Atasco en las ¨¢reas
Escaso de punter¨ªa, el Espanyol firma las tablas con un Almer¨ªa que fall¨® un penalti repetido
Apurado el Almer¨ªa en la composici¨®n y desatinado el Espanyol en la definici¨®n, el duelo se desfigur¨® con el paso de los minutos, con la inoperancia de unos int¨¦rpretes que insinuaron mucho m¨¢s de lo que mostraron. Un encuentro desabrido porque el Espanyol se desentiende del pase y el toque, solo fiado a las contras de C¨®rdoba y al ingenio de Sergio Garc¨ªa; y porque el Almer¨ªa resulta atractivo en la zona de trescuartos y vertiginoso por los costados, pero terriblemente d¨¦bil en las ¨¢reas, sin pegamento ni punz¨®n. C¨®ctel light, carente de juego, que no de remates, falto de gol.
Quedaron todos, sin embargo, retratados por su exigida fogosidad, por un ardor descontrolado que les jug¨® una mala pasada que solo el Espanyol pudo festejar. Y eso que se tir¨® de inicio las manos a la cabeza, cuando Torje, impetuoso, se lanz¨® a la lona con los pies por delante para tratar de cortar un c¨®rner en corto jugado sobre Suso. Se pas¨® de frenada Torje y cometi¨® un penalti que Verza, con paradinha incluida, complet¨® en gol. O casi, porque el colegiado caz¨® la piller¨ªa y vehemencia de ?scar D¨ªaz, que entr¨® en el ¨¢rea antes del golpeo para, reglamento en mano, invalidar el gol. En la repetici¨®n, vari¨® de lado el portero en su estirada y Verza en su lanzamiento, esta vez torcido y a las nubes. Todo un guirigay que se qued¨® en un sofoco para el Espanyol y que descascarill¨® al Almer¨ªa, con buen gusto para el f¨²tbol pero mala sangre por la decisi¨®n colegial, expresada en el t¨¦cnico, primero advertido y despu¨¦s expulsado tras un rifirrafe con el banquillo contrario.
ALMER?A, 0 ¨C ESPANYOL, 0
Almer¨ªa: Esteban; Nelson, Pellerano, Trujillo, Dubarbier (Ra¨²l Garc¨ªa, m. 79); Verza, Azeez; Aleix Vidal, Soriano (T¨¦bar, m. 84), Suso (Barbosa, m. 64); y ?scar D¨ªaz. No utilizados: Ustari; Rafita, Torsiglieri y Corona.
Espanyol: Casilla; Ra¨²l Rodr¨ªguez, Colotto, H¨¦ctor Moreno, Fuentes; David L¨®pez, V¨ªctor S¨¢nchez; Torje (Lanzarote, m. 57), Sergio Garc¨ªa (Alex Fern¨¢ndez, m. 84), Stuani; y C¨®rdoba (Thievy, m. 76). No utilizados: Germ¨¢n; V¨ªctor ?lvarez, Sidnei y Abraham.
?rbitro: Del Cerro Grande. Mostr¨® la cartulina amarilla a H¨¦ctor Moreno, Sergio Garc¨ªa. Expulsado el t¨¦cnico local, Francisco (m. 32).
Juegos Mediterr¨¢neos. Unos 8.000 espectadores.
Impert¨¦rrito, no vari¨® su hoja de ruta el Espanyol, tambi¨¦n desma?ado para la conjugaci¨®n del cuero, sin otra idea que el bal¨®n vertical a la carrera de C¨®rdoba o, como mejor soluci¨®n, al pecho paloma de Sergio Garc¨ªa, ¨²nico en dar sentido al juego. Tiene el 9 la habilidad de anestesiar los balones, de dormirlos en sus pies para luego acelerarlos con un pase de entrel¨ªneas, bien al costado, donde se ofrec¨ªa Torje, bien al desmarque de un C¨®rdoba que corre que se las pela. Sobre todo ante unos centrales an¨¦micos, sin colocaci¨®n ni repr¨ªs, sin orden ni nada. As¨ª, C¨®rdoba se gan¨® el espacio en una carrera hom¨¦rica por el pelotazo de Ra¨²l Rodr¨ªguez y dej¨® en la cuneta a los dos centrales que en ocasiones no suman ni uno. Su disparo, sin embargo, fue repelido con la u?a del pie de Esteban, suficiente para el cuero cogiera vuelo y el larguero lo escupiera hacia fuera. Pelotazo y carrera, t¨¢ctica recurrente de un Espanyol que encontr¨® el relevo en la siguiente jugada, en una galopada de Sergio Garc¨ªa que de nuevo Esteban, esta vez con los guantes, acert¨® a interrumpir.
Un f¨²tbol m¨¢s atildado formul¨® el Almer¨ªa, que, extra?amente y al contrario de lo que indica su enfangada clasificaci¨®n, disfruta con el esf¨¦rico entre los pies. Nelson y Dubarbier se ofrecen por las alas, siempre profundos, y Aleix Vidal y Suso desgarran por el centro, con pases al movimiento de ruptura de Soriano y al espacio que se crea ?scar D¨ªaz, excelente sin bal¨®n y de lo m¨¢s torpe con ¨¦l. No hay punto final en el Almer¨ªa, toda una losa de dif¨ªcil digesti¨®n, un matiz que rechina con la receta futbol¨ªstica del equipo, configurado para el toque y el aplauso, pero solo recompensado cuando evita el adorno e insiste en el v¨¦rtigo. Pero a eso, al pelotazo y a la contra, gana el Espanyol, que por algo no tiene otra alternativa ni voluntad.
Figurantes V¨ªctor S¨¢nchez y David L¨®pez -ejes del equipo que atendieron con impotencia los sucesivos vuelos del bal¨®n-, C¨®rdoba result¨® la rampa para llegar al gol. Suya fue una carrera que Sergio Garc¨ªa no atin¨® a resolver, y suyo fue un desmarque que dej¨® a Torje frente al meta, sin fuerzas ni claridad, sin premio. Repiti¨® disparo Sergio, centrado y sin mordiente, y tambi¨¦n lo prob¨® Lanzarote en una falta directa que le cuchiche¨® al poste por fuera, adem¨¢s de Thievy en un ¨²ltimo remate que sobrecogi¨® a los Juegos del Mediterr¨¢neo. As¨ª, sin juego ni punter¨ªa, dominados por las urgencias y la fogosidad para salir del pozo unos y no echar la mirada al retrovisor los otros, se cerr¨® el tel¨®n sin goles ni nada, agitado el Almer¨ªa por su penalti fallado en la repetici¨®n y satisfecho el Espanyol, con tanta presencia como atasco en el remate.
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