Una ¡®bala¡¯ ol¨ªmpica

Rotura del peron¨¦ de la pierna derecha y distensi¨®n de ligamentos del tobillo. Fisura en la octava v¨¦rtebra. Trabajar lanz¨¢ndose por la monta?a a velocidades medias de 100 kil¨®metros por hora obliga a convivir con las lesiones. Esa es la vida de Carolina Ruiz, la primera espa?ola en ganar un descenso en la Copa del Mundo (Meribel, 2013), que tuvo que cerrar el curso pasado por un problema en la espalda y que este s¨¢bado abri¨® la temporada 2014 en el gigante de S?lden, Austria, con una discreta actuaci¨®n (fuera de la segunda manga y a 6,85s de la ganadora, la suiza Gut). No es un a?o cualquiera. La espa?ola mira a los Juegos de Sochi 2014, en febrero, so?ando con ser la abanderada y con luchar por las medallas.

"El objetivo es estar bien en los Juegos Ol¨ªmpicos", dice Mark Tilston, el t¨¦cnico escoc¨¦s de la espa?ola, que viaj¨® a hacer la pretemporada a Chill¨¢n (Chile) y Ushuaia (Argentina), donde los ojos m¨¢s observadores de la estaci¨®n concluyeron que su ¨¦xito hab¨ªa producido un distanciamiento con su grupo de entrenamiento, compuesto por francesas, y con la lucha por las medallas ol¨ªmpicas como transfondo. "Pero no", asegura Tilson; "lo que ha cambiado es que ahora Carolina sabe que puede hacerlo, que puede ganar. No es lo mismo creer que saber. Ya hab¨ªa trabajado mucho con psic¨®logos. Vamos con todo el equipo franc¨¦s, pero nuestro trabajo es bastante distinto. M¨¢s individualizado. M¨¢s personal, basado en dar confianza al deportista. Nuestro plan est¨¢ claro: dar prioridad al descenso, porque es donde tiene m¨¢s posibilidades de medalla en los Juegos", subraya. "Por eso hemos hecho bastante trabajo de fuerza. Nos hemos focalizado en la velocidad".

Compartimos los gastos en log¨ªstica y trazados con los franceses y es mejor para ella tener otras chicas, porque es duro pasar el a?o solo con hombres. Eso es importante para ella por el lado emocional, espiritual Tilston, t¨¦cnico de Ruiz

El de Ruiz es un esfuerzo solitario. La granadina de origen chileno, de 31 a?os, es doblemente excepcional. No es solo la primera espa?ola que se impone en un descenso, sino que no tiene compatriotas de su nivel con las que entrenarse. Eso le obliga a compartir pr¨¢cticas y gastos con equipos como el franc¨¦s: embarcar en el avi¨®n los esqu¨ªs cuesta 500 euros, la factura se eleva porque hay que cerrar dos kil¨®metros de pista al p¨²blico, se engorda porque se necesita un pu?ado de t¨¦cnicos para delimitarla e instalar redes de seguridad, y acaba disparada por los materiales. Hay que buscarse la vida. Seg¨²n Tilson, los entrenamientos de Ruiz cuestan unos 100.000 euros, y los franceses aportan el cu¨¢druple.

"Compartimos los gastos en log¨ªstica y trazados y es mejor para ella tener otras chicas, porque es duro pasar el a?o solo con hombres. Eso es importante para ella por el lado emocional, espiritual", dice el t¨¦cnico de la esquiadora, que esta pretemporada tambi¨¦n vio c¨®mo su pupila se entrenaba con los noruegos Kjetil Jansrud (plata en el gigante de los Juegos de Vancouver 2010) y Aksel Lund Svindal, doble ganador de la Copa del Mundo, oro ol¨ªmpico y cinco veces campe¨®n mundial. "Todo el esfuerzo log¨ªstico que hay que hacer para entrenar es exagerado hacerlo para una sola chica".

Esa chica, que no atac¨® la prueba de S?lden como una prioridad, es una de las grandes esperanzas de Espa?a en los Juegos. Es Carolina Ruiz. Una bala lanzada en busca de la medalla a m¨¢s de 100 kil¨®metros por hora.