Copa del Am¨¦rica, con mucho volumen, que viran muy bien. Vamos a la carrera, navegando mucho, manteniendo el barco porque aprendiendo le das muchos golpes... sin descansar un segundo. Para el tripulante, Tara, el desgaste f¨ªsico es enorme. Ella nunca hab¨ªa sido tripulante. Nunca hab¨ªamos navegado juntos. Es dif¨ªcil. Yo llevo toda la vida con Xabi y Xabi es muy bueno. Encontrar a alguien de su talla es complicado. A Tara y a m¨ª nos ha costado adaptarnos, entender las decisiones del otro. Hace falta tiempo. Lo bueno es que hemos visto la voluntad de ambos para tirar hacia adelante. Si eso existe, te amoldas.
Lo peor es el sentimiento de estar totalmente agotado y no poder dormir
P. ?En el barco es mand¨®n?
R. Un poco s¨ª. Siempre me ha tocado llevar el barco y la estrategia, as¨ª que quieras o no tienes que ser un poco mand¨®n. En el buen sentido. Serio. Es el rol que me toca.
P. ?C¨®mo cambia el chip entre vela ol¨ªmpica y oce¨¢nica?
R. Son deportes diferentes. Es cuesti¨®n de que te guste mucho. Y hay que tener un gran equipo a tu lado. No es solo cambiar de forma de navegar. Es tambi¨¦n un cambio familiar, de sitio de vivir. Es duro, pero es mi pasi¨®n. En lo t¨¦cnico lo importante es saber en cada barco qu¨¦ marca la diferencia.
P. ?Qu¨¦ le gusta m¨¢s?
R. Mi gran pasi¨®n ha sido desde joven la vela ol¨ªmpica, pero los barcos grandes tienen un atractivo muy especial. En la vela ol¨ªmpica hemos sido campeones de los Juegos, del mundo y de Europa, y quieres dar m¨¢s pasos. Descubr¨ª la vela oce¨¢nica y me apasion¨®. Hemos hecho un aprendizaje intensivo. Han sido unos a?os maravillosos. Y me gusta la Copa del Am¨¦rica. El problema es que me gusta todo.
P. ?Su primer recuerdo del mar?
R. Ir a navegar con mis abuelos, que ten¨ªan un crucero peque?ito, en Hondarribia. ?bamos a la escuela de vela. Yo era tan peque?o que no ten¨ªa fuerzas para poner el palo en el optimist, que es rid¨ªculamente peque?o.
De noche en el oc¨¦ano sabes que si tienes un problema nadie va a recogerte
P. ?Qu¨¦ es la Volvo?
R. Aventura, riesgo y mucha tecnolog¨ªa, porque el que ten¨ªa el mejor barco ten¨ªa mucho ganado. Claro que hay que ser muy buen marinero. Que los barcos sean ahora iguales hace perder ese aliciente de tecnolog¨ªa, pero se gana igualdad y se subraya m¨¢s la aventura. El aspecto tecnol¨®gico a m¨ª me apasiona y me da pena que se pierda.
P. ?La Volvo es tambi¨¦n sufrimiento?
R. Es mucho sufrimiento. Es como un ciclista que quiere ganar el Tour. Es muy bonito, pero sabe que ha de sufrir m¨¢s que los dem¨¢s. Y en la Volvo eso es sufrir much¨ªsimo. Llegas a decirte: ¡®?Qu¨¦ hago aqu¨ª? ?No puedo m¨¢s!¡¯. Pero si no llegas a ese punto es que no te est¨¢s sacrificando de verdad. Duele, cuesta, es duro... sobre todo por no dormir. En la Volvo, m¨¢s que el esfuerzo f¨ªsico, lo peor es el sentimiento de estar totalmente agotado porque tienes que dormir y no puedes. Ese cansancio de que el cuerpo ya no tiene fuerzas y hay que cambiar la vela.
P. ?C¨®mo son los turnos?
R. Hay diferentes formatos. Trabajas cuatro horas y duermes cuatro, por ejemplo. Pero en esas horas de descanso hay que hacer el mantenimiento del barco, comer, quitarse la ropa... Es muy parecido a los ultrafondistas. En la Volvo he tenido d¨ªas de dormir dos o tres horas. Luego lo pagas.
P. ?Y adelgazar?
R. Yo poco, porque tengo relativa facilidad para comer en el barco. Lo m¨¢ximo han sido cuatro kilos. En la Barcelona World Race perd¨ª 10, pero eran 94 d¨ªas.
P. ?C¨®mo es la comida?
R. En la primera que particip¨¦ fue horrible porque hab¨ªa muchos neozelandeses y australianos y les gusta mucho el picante. Cuando tienes el est¨®mago y el cuerpo magullados, no me entra esa comida. Mejor un pur¨¦ de patatas con un poquito de aceite. Ahora la comida est¨¢ muy bien, hay de todo, alimentos m¨¢s naturales.
P. En el mar se piensa en volver a tierra, y en tierra en volver al mar. ?Es as¨ª?
R. Es pensar: ¡®Quiero que esto se acabe pronto porque estoy sufriendo¡¯. Pero ese es el aliciente. A nadie le gusta sufrir, pero cuando est¨¢s en forma, es bonito sufrir. Vuelvo a la bici. Si no estoy en forma, sufro y me pregunto: ¡®?Qu¨¦ carajo hago?¡¯. Si voy r¨¢pido y me veo bien, sufro a gusto. Es la base de cada deportista. Sufres pero te sientes orgulloso.
P. ?Ha sentido miedo?
Cerca de casa, al lado de Galicia, tenemos algunas de las condiciones m¨¢s duras que puede haber en el mundo
R. S¨ª. Pero m¨¢s en la Barcelona World Race. En la Volvo vas muy a tope, pero siempre tienes gente muy buena a tu lado, y eso te da confianza. En la Barcelona s¨ª pas¨¦ miedo. M¨¢s que en Xabi no conf¨ªo en nadie, pero solos, de noche, con mucho fr¨ªo, te puedes marear...
P. ?Qu¨¦ se siente de noche en el oc¨¦ano?
R. Que est¨¢s muy lejos de todo. Como si te quedases solo en una carretera de noche. Sabes que si tienes un problema nadie va a ir a recogerte.
P. ?Las peores condiciones?
R. En el Atl¨¢ntico Norte y en el Pac¨ªfico Sur. Al lado de Galicia y en el Cabo de Hornos. Cerca de casa tenemos algunas de las condiciones m¨¢s duras que puede haber en el mundo. En el Pac¨ªfico Sur tienes que bajar tan abajo que el agua est¨¢ muy muy fr¨ªa, a tres grados. El peligro es muy grande. He visto olas monstruosas al lado de Galicia y en el Cabo de Hornos.
P. ?Qu¨¦ necesita el proyecto espa?ol para ganar?
R. Poco m¨¢s de lo que ya hay. Intentarlo. El Pescanova y el Fortuna empezaron una tradici¨®n. No estuvieron para ganar, pero fue un paso muy importante porque dieron a conocer la vela oce¨¢nica.
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