Todos con el mismo ¡®f¨®rmula uno¡¯
El dise?o ¨²nico de las embarcaciones de la edici¨®n del a?o que viene potencia la igualdad y el factor humano
Dise?o ¨²nico, igualdad m¨¢xima. El monotipo de 65 pies de eslora que emplear¨¢n los participantes en las dos pr¨®ximas ediciones marca una nueva era en los 40 a?os de historia de la regata. Id¨¦ntico barco, confeccionado en los mismos astilleros, con los mismos materiales. Ni estratagemas ni argucias en los bocetos de construcci¨®n. El presupuesto y la capacidad de inversi¨®n de los equipos quedan ahora a un lado. El punto de partida tecnol¨®gico es com¨²n para todos. La destreza sobre el agua ser¨¢ la que decida. ¡°Se trata de favorecer la estrategia y la competici¨®n. Todo a favor del espect¨¢culo¡±, argumentan desde la organizaci¨®n.
De perfil liviano y espigado, pese a que el m¨¢stil alcanza los 30 metros de altura y la b¨¢scula cifra su peso en 11 toneladas, la fisionom¨ªa de los volvo 65 supone una oda a la ingenier¨ªa y un desaf¨ªo cient¨ªfico. Cada barco requiere de siete meses y 36.000 horas de fabricaci¨®n, 120 personas y cuatro astilleros: el casco se construye en Persico (Italia), la cubierta en Multiplast (Francia), la estructura en Decision (Suiza) y el asemblaje se hace en Green Marine (Reino Unido). ¡°Son impresionantes¡±, detalla Patrick Shaughnessy, presidente de la firma estadounidense Farr Yacht Design, dise?adora de los yates.
Las embarcaciones, cuyo coste individual es de 4,5 millones, son pr¨¢cticamente iguales. Su longitud es de 20,37 metros y la manga del casco es de 5,60 metros. ¡°Hay un sistema de medici¨®n muy estricto. El margen de tolerancia es de menos de un mil¨ªmetro. Todos los componentes, no solo el casco y el m¨¢stil, est¨¢n hechos con el mismo molde, incluidas las velas [cada equipo puede llevar ocho y comprar cuatro adicionales]¡±, detalla el australiano Nick Bice, director de The Boatyard (el Centro de Mantenimiento), encargado de asistir a los barcos en las escalas y garantizar la igualdad de condiciones. Los equipos acceder¨¢n a las mismas reparaciones y a un servicio compartido de piezas.
Los volvo 65 son, en palabras de Bice, ¡°los f¨®rmula uno del mar¡±. Mientras un velero tradicional del mismo tama?o alcanza una velocidad m¨¢xima de 20 nudos, estos b¨®lidos llegan a 40. Un registro ligeramente inferior al de sus predecesores, los volvo 70, que fijaban la aguja en 42. La clave, no obstante, reside en la consistencia. En la pasada edici¨®n, los barcos encararon condiciones extremas y olas de hasta 16 metros de altura. ¡°El que aprenda a manejarlo mejor, ganar¨¢. Y eso incluye no da?arlo antes de terminar las etapas, saber cu¨¢ndo pueden forzarlo al m¨¢ximo¡±, explica Bice, de 35 a?os, curtido en dos Volvos en el oc¨¦ano y otras dos en el equipo de tierra.
Antes se conoc¨ªa la ubicaci¨®n de cada barco cada 15 minutos. Ahora, cada dos segundos
La tecnolog¨ªa tambi¨¦n entra en escena. Los nuevos modelos incluyen una compleja red de sat¨¦lites a bordo, c¨¢maras y micr¨®fonos instalados para el env¨ªo y la recepci¨®n de informaci¨®n. ¡°Todo lo que entra y sale de ellos pasa por aqu¨ª. Dosificamos lo que les enviamos para favorecer la estrategia y que asuman riesgos competitivos¡±, apunta desde Alicante el ingeniero catal¨¢n Jordi Neves, director del Centro de Control; ¡°tenemos telemetr¨ªa real. Ahora sabemos la ubicaci¨®n exacta de los barcos cada dos segundos. Antes era cada 15 minutos. La evoluci¨®n es bestial¡±.
El Team SCA, el primer equipo ¨ªntegramente femenino desde 2001, ha sido el primero en lanzarse al agua con el nuevo barco, que previamente ha superado rigurosas pruebas estructurales. En una de ellas, se escor¨® hasta 50? y la quilla se pivot¨® al m¨¢ximo. ¡°Siempre tienes un poco de aprehensi¨®n a que algo haga: ?pum! Pero no ha ocurrido¡±, dice la capitana Liz Wardley. El pasado s¨¢bado, el equipo ¡ªde 11 tripulantes, en lugar de los ocho masculinos¡ª efectu¨® las primeras maniobras antes de navegar desde Southampton a su cuartel general, en Lanzarote. ¡°A¨²n no lo hemos puesto a tope, pero transmite seguridad y dureza¡±, remata la australiana, enfrascada en la puesta punto del volvo 65. El icono de una nueva ¨¦poca.
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