El resentimiento de Di Mar¨ªa

?ngel di Mar¨ªa se siente marginado por Florentino P¨¦rez y el presidente del Madrid, a su vez, considera que el jugador est¨¢ faltando a su deber de sumisi¨®n a la pol¨ªtica deportiva. Di Mar¨ªa cree que en noviembre perdi¨® la titularidad a favor de Bale por una imposici¨®n del propio presidente y no por una decisi¨®n t¨¦cnica. En el club aseguran que el argentino ya sab¨ªa desde el verano que su rol ser¨ªa secundario puesto que Bale era una apuesta estrat¨¦gica, a pesar de lo cual se comprometi¨® a competir por los objetivos comunes. La versi¨®n del futbolista es que el entrenador, Carlo Ancelotti, le prometi¨® decidir en funci¨®n del rendimiento de cada uno, pero que luego incumpli¨® su palabra siguiendo directrices que emanan de la presidencia. El ¨²ltimo cap¨ªtulo de esta sucesi¨®n de desencuentros es la apertura de un expediente al jugador. El club asegura que intenta dirimir la responsabilidad de Di Mar¨ªa por una presunta afrenta a la afici¨®n, consistente en tocarse los genitales en respuesta a una pitada. Di Mar¨ªa cree que con este procedimiento le han expuesto como culpable y le abren la puerta para irse.

La hinchada del Bernab¨¦u salud¨® a Di Mar¨ªa con silbidos cuando fue sustituido por Bale el lunes, durante el partido contra el Celta. Durante un instante el futbolista se llev¨® la mano a su entrepierna. El gesto fue percibido por las c¨¢maras de televisi¨®n, m¨¢s que por el p¨²blico, y las especulaciones circularon de inmediato. El futbolista declar¨® ayer en su descargo que fue un movimiento fortuito, instintivo, sin ¨¢nimo de replicar a nadie, producto de una impostergable contingencia viril. "Me acomod¨¦", dijo en Radio La Red.

¡°Me acomod¨¦. No quise hacer nada para el p¨²blico. Pido perd¨®n¡±, explica el futbolista

Gracias a Jos¨¦ Mourinho, su gran valedor, Di Mar¨ªa tiene uno de los mejores contratos de la plantilla. Gana unos cinco millones de euros netos por temporada, en el mismo escal¨®n que Alonso y Ramos. Este verano el club se plante¨® traspasarle para hacer hueco a Bale pero no recibi¨® ofertas por ¨¦l, en parte debido a su elevado salario. Di Mar¨ªa, de 25 a?os, tampoco estuvo dispuesto a irse ganando menos. En los ¨²ltimos meses, sin embargo, el M¨®naco le hizo una oferta que le mejora sus condiciones y el jugador, constatando que Bale tendr¨ªa preferencia, propuso al Madrid un traspaso en enero. S¨®lo la obstinada resistencia de Ancelotti, que valora al argentino por encima de Bale, fren¨® la salida. Los ¨²ltimos acontecimientos, sin embargo, pueden acelerar la rescisi¨®n. Di Mar¨ªa siente que, si pretendiese retenerlo, el club no le habr¨ªa abierto una investigaci¨®n, poni¨¦ndolo en evidencia p¨²blicamente y se?al¨¢ndole como un mentiroso y un provocador. "Fue un gesto natural que hace cualquier hombre", explic¨® a los medios oficiales del Madrid, "no quise hacer nada para el p¨²blico ni para el m¨ªster. Pido disculpas a la gente que se sinti¨® mal por lo que hice. Me parece correcto [que el club abra un expediente informativo]. No solamente para los que me abren el expediente sino para m¨ª, para poder explicar la situaci¨®n como ya la expliqu¨¦ en radios argentinas".

Di Mar¨ªa se?al¨® p¨²blicamente a la prensa espa?ola por lo que considera una exageraci¨®n. En privado opina que los medios no se atrever¨ªan a criticarle de forma tan continuada como en las ¨²ltimas semanas de no ser por su sinton¨ªa con la directiva madridista. El jugador cree, como buena parte del vestuario, que fuera de micr¨®fonos el club se?ala a determinados futbolistas que son repentina y coordinadamente desacreditados por diversos medios con el fin de rebajar su popularidad entre los hinchas. Hay jugadores que recuerdan que Casillas, Kak¨¢, ?zil, Higua¨ªn o Ramos han pasado por situaciones similares.