M¨¢s Pedro que otra cosa

Fernando, el ariete del Cartagena, tard¨® apenas 15 minutos en dar forma a un sue?o que termin¨® por sucumbir a pies de Pedro, un tipo que remite a una forma de vida llena de esfuerzo. El Barcelona de Martino fue poco m¨¢s que Pedro y su esencia, bastante m¨¢s que juego. El canario es mucho y m¨¢s si de lo que se trata es de salir vivo de un campo menor, como el de Cartagena, de ganar o ganar contra un equipo basado en el orden y el empe?o, como lo fue anoche el conjunto de Tevenet, un Segunda B que puso todas las ganas del mundo por hacer lo imposible: ganarle al Barcelona. No pudo, pero lo intent¨® con todo lo que ten¨ªa: la ilusi¨®n de un modesto.

A cuarto de hora de partido, el zurdazo de Fernando, el nueve blanquinegro, le sac¨® los colores al equipo de Martino, que llegaba al municipal cartagenero exigido a reivindicarse tras dos derrotas consecutivas. Se envenen¨® pronto la Copa para el Barcelona, a quien falto de juego le rescataron el empe?o y los goles de Pedro y de Cesc. No jug¨® el Bar?a ni bien ni mal, sino todo lo contrario. Ni fu ni fa. Pero sali¨® vivo y con la eliminatoria pr¨¢cticamente resuelta.

Martino dej¨® a tres campeones del mundo en casa, ¡ªXavi, Iniesta y Piqu¨¦¡ª y a Neymar en el banquillo. Junt¨® el t¨¦cnico argentino en el campo a Busquets y a Song, al que uso de interior, en lo que suena a declaraci¨®n contra natura. Le dio bola, por vez primera en la alineaci¨®n titular, a Sergi Roberto y form¨® zaga con Puyol y Bartra como centrales, y Alba y Adriano en las bandas. A partir de ah¨ª, Pedro se ech¨® al equipo a su espalda por la banda izquierda, por donde abrum¨® a Anto?ito, y Alexis se abri¨® por la derecha, dejando a F¨¤bregas espacios para moverse de falso nueve. La idea estuvo siempre m¨¢s clara que la ejecuci¨®n.

No jug¨® el Bar?a ni bien ni mal, sino todo lo contrario. Ni fu ni fa

Al final, le salv¨® al Barcelona su actitud, en especial la de Pedro, antes que el juego, a trompicones y sin fluidez. Pic¨® el canario por fuera y por dentro y a su estela le sigui¨® el equipo azulgrana. Ejemplar en su agitaci¨®n por todo el frente de ataque, no dej¨® de intentarlo en cada minuto de partido. Como cuando busc¨® el desmarque en el primer gol y remat¨® al palo largo o como cuando arrastrando a la defensa liber¨® a su compa?ero F¨¤bregas para regalarle un tercero que malogr¨® por un mal bote. O asistiendo, llegado el caso, a Jordi Alba en su impulso por la banda por la que destartalaron al Cartagena. Al final tuvo que ser el mismo Pedro quien sentenciara la eliminatoria con el tercer gol, el segundo de su cuenta. El canterano camerun¨¦s Dongou cerr¨® la goleada.

Si algo recuerda a la mayor gloria del pasado en el equipo azulgrana es el orgullo de Pedro. Protagonista de principio a fin en Cartagena, donde el Barcelona alivi¨® su estado de ansiedad.