Juega el Celta y golea el Madrid
El conjunto blanco, nada fluido en su juego, tira de pegada para derrotar a un rival valiente pero muy fall¨®n ante la porter¨ªa
Charles es un futbolista brasile?o que se gan¨® las alubias de Primera con sus goles y laboriosidad en Segunda, con el Almer¨ªa. A ¨¦l le corresponde el papel de goleador en el Celta. En el Madrid esa etiqueta le corresponde a gente de la primer¨ªsima l¨ªnea del f¨²tbol mundial. A Benzema y Cristiano, por ejemplo. Hay partidos, muchos, que se deciden por la estirpe de unos y otros, no por el juego en s¨ª. Ocurri¨® en Chamart¨ªn, donde el Madrid pas¨® m¨¢s de una hora angustiado por su falta de fluidez, la encomiable disposici¨®n del Celta y la extraordinaria partitura de Rafinha. Antes de encontrar alivio en la ¨²ltima media hora con la entrada de Jes¨¦ y Bale, el Madrid respir¨® con dos jugadas en las que a Charles se le hizo de noche ante Diego L¨®pez. Al final, ya con el Celta descamisado, irrumpi¨® Cristiano para engordar un marcador que no evidenci¨® el f¨²tbol que se destil¨® en el Bernab¨¦u. Ronaldo cerr¨® una jornada que arranc¨® con un merecid¨ªsimo homenaje del Madrid a Eus¨¦bio. Un gesto que engrandece al Real. Nunca fue f¨¢cil elevar a los cielos a quien fue un adversario de a¨²pa.
REAL MADRID, 3; CELTA, 0
Real Madrid: Diego L¨®pez; Carvajal, Pepe, Ramos, Marcelo; Xabi Alonso (Illarramendi, m. 46), Modric; Di Mar¨ªa (Bale, m. 65), Isco (Jes¨¦, m. 62), Cristiano Ronaldo; y Benzema. No utilizados: Casillas, Arbeloa, Nacho y Morata.
Celta: Yoel; Hugo Mallo, Cabral, David Costas, Jonny; Augusto (Nolito, m. 69), Oubi?a, ?lex L¨®pez (Krohn-Dehli, m. 60); Rafinha, Charles (Santi Mina, m. 77) y Orellana. No utilizados: Sergio ?lvarez, Jonathan Vila, Aurtenetxe y Madinda.
Goles: 1-0. M. 67. Benzema. 2-0. M. 82. Ronaldo. 3-0. M. 93. Ronaldo.
?rbitro:?lvarez Izquierdo. Amonest¨® a ?lex L¨®pez..
Unos 60.000 espectadores en el Santiago Bernab¨¦u. Se guard¨® un minuto de silencio por la muerte del m¨ªtico Eus¨¦bio.
Frente a un Madrid empachoso, nada fluido, un futbolista cop¨® el cartel hasta la aparici¨®n de otro joven que llega sin freno, caso de Jes¨¦. Rafinha se ha sacudido el apellido de Mazinho y la hermandad de Thiago. Es Rafinha, por s¨ª solo un excelente proyecto de jugador. En Chamart¨ªn dej¨® huellas fabulosas. Mejor¨® en todo a su equipo, al que dio chispa, dinamismo, temple, infinidad de salidas. Muy dotado t¨¦cnicamente, camufla la pelota de maravilla, para lo que maneja con pericia el cuerpo como escudo. Luis Enrique, su t¨¦cnico, le dio la banda derecha como punto de partida. Solo como tal, porque este brasile?o es un volante puro, uno de esos futbolistas exquisitos que ponen en hora a sus compa?eros. A sus 20 a?os, Rafinha, cedido por el Bar?a, no pudo elegir mejor escenario para lucirse. No se demor¨® y empez¨® pronto su repertorio. A los cinco minutos ya hab¨ªa dejado en un reto en solitario a Charles con Diego L¨®pez. El portero del Madrid estuvo magn¨ªfico en el mano a mano, pero a Charles le entr¨® el tembleque. La situaci¨®n se reprodujo en el segundo tramo, cuando ya hab¨ªa ansiedad en la grada madridista, pero esta vez Charles la tir¨® fuera directamente.
Con Rafinha al frente, el Celta se plant¨® muy bien en el Bernab¨¦u. Con el propio Rafinha y Orellana como auxilio en los costados y tres zapadores por el centro ¡ªOubi?a, Augusto y Alex L¨®pez¡ª, le baj¨® la persiana al Madrid. M¨¢s que jugar, los de Ancelotti quisieron rematar, obviando que, por lo general, es lo primero lo que conduce a lo segundo. Benzema, Isco y Cristiano se enquistaron de forma permanente en el ¨¢rea, alejados del tr¨¢nsito, reducido a las maniobras laterales de Di Mar¨ªa, bien auxiliado por Carvajal. Otra vez un Madrid partido, en el que solo en contadas ocasiones hac¨ªa de ancla Modric. Sin nadie que se retrasara para tocar, para llegar en vez de esperar, hasta que Ancelotti movi¨® el cesto, el Madrid apenas dio la lata a Yoel, el meta visitante. En el primer acto, su producci¨®n ofensiva se limit¨® a reclamar dos penaltis que bien pudo conceder el ¨¢rbitro, una mano de David Costas y una triqui?uela de lucha libre de Hugo Mallo sobre Cristiano.
Mucho m¨¢s suelto estuvo el Celta, un equipo atrevido, con unos cuantos jugadores muy capaces en el juego corto, de los que no conceden a la primera un pelotazo. En largo le cuesta m¨¢s, no tiene futbolistas de ese perfil. En Chamart¨ªn midi¨® a la zaga local siempre que pudo, nunca se atenaz¨® en la trinchera. En inferioridad en el medio campo, al Madrid le cost¨® un mundo no solo gobernar el partido, sino contener a los celestes.
A Ancelotti no le qued¨® m¨¢s remedio que tirar del segundo pelot¨®n de infanter¨ªa, de gente como Illarramendi, Jes¨¦ y Bale. A los 65 minutos, el Madrid ten¨ªa cerrado el cupo de cambios. Se?al de c¨®mo iban las cosas. A los blancos les faltaba alguien que activara el juego, que pusiera en ¨®rbita a los pegadores, que se infiltrara entre las l¨ªneas. Donde no estuvo Isco apareci¨® Jes¨¦, que agit¨® el duelo con su descaro por detr¨¢s de los delanteros. Jes¨¦ ten¨ªa el diagn¨®stico y la soluci¨®n. El canario puso a Benzema ante el gol, y a un dedo estuvo de darle el segundo. En la l¨ªnea de Rafinfa, este chico pisa fuerte, y como el brasile?o, parece m¨¢s que un remedio de urgencia.
Donde a Jes¨¦ le lleg¨® con Benzema no le alcanz¨® a Rafinha con Charles. Ah¨ª se decant¨® el encuentro antes de que en el periodo final Cristiano, que no necesita de un d¨ªa de ensue?o para sumar y sumar, marcara un doblete tras un buen servicio de Carvajal, de los pocos destacados, y otra asistencia igual de precisa de Bale. El Celta, al contrario que otros de su condici¨®n que se rinden en el calentamiento, venci¨® en otro partido, el que hace ver a un modesto que puede competir con creces. Jug¨® el Celta y gan¨® el Madrid, ya a la espera de que pierdan puntos Barcelona y Atl¨¦tico en su duelo del pr¨®ximo s¨¢bado.
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