El s¨¦ptimo de caballer¨ªa
El juego del Madrid es hoy por hoy inabordable en Europa. As¨ª lo ratific¨® en un precioso cl¨¢sico en el que se explay¨® a gusto ante un Barcelona esforzado pero con m¨¢s ruido que nueces por ahora, muy lejos del nivel plet¨®rico que se le presupone y que pocas veces ha exhibido esta campa?a. Compareci¨® en el Palacio de la Comunidad aferrado a algunos indicios de mejor¨ªa, pero no resisti¨® la exuberancia del Madrid.
A medida que pasaron los minutos, el Madrid resolvi¨® sus problemas y el Barcelona agudiz¨® los suyos. De manera que el equipo de Pascual, ya minutos antes del descanso, empez¨® a ir a remolque y a vivir el partido como un calvario. Laso fren¨® la sangr¨ªa de su equipo en el rebote defensivo dando entrada a Felipe Reyes y Slaughter. Tambi¨¦n vari¨® la din¨¢mica en la elaboraci¨®n del juego con el relevo de Llull por Sergio Rodr¨ªguez, un jugador definitivamente genial, rompedor. Esos cambios surtieron efecto en la defensa y en el ataque.
El Barcelona plant¨® cara en el primer cuarto. Marcelinho entr¨® en combusti¨®n. Lanz¨® con una rapidez desacostumbrada en el programado juego azulgrana. Y anot¨®. Y cuando eso sucede, el brasile?o, l¨®gicamente se encuentra m¨¢s a gusto, da con el ritmo de juego m¨¢s apropiado y tambi¨¦n dirige mejor. El Barcelona captur¨® seis rebotes en ataque en ese primer cuarto y sum¨® pronto varias faltas, datos que expresan su agresividad. El Madrid carg¨® con Bourousis por dentro para proseguir con Rudy Fern¨¢ndez por fuera. Ni Navarro ni Papanikolaou pudieron con el alero mallorqu¨ªn y, adem¨¢s, tardaron en dar se?ales de vida en ataque, reducidas a dos triples seguidos en el caso del alero griego.
Fue en el fragor de la batalla y en el carrusel de cambios del segundo cuarto cuando se demostr¨® que este Madrid imbatible y arrollador es capaz de arrollar con una naturalidad asombrosa. Uno de los m¨¦ritos de este Madrid es su capacidad para leer los momentos y los caminos para poner tierra de por medio. La corneta del s¨¦ptimo de caballer¨ªa madridista son¨® cuando irrumpi¨® Lampe, el fichaje del Barcelona esta temporada que m¨¢s se ha encogido y m¨¢s cr¨¦dito ha perdido, aunque Nachbar tampoco le va a la zaga.
El Madrid ley¨® la posibilidad de desequilibrar el partido con la rapidez de un esc¨¢ner. Felipe Reyes, que no para de superarse a sus 33 a?os, anot¨® dos triples. Se emparej¨® con Lampe y lo tritur¨® con ocho puntos seguidos. Quedaba mucha tela que cortar, hab¨ªa tiempo para que Marcelinho, Navarro, Oleson y un Lorbek cada vez m¨¢s entonado dieran se?ales de vida. Pero el Madrid siempre tuvo respuesta, lleno de confianza y arrellanado en las diferencias de en torno a los 14 puntos que obtuvo a partir del minuto 17.
Cuando no es Sergio Rodr¨ªguez, es Mirotic, y cuando no Rudy Fern¨¢ndez¡ Laso cuenta con tantos jugadores letales y los mezcla con una riqueza t¨¢ctica y estrat¨¦gica que su equipo no nota en exceso si Carroll o Llull, como fue el caso, aparecen menos de lo habitual. Superado el segundo cl¨¢sico de la temporada y a punto de acabar el a?o, no se adivina qui¨¦n ser¨¢ capaz de poner fin a la imbatibilidad de este Madrid que remite al de las ¨¦pocas legendarias y ya un poco remotas de Pedro Ferr¨¢ndiz.
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