F¨²tbol con tiza y pizarra en Vanuatu
L¨®pez Ufarte, exjugador de la Real, prepara entrenadores en un archipi¨¦lago en medio del Pac¨ªfico: ¡°He vivido cuatro terremotos, un conato de rebeli¨®n federativa, enfermedades...¡±
¡ªPerdone, ?usted se vendr¨ªa a entrenar a Vanuatu?
¡ª?Ad¨®nde?
¡ªVanuatu, un archipi¨¦lago en el Oc¨¦ano Pac¨ªfico a 1.750 kil¨®metros de Australia. Se nos conoce como Las islas de la felicidad. No se vive mal y necesitamos una persona con experiencia internacional que pueda ayudarnos a escalar un poco en el ranking FIFA. Estamos en el puesto 182 de 209 pa¨ªses y nos gustar¨ªa mejorar.
¡ªDe acuerdo, me interesa.
¡ªMuchas gracias se?or L¨®pez Ufarte. Le llamaremos para gestionar su visado y negociar los ¨²ltimos detalles del contrato. Estamos deseosos de trabajar con usted. Por cierto, ?c¨®mo lleva el tema del ingl¨¦s?
As¨ª, con una conversaci¨®n provocada tras un simposio sobre f¨²tbol en Z¨²rich, fue como contact¨® la Federaci¨®n de F¨²tbol de Vanuatu con Roberto L¨®pez Ufarte (Fez, Marruecos, 1958), exjugador del Betis, Atl¨¦tico y Real Sociedad; 15 veces internacional con la selecci¨®n espa?ola y ex miembro del cuerpo t¨¦cnico del conjunto donostiarra tras su retirada como jugador. No hizo falta m¨¢s di¨¢logo para convencerle. La oportunidad de entrenar en el extranjero supon¨ªa adem¨¢s de un reto profesional una experiencia personal suficientemente atractiva.
¡°Vivo con mi mujer¡±, cuenta el t¨¦cnico. ¡°Que ella se viniera fue una de las condiciones que puse para firmar, aunque nuestros hijos se han quedado en Espa?a. Nos han facilitado un apartamento con una peque?a cocina, tenemos una tele que no funciona muy bien pero que al menos se ve. Ya llevamos seis meses y estamos contentos¡±. La charla se produce por videoconferencia, con diez horas de diferencia entre ambos interlocutores, y en medio de una lluvia torrencial. ¡°Ya estoy acostumbrado. Desde que llegu¨¦ en junio he vivido cuatro terremotos, un conato de rebeli¨®n en la Federaci¨®n, enfermedades¡¡±, relata con una gran sonrisa en la cara.
La tarea de L¨®pez Ufarte no es sencilla: debe ocuparse de la formaci¨®n de todos los entrenadores del pa¨ªs, desde los seleccionadores sub-15, sub-17, sub-20, sub-23, hasta el cuerpo t¨¦cnico de la absoluta, as¨ª como de los t¨¦cnicos de las tres ligas del pa¨ªs. ¡°Soy un coach-mentor, un preparador de entrenadores. Puede parecer mucha tarea, pero la verdad es que por falta de recursos no se organizan tantas actividades¡±, advierte.
?Nos merece la pena ser competitivos a morir? Aqu¨ª aprendes a disfrutar lo que tienes¡±
Encasillado en el fondo de la clasificaci¨®n internacional que establece la FIFA (est¨¢n por debajo de Guinea-Bissau y encima de Suazilandia), las ochenta islas que conforman la Rep¨²blica de Vanuatu poseen influencias inglesas y francesas. No en vano Inglaterra y Francia reclamaron en 1880 distintas regiones del archipi¨¦lago hasta que en 1970 el pa¨ªs se convirti¨® en una Rep¨²blica independiente. Sus cerca de 200.000 habitantes perciben una renta media de 33.000 vatus (alrededor de 280 euros al mes) en un entorno en el que la temperatura oscila entre los 25 y los 26 grados todo el a?o. ¡°Aunque pueda considerarse un tercer mundo, no hay los problemas de hambre que tienen en ?frica. La falta de desarrollo se nota en las infraestructuras. Entre que los coches son antiguos y que no hay carreteras sin baches, conducir es una aventura peligrosa¡±. Desplazarse en un turismo es algo al alcance de unos pocos. Ni siquiera muchos miembros de la Federaci¨®n de F¨²tbol de Vanuatu pueden permit¨ªrselo.
¡°Intento inculcarles¡±, prosigue L¨®pez Ufarte, ¡°que el dinero seguir¨¢ llegando si se ven resultados positivos ¡ªperciben subvenciones por parte de la OFC, la Confederaci¨®n de F¨²tbol de Ocean¨ªa¡ª. Hay alg¨²n entrenador que est¨¢ mejorando los resultados de sus equipos por medio de las nuevas formas de entrenar que hemos implantado. Ellos, f¨ªsica y t¨¦cnicamente, tienen un nivel espectacular. Hay chavales a los que les he visto hacer cosas que no pod¨ªa creer. Pero pecan de individualistas y eso provoca que t¨¢cticamente est¨¦n muy verdes y tenga que centrarme mucho en hacerles ver que sin eso no se puede evolucionar¡±.
Intento inculcarles que el dinero seguir¨¢ llegando si se ven resultados positivos¡±
En las charlas t¨¦cnicas no hay v¨ªdeos, ni diapositivas con diagramas. Son con tiza y pizarra. ¡°Estoy haciendo una labor casi humanitaria¡±, dice. Acerca de la situaci¨®n actual en Espa?a, aplicar¨ªa una lecci¨®n que observa cada d¨ªa en las islas: ¡°Deber¨ªamos aprender de los vanuatuenses. Nosotros, que somos competitivos a morir, ?nos merece la pena ser as¨ª? Aqu¨ª uno aprende otras cosas, a ser feliz disfrutando de lo que se tiene, por ejemplo¡±.
Es la reflexi¨®n final de quien en las ant¨ªpodas, tambi¨¦n en lo que a f¨²tbol se refiere, trata de implantar el modelo de trabajo que ha provocado el ¨¦xito de La Roja en los ¨²ltimos a?os. Puede que el deporte sea el ¨²nico espacio en el que Espa?a ofrezca garant¨ªas en cuanto a resultados. Y, claro, no hay mejor forma de hacerlo que rode¨¢ndose de felicidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.