Banquillo de aspirante

No aspira el Atl¨¦tico a la Liga en las ruedas de prensa, pero s¨ª por lo que ense?a en cada partido. El de Elche le exigi¨® ambici¨®n, una marcha m¨¢s y un banquillo resolutivo para desatascarlo, y lo tuvo. No ech¨® en falta nada de lo mencionado cuando tuvo que tirar de ello para imponerse en uno de esos partidos que validan una candidatura: por ser fuera de casa y por la complejidad t¨¢ctica y la brega del contrario. Un duelo de esos de f¨²tbol perrero, que primero hay que aguantar y despu¨¦s saber reventar para ganarlo. Simeone lo conquist¨® con dos cambios decisivos en los dos goles que le dieron una victoria lograda desde la persistencia del que busca algo. Un t¨ªtulo, por ejemplo.

Bien plantado, dominador durante algunas fases de ese otro f¨²tbol que tambi¨¦n manejan los rojiblancos, el Elche solo empez¨® a rilarse cuando no pudo seguir el ritmo constante y machac¨®n del Atl¨¦tico, que choca como un equipo peque?o y se despliega a su manera con la eficacia de los grandes. Lleg¨® poco arriba con claridad, pero cuando lo hizo fue para ganar. Eso genera un desgaste f¨ªsico y an¨ªmico que pocos equipos pueden resistir. El Elche le exigi¨® desde el esfuerzo y desde lo t¨¢ctico y termin¨® rendido, incapaz de aguantar durante m¨¢s de 45 minutos a un conjunto met¨¢lico, sin apenas fisuras, que pareci¨® saber cu¨¢ndo y c¨®mo ganar el partido. Otro de los rasgos de los grandes equipos. Oficio, que dicen los cl¨¢sicos. Con los n¨²meros en la mano, 40 puntos ya, los mismos que el Barcelona (un partido menos), y un estilo que no le hace divisar muchas derrotas en el horizonte, el Atl¨¦tico es un aspirante al t¨ªtulo, t¨ªmido en sus proclamas, pero contundente en su partido a partido.

Sin perder sus grandes rasgos de identidad, esta vez Simeone tuvo que recurrir a su banquillo para obtener la respuesta que necesitaba. Ra¨²l Garc¨ªa y Adri¨¢n fueron decisivos en los dos goles. No estaba c¨®modo Villa, poco participativo y afilado, y fue sustituido por Ra¨²l Garc¨ªa, que sigue optimizando cada minuto que le conceden. No marc¨®, pero el primer bal¨®n que toc¨® fue un disparo raso y cruzado desde la esquina derecha del ¨¢rea. Un tiro de esos da?inos que ponen a prueba el costillar de los porteros. Lo ataj¨® forzado Manu Herrera, pero no lo bloc¨®. Quiso reba?ar Diego Costa el rechazo y en el intento barri¨® a Bot¨ªa. La pelota qued¨® a muerta a los pies de Koke, que la empuj¨® ante las reclamaciones de los jugadores del Elche.

Ese primer tanto premi¨® la salida ambiciosa del Atl¨¦tico en el segundo tiempo, que tambi¨¦n fue una confirmaci¨®n de esas aspiraciones que prefiere no airear. No acab¨® de sentirse c¨®modo, ni dominador absoluto en el primer acto. Igualado en las batallas individuales y en la pelea de las segundas jugadas, y sin Koke y Arda acertados en los pases de los ¨²ltimos metros, no encontr¨® mucha puerta, m¨¢s all¨¢ de un cabezazo de Gabi en un c¨®rner y un remate de Diego Costa, ganador de un rebote en el ¨¢rea, que tap¨® Dami¨¢n Su¨¢rez.

Compacto el Elche, quiso desplegarse por las bandas con Fidel y Carles Gil, buscar alguna arrancada de Boakye o descubrir un agujero por el medio con la revoltosa movilidad de Coro. Todo eso le dio para empatar el partido hasta el descanso y hacerle ver a Simeone que su equipo necesitaba m¨¢s de lo que hab¨ªa podido ense?ar.

A partir de ah¨ª, emergieron las condiciones que refrendan la candidatura del Atl¨¦tico. Dio un pase adelante en la presi¨®n y subi¨® revoluciones para empotrar al Elche en su ¨¢rea. Como segu¨ªa sin encontrar puerta y precisi¨®n en los ¨²ltimos metros, Simeone mir¨® al banquillo. Primero le respondi¨® Ra¨²l Garc¨ªa y despu¨¦s Adri¨¢n. Entr¨® por Arda, poco desequilibrante para lo que acostumbra. Fue autor de un tanto de cabeza anulado porque arranc¨® la pelota de las manos de Manu Herrera con falta.

Si Ra¨²l Garc¨ªa gener¨® el primer tanto con su mejor virtud, el disparo, el segundo destap¨® su versi¨®n de jugador diferente. Puso un globo por encima de la adelantada defensa del Eche que recogi¨® Diego Costa a la carrera y ya dentro del ¨¢rea lo col¨® con un derechazo cruzado a media altura. Volvi¨® Costa despu¨¦s de la lesi¨®n que le impidi¨® estrenarse con Espa?a para conformar el once m¨¢s titular de Simeone que, cuando no le dio para ganar, no tuvo problemas en reemplazar a dos de sus jugadores ofensivos m¨¢s significativos.

Sin un banquillo profundo es dif¨ªcil imaginar a un equipo campe¨®n, pero el d¨ªa a d¨ªa ya ha convertido al Atl¨¦tico en, al menos, un equipo de 14 jugadores solventes. Tiago ha igualado el buen comienzo de temporada que estaba realizando Mario Su¨¢rez hasta que se lesion¨®, Ra¨²l Garc¨ªa gana partidos y Adri¨¢n ha ense?ado con menos intermitencias que el curso pasado que est¨¢ cerca de volver a ser el que fue. Y detr¨¢s de ellos, Alderweireld, ?liver, Cebolla Rodr¨ªguez, Guilavogui, Manquillo Baptistao, Ins¨²a... Todos entrenados para competir, seg¨²n su entrenador. En un aspirante.