Cristiano levanta otro monumento

A falta de m¨¢s objetivos, el Madrid demoli¨® el r¨¦cord de imbatibilidad del Copenhague en su campo y dej¨® otro monumento a Cristiano plantado en la inh¨®spita hierba del Parken. Nadie hab¨ªa metido m¨¢s de ocho goles en la primera fase de la Champions y el portugu¨¦s, impulsado por sus compa?eros en el reto, lleg¨® a nueve y estuvo cerca de hacer 10. Se lo impidi¨® Wiland, el portero sueco, que le par¨® un penalti.

Solbakken anunci¨® el lunes que solo la intervenci¨®n divina permitir¨ªa a su equipo ganarle al Madrid. El entrenador del Copenhague celebr¨® que la providencia le enviara buenas se?ales en forma de fr¨ªo, humedad y la conformaci¨®n de un campo duro e irregular sobre el que parec¨ªa dif¨ªcil clavar los tacos. Dinamarca llevaba una semana de temporal hasta este fin de semana, y el t¨¦cnico reforz¨® su plegaria mandando a sus jugadores a que se apretaran bien atr¨¢s, conformando un bosque humano que dificultara el avance de los visitantes. La clase de escenario que incomoda a cualquier equipo y que parece ser, desde hace un par de a?os, la f¨®rmula m¨¢s eficaz contra este Madrid vertiginoso. La defensa en caja y poner a dos tipos a perseguir a Alonso, no sea que el conductor mueva la pelota a velocidad suficiente para pillar a la defensa con un flanco a contrapi¨¦.

Vetokele y Toutouh se ocuparon por zonas de cubrir la pelota cada vez que la transportaba Alonso, repartiendo alg¨²n golpe de vez en cuando. El partido se espes¨® de inmediato, recordando las dificultades que atravesaron los equipos que han pasado por aqu¨ª. Hasta ayer, el Copenhague nunca hab¨ªa perdido un partido de Liga de Campeones en su estadio y sumaba ocho: cinco victorias y tres empates ante conjuntos como Bar?a, Manchester y Juventus.

El Copenhague sufri¨® la baja repentina de Jorgensen, uno de sus dos puntas, que pidi¨® el cambio pasados los cinco minutos. El incidente no alter¨® el plan. Ordenada por el viejo Mellberg, la cuadrilla del club dan¨¦s cerr¨® todas las v¨ªas de acceso a su porter¨ªa poblando su ¨¢rea a la m¨ªnima. Durante un rato, la ¨²nica barrera que no baj¨® el Copenhague fue la del carril de Arbeloa, a quien los marcadores dieron menos importancia. Al Madrid no le quedaron m¨¢s alternativas que darle la pelota al defensa para buscar centros laterales. Por ah¨ª Benzema y Bale ingeniaron alg¨²n cabezazo sin demasiado peligro. La falta de espacios exig¨ªa la aparici¨®n de un hombre como Isco, el ¨²nico jugador madridista verdaderamente especializado en romper entre l¨ªneas con su regate corto. En esa coyuntura, sin embargo, Isco no encontr¨® el camino y sus compa?eros tampoco lo encontraron f¨¢cilmente a ¨¦l.

La falta de espacios exig¨ªa la aparici¨®n de Isco para romper con su regate corto

Una falta de Claudemir sobre Isco precipit¨® los acontecimientos poco antes de la media hora. Lanz¨® Cristiano desde 30 metros, Wiland despej¨® a c¨®rner, y Bale lo puso en el segundo palo. Hubo un despeje y la pelota le cay¨® a Isco, que merodeaba en el otro costado de la cancha. Con medio Madrid metido en el ¨¢rea rival, el malague?o le pas¨® la pelota a Modric, que recort¨® a Bola?os al borde del ¨¢rea y arm¨® la derecha. El disparo, perfectamente tocado, fue a la escuadra. Un gran gol. Otra vez, un gran gol de Modric en uno de esos partidos trabados de Champions.

No hay un equipo m¨¢s inexpugnable que el blanco cuando juega con ventaja

El rodillo del Madrid se pone en marcha con el primer tanto. Probablemente no haya otro equipo en el mundo m¨¢s inexpugnable que el Madrid cuando juega con ventaja. El gol de Modric activ¨® todo el arsenal. El Copenhague se despleg¨® intentando remontar y casi lo logra en un c¨®rner cabeceado por Bola?os. El ¨¢rbitro, sin embargo, juzg¨® que el rematador antes hab¨ªa cargado sobre Casillas. En medio de la furia desatada en las gradas y en el campo, con los jugadores locales m¨¢s abiertos, Cristiano redobl¨® sus apariciones. Con dos remates ajustados a los palos oblig¨® a Wiland a reacciones extremas antes del descanso.

En el arranque del segundo tiempo, a la salida de otro c¨®rner, Cristiano se anticip¨® a su marcador en el segundo palo y anot¨® el 0-2. Fue su noveno tanto en los cinco encuentros que lleva disputados en esta fase de grupos. Un r¨¦cord m¨¢s en su incre¨ªble lista de marcas ¨²nicas. M¨¢s all¨¢ de Ibrahimovic, Crespo, Inzaghi y Van Nistelrooy. Nunca un futbolista hab¨ªa metido tantos goles en la primera fase de la Champions y ¨¦l, m¨¢s consciente que nadie de su extra?o poder, celebr¨® el acontecimiento abri¨¦ndose de brazos y piernas para recibir a sus compa?eros en un abrazo ritual. Posando para la posteridad como si coreografiara una estatua de s¨ª mismo. El H¨¦rcules del f¨²tbol.

El resumen del partido