La pasi¨®n art¨ªstica de Brook L¨®pez
El p¨ªvot de los Nets lleva siempre consigo un cuaderno de dibujo en el que apunta bocetos de los c¨®mics que le gustar¨ªa publicar en un futuro
El ritual de los jugadores de baloncesto antes y despu¨¦s de los partidos es personal, intransferible y depende, en buena medida, del resultado obtenido. LeBron James devora indefectiblemente alitas de pollo en los 45 minutos previos a saltar a la cancha y tras la bocina que anuncia el final del encuentro; Kevin Garnett arroja los cascos de escuchar m¨²sica al suelo y se cala la capucha de la sudadera para ahuyentar la frustraci¨®n de la derrota. Brook L¨®pez se refugia en el dibujo y la escritura y con sus enormes manos, esas con las que est¨¢ anotando 21 puntos de media en el inicio de esta temporada, garabatea figuras en las hojas de un cuaderno que siempre lo acompa?a.
¡°Me encanta dibujar en mi tiempo libre. Me relaja y me divierte. Me sirve para evadirme del baloncesto¡±, explica L¨®pez a EL PA?S. Hablar de su pasi¨®n art¨ªstica relaja al p¨ªvot de 25 a?os y en su voz cavernosa se atisba un deje de satisfacci¨®n ante la posibilidad de cambiar el discurso sobre estad¨ªsticas, p¨¦rdidas de bal¨®n, d¨¦ficit de concentraci¨®n en defensa y falta de acoplamiento entre los jugadores que ha empleado para explicar la derrota de su equipo, los Brooklyn Nets, ante los Washington Wizards en la pr¨®rroga (108-112).
Me encanta dibujar en mi tiempo libre. Me relaja y me divierte. Me sirve para evadirme del baloncesto¡±
Con 20 a?os, L¨®pez estaba escribiendo dos novelas y una obra de teatro mientras practicaba saxof¨®n y estudiaba Literatura Creativa en la universidad de Standford, cuando los New Jersey Nets lo ficharon en la primera ronda del draft de 2008 de la NBA. Cinco a?os despu¨¦s, el p¨ªvot se ha convertido en el jugador m¨¢s determinante de un equipo plagado de estrellas que todav¨ªa no han encontrado la armon¨ªa entre sus ¨®rbitas. La vena creativa y ecl¨¦ctica de L¨®pez le ayuda a relativizar la creciente transcendencia y responsabilidad que ha alcanzado en una formaci¨®n en la que, por fin, se ha asentado como nuevo l¨ªder.
¡°La pintura, escribir, dibujar c¨®mics, el arte en general es para m¨ª una relaci¨®n vital, algo que me acompa?a desde peque?o, en lo que mis hermanos y yo nos criamos¡±, se?ala. Su gemelo, Robin L¨®pez, que milita en los Trail Blazers de Portland, tambi¨¦n dibuja y escribe y uno de sus hermanos mayores, Chris, que vive en Nueva York con Brook, es dise?ador gr¨¢fico e ilustrador.
El padre del de los Nets, Heriberto Larrosa L¨®pez, era un jugador de baseball cubano que emigr¨® a EE UU; su t¨ªo paterno, Marcelino, fue pitcher en la Liga Nacional estadounidense (MBL) de los Phillies de Philadelphia, los Orioles de Baltimore, los Brewers de Milwaukee, los ?ngeles de California y los Indios de Cleveland. Su madre, Debbie Ledford, fue nadadora profesional y a punto estuvo de entrar en el equipo ol¨ªmpico de nataci¨®n de EE UU. Su abuela materna, Inky, fue entrenadora de gimnasia deportiva. Pese a estos antecedentes deportivos, en la familia L¨®pez ¨Clos padres se separaron cuando los gemelos eran muy peque?os y apenas han tenido contacto con su progenitor- los balones siempre se alternaron con los l¨¢pices y las l¨¢minas de dibujo.
Fueron la abuela y la madre del p¨ªvot quienes se encargaron de impulsar la creatividad en la familia. Inky ten¨ªa en su casa una rara colecci¨®n de primeras ediciones de cuentos infantiles en los que los ni?os L¨®pez se sumerg¨ªan cada vez que la visitaban. Todas las Navidades, la abuela les regalaba cajas llenas de pinturas, t¨¦mperas, acuarelas, piezas de construcci¨®n¡ ¡°Todo lo que pod¨ªas imaginar estaba en esa caja y mis hermanos y yo nos volv¨ªamos locos dibujando¡±, recuerda L¨®pez con una media sonrisa. Su madre se encarg¨® de promover la vena art¨ªstica de sus hijos. ¡°Nos incitaba a pintar y a escribir y todas las noches nos le¨ªa cuentos e historias¡±.
La pintura, escribir, dibujar c¨®mics, el arte en general es para m¨ª una relaci¨®n vital, algo que me acompa?a desde peque?o, en lo que mis hermanos y yo nos criamos¡±
De los cuentos para ni?os de la casa de su abuela, L¨®pez pas¨® a los c¨®mics y los superh¨¦roes. El p¨ªvot tiene cientos de ejemplares en su casa de California y sigue aumentando su colecci¨®n. Si alguien quiere ver al jugador de los Nets fuera del estadio, probablemente no lo encuentre en los locales de moda o en las tiendas de ropa de Nueva York, como la mayor¨ªa de sus colegas. Pero si visita librer¨ªas o tiendas de coleccionistas es bastante factible que, entre quienes rebuscan viejos ejemplares de historias gr¨¢ficas, se topen con un gigante de 213 cent¨ªmetros agachado sobre las estanter¨ªas. Otra posibilidad es acercarse al Comic-Con, la convenci¨®n internacional de c¨®micas que cada a?o se realiza en San Diego y de la que L¨®pez es asiduo.
L¨®pez espera adentrarse en el mundo del c¨®mic de manera profesional en un futuro que, dada su juventud y trayectoria deportiva, a¨²n se percibe lejano. No obstante, ya ha publicado junto a su hermano Robin varios libros con sus ilustraciones y ahora esperan encontrar comprador para un gui¨®n de una serie de animaci¨®n para la televisi¨®n que han escrito entre los dos. Pese a los kil¨®metros que los separan, los gemelos se intercambian cada d¨ªa bocetos, ideas y guiones de historietas. ¡°Me gustan las aventuras, es el g¨¦nero sobre el que querr¨ªa escribir, me parece divertido. Viajo mucho y me gusta inspirarme en los lugares que he visitado¡±, reconoce. L¨®pez es un virtuoso de la pintura, la de la cancha y la del papel.
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