Vela, el candelabro de Anoeta
La Real remonta al Celta con cuatro goles del delantero mexicano (4-3)
El valor de los partidos se puede medir por muchos raseros, pero hay uno incuestionable que los hace divertidos por encima de cualquier exquisitez t¨¦cnica o cualidad t¨¢ctica. Se trata de que pasen muchas cosas, es decir que nadie pase inadvertido, que todos (¨¢rbitro incluido) tengan algo o mucho que decir para bien o para mal, que el bal¨®n no sea un lujo sino un bien com¨²n y que, por tanto, la incertidumbre cotice al alza durante noventa y pico minutos. Y todo eso ocurri¨® en Anoeta, un estadio convertido en una novela polic¨ªaca de oscuro desenlace con un cartel de protagonistas que iban reclamando su lugar en la trama.
La diferencia es que en vez de asesinatos aqu¨ª se jugaba con goles. Y en la trama sobresal¨ªa un detective llamado Carlos Vela, que luce en la camiseta un r¨®tulo que pone "Carlos V¡± no en honor del emperador espa?ol (¨¦l es mexicano) pero que hizo honor a la V marcando cinco goles, aunque uno no subi¨® al marcador por fuera de juego que no era (s¨ª de su pasador Chory Castro y de Griezmann, que no intervino en la acci¨®n, pero el ¨¢rbitro se?al¨® justo el que no era) dejando el rep¨®quer en un p¨®quer nada despreciable.
Real Sociedad, 4; Celta, 3
Real Sociedad: Bravo; Zaldua (Ros, m. 79), Mikel Gonz¨¢lez (Agirretxe, m. 66), ??igo Mart¨ªnez, De la Bella; Xabi Prieto, Bergara, Zurutuza (Rub¨¦n Pardo, m. 37); Griezmann, Carlos Vela y Chory Castro. No utilizados: Zubikarai, Ansotegi, Jos¨¦ ?ngel y Seferovic.
Celta: Yoel; Hugo Mallo, Cabral, Aurtenetxe, Jony; Font¨¢s; Rafinha, ?lex L¨®pez (Madinda, m. 82), Augusto, Nolito (David Costas, m. 69); y Charles (Santi Mina, m. 71). No utilizados: Sergio, Orellana Toni y Krohn-Dehl.
Goles: 1-0. M. 5. Carlos Vela. 1-1. M. 23. Rafinha. 2-1. M. 28. ?lex L¨®pez. 1-3. M. 57. Rafinha. 2-3. Carlos Vela. 3-3. M. 77.Carlos Vela. M. 80. Carlos Vela.
?rbitro: Mu?iz Fern¨¢ndez. Expuls¨® a Font¨¢s (m. 65) por doble amonestaci¨®n. Mostr¨® tarjeta amarilla a Cabral, Xabi Prieto, Yoel y Bergara
24.634 espectadores en Anoeta. 35.270 euros de recaudaci¨®n que se destina a los damnificados por el tif¨®n en Filipinas.
Vela, el desaparecido a la sombra de un Griezmann reluciente (hasta que ayer apag¨® su estrella), fue el viaducto por el que la Real que naci¨® viva, que muri¨® despu¨¦s a los pies del Celta y resucit¨® al final, encontr¨® la v¨ªa l¨¢ctea por la que desangrar a un rival que tiene de todo menos defensas. Cuatro goles hizo el mexicano, ante una zaga pasmada que nunca entendi¨® su juego, que marc¨® horriblemente mal por el centro y, sobre todo, que asumi¨® la expulsi¨®n de Font¨¢s a casi media hora del final, como una derrota prematura.
Porque en la ruleta rusa de Anoeta, la Real marc¨® dos goles en seis minutos: uno el referido que Mu?¨ªz Fern¨¢ndez anul¨® a Vela y otro, el que el mexicano repic¨® tres minutos despu¨¦s como una repetici¨®n televisiva. Viento de cara para el conjunto de Arrasate que jugaba sin delantero centro al amparo de la conjura de los zurdos: Chory Castro, Vela y Griezmann. La hojuela de la estrategia dio miel muy pronto y se antojaba buena cosecha. Pero todo lo que le falta al Celta en defensa (menos portero, que lo tiene en Yoel, muy bueno por cierto), le sobra en el centro del campo. Font¨¢s era el sem¨¢foro rojo para el languidecido medio campo realista, y Rafinha y ?lex L¨®pez son centrocampistas con vocaci¨®n de delanteros. Lo demostraron con tres goles, llegando desde esa pradera desierta. Rafinha lo hizo de cabeza y con el pie, sabiendo jugar con el cuerpo para descontrolar a los defensores y ?lex L¨®pez con la inteligencia de los llegadores.
Un 1-3 hac¨ªa honor a la condici¨®n de inc¨®modo invitado de la que hace gala el Celta y deshonor al barullo realista que solo encontraba la velocidad de Chory Castro y los buenos centros del debutante Zaldua para recuperar la autoestima. Pero la presencia de Rub¨¦n Pardo por un desangelado Zurutuza al menos le otorg¨® variedad en el juego. Y en esto, Font¨¢s (ya amonestado previamente), se vio en la obligaci¨®n de tumbar a Vela en un contragolpe y su expulsi¨®n fulmin¨® al Celta que de repente se qued¨® sin referente defensivo y sin objetivos en el juego. Y en esto surgi¨® Carlos V. Primero cabece¨® un centro del Chory Castro, despu¨¦s se aprovech¨® de un fuera de juego en el ¨¢rea peque?a para igualar el partido (error con error es como pagan los malos ¨¢rbitros sus errores) y despu¨¦s marc¨® el de la victoria en plena ebullici¨®n realista, que incluso pudo hacer el quinto cuando Vela le concedi¨® por partida doble el gol a Griezmann en la misma jugada y en ambas tropez¨® con Yoel.
No era la tarde de Griezmann. La oscuridad de la Real la alumbr¨® esta vez no una vela, sino un candelabro con todas las velas encendidas.
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