La Real vuelve a mirar a Europa

La Real vuelve a mirar a Champions por segundo a?o consecutivo. Apenas sin tiempo para recuperarse de la herida abierta en su orgullo por una acelerada eliminaci¨®n de esta temporada, ha recargado sus opciones con victorias como la de anoche en Granada, inapelable, y que consolida una trayectoria ascendente de la mano de los inspirados Carlos Vela y Griezmann.

Tampoco esper¨® mucho tiempo el equipo realista para ense?ar sus ambiciones en Los C¨¢rmenes. El mexicano Vela abri¨® la lata antes de la media hora de un partido que se movi¨® vibrante, con un juego decidido por ambas partes y donde los locales siguen pensando que merecieron mejor suerte.

En realidad, el cuadro andaluz nunca perdi¨® la cara ante una Real en m¨¢s de una ocasi¨®n superior, con empaque en el centro del campo y una capacidad de morder en ataque que alter¨® el pulso de la defensa montada por Lucas Alcaraz. En esa fase de empuje, de pelear sin bajas las manos, el Granada igual¨® por medio de Piti, siempre dispuesto a estas tareas. A nadie le result¨® extra?o ni injusto que el duelo caminara por esos derroteros. Pero result¨® un espejismo en medio de un carrusel de goles. En menos de un cuarto de hora, ya hab¨ªa llegado la sentencia por medio de tres tantos. Como no pod¨ªa ser otro, vino Griezmann y desnivel¨® el marcador. Fue un mazazo demasiado duro para los locales antes del descanso.

Apoyados en esta ventaja, m¨¢s moral que otra cosa, la Real se esparci¨® con m¨¢s orden por el campo, dominando la situaci¨®n y comprometiendo el esfuerzo de un Granada al que le empezaron a carcomer los nervios de quien quiere y no puede. Por si la empresa se antojaba complicada, por all¨ª volvi¨® a aparecer Vela y a los 64 minutos se acab¨® cualquier prop¨®sito de voltereta en el marcador.

Con este aut¨¦ntico golpe de mano, la Real vuelve a presentar sus credenciales en un momento especialmente propicio porque le llega la tregua navide?a en v¨ªsperas, precisamente, de ese derbi vasco ante un Athletic al que ya empieza a ver mucho m¨¢s cerca. De momento, los realistas vuelan alto.