Desenfreno sin delanteros

No falt¨® casi de nada en un cl¨¢sico de la Liga. Nervi¨®n asisti¨® complacido al duelo entre Sevilla y Athletic, que pelearon por cada palmo de terreno en un esfuerzo conmovedor. Un choque atractivo, de ida y vuelta, donde el Sevilla fue superado en muchas ocasiones por el infatigable f¨²tbol de los de Valverde, supers¨®nicos sus jugadores, adictos al v¨¦rtigo gracias a un f¨ªsico intachable. Juega el Athletic a un ritmo considerable y le da igual hacerlo en su nuevo estadio que en el a?ejo Ram¨®n S¨¢nchez Pizju¨¢n. Es una delicia ver a Muniain recuperado o a Iturraspe convertido de nuevo en un mediocentro de categor¨ªa. De Marcos y Toquero, a su vez, aportan tanta pasi¨®n como constancia en la presi¨®n al contrincante.

A ese ritmo, futbolistas como Be?at no tienen aire para lucir su f¨²tbol. Tampoco otros en el Sevilla, caso de Reyes, asfixiado ante tanta ida y vuelta. Ni Vitolo o Carri?o, un central convertido en mediocentro que fue desbordado una y otra vez. Ni siquiera Bacca, el mejor delantero del Sevilla esta temporada, que acab¨® frito tras verse rodeado una y otra vez por rivales. Tampoco ten¨ªa a Rakitic, su faro y gu¨ªa, fuera por sanci¨®n.

En un duelo jugado a la carrera, sin pausa, casi siempre lleg¨® un jugador del Athletic antes que uno del Sevilla. Convertido el encuentro en una guerra de guerrillas, le falt¨® a los vascos precisi¨®n en el remate. Actuando a esa velocidad, con tanto desenfreno, tener calidad para definir lo elevar¨ªa a los altares.

Intenso pero sin gol, el Athletic marc¨® en un regalo del Sevilla y desperdici¨® un penalti de Bacca despu¨¦s de una mano involuntaria que el asistente de Undiano convirti¨® en pena m¨¢xima. Susaeta le peg¨® fuerte. Emergi¨® Beto con un parad¨®n. El empate premi¨® la pelea del Sevilla, aunque quiz¨¢s el Athletic mereciera un poco m¨¢s. Unai Emery retoc¨® su once titular, dejando fuera a Iborra y apostando por Carri?o junto a M¡¯bia. La apuesta no fue demasiado exitosa, hasta el punto de que no tuvo m¨¢s remedio que enmendar su planteamiento en la segunda mitad. Carri?o volvi¨® a la zaga y Cala, sustituido por Iborra, qued¨® se?alado. En un partido marcado en rojo por el entorno del Sevilla, Emery modific¨® lo que le ven¨ªa saliendo bien. El resultado, un empate que corta la progresi¨®n del equipo andaluz justo cuando se enfrentaba a uno de sus principales rivales en la pelea por puestos europeos.

El Sevilla no defendi¨® mal, pero le falt¨® f¨²tbol para superar al Athletic. Los de Valverde mostraron fuerza y clase, aunque sin gol. El juego que practica tiene otros c¨®digos, como dicta el hecho de que hiciera su primera falta a los 31 minutos.

Emery pudo equivocarse en la alineaci¨®n, pero es un trabajador incansable cada d¨ªa en la ciudad deportiva. Por eso su Sevilla es capaz de plasmar una fant¨¢stica jugada de estrategia, de esas que se pone como ejemplo en la escuela de entrenadores. Un gol tras un saque de esquina en corto donde el bal¨®n va al ¨¢rea y luego sale de ella en busca del golpeo de Alberto Moreno. Un golazo que premi¨® la salida en tromba del Sevilla, quien sin embargo se complic¨® la vida cuando ten¨ªa la obligaci¨®n de encauzar un partido que comenz¨® de f¨¢bula. Reyes protagoniz¨® un pase atr¨¢s que Fazio, en su ¨²nico error en toda la tarde, convirti¨® en un pase a Toquero. El delantero persigui¨® un bal¨®n complicado con fe y le dio el gol hecho a su compa?ero Susaeta.

Dos goles en seis minutos, cifra que ya perdur¨® durante todo el encuentro, por m¨¢s que el Athletic percutiese una y otra vez y el Sevilla se defendiera con orden y un Fazio espectacular tras su pifia inicial. El guion se pudo alterar en el minuto 26, cuando Iraizoz le hizo una gran parada al propio Fazio. Los de Valverde tuvieron tres. El penalti, por supuesto, y dos remates desviados protagonizados por Toquero y Aduriz. El duelo entre los dos aspirantes europeos acab¨® en un empate que deja a ambos satisfechos mientras en la grada nadie se acord¨® de Jos¨¦ Mar¨ªa del Nido. Jos¨¦ Cruz, presidente en funciones, fue recibido de forma fr¨ªa por los seguidores.