Un punto amargo

Lo tuvo en la mano el Elche y se le escap¨® el triunfo cuando m¨¢s cerca lo ten¨ªa. El Sevilla, demasiado conservador y triste, hab¨ªa tenido ocasiones para ganar y estuvo a punto de perder. Lo salv¨® el gol de Carri?o despu¨¦s de que Bacca fallara tres ocasiones clamorosas. Los andaluces, no obstante, no mostraron el perfil de un equipo que aspira al cuarto puesto. Reserv¨®n y t¨ªmido, fue superado en muchas ocasiones por un Elche animoso, pero sin gol. No tuvo alma ganadora el Sevilla, tampoco el Elche, que ven¨ªa de cuatro derrotas seguidas y se tuvo que conformar con un punto que, tal y como est¨¢n las cosas, debe saborear con gusto. En el Sevilla llover¨¢n palos por la actitud blanda de un equipo demasiado apocado, que solo reaccion¨® en los ¨²ltimos 20 minutos. El empate, al final, fren¨® las din¨¢micas de los dos equipos: la perdedora del Elche y la ganadora del Sevilla.

Lo hab¨ªa avisado Emery en la previa. Para ganar en Elche lo m¨¢s importante era mantener la puerta del Sevilla a cero. El mensaje se grab¨® a sangre y fuego en la mente de unos jugadores que no se desplegaron con la intensidad de la semana pasada ante el Getafe, donde los andaluces ofrecieron una aut¨¦ntica exhibici¨®n en ataque. El Sevilla abord¨® el choque frente a un rival tocado con una mentalidad conservadora, demasiado pendiente de guardar su campo, negado a la hora de sorprender a un Elche necesitado.

Sin embargo, el equipo ilicitano no ofrece se?ales alarmantes. Est¨¢ muy bien trabajado y contra el Sevilla mostr¨® una intensidad muy alta. Gracias, en gran medida, a aportaci¨®n de Javi M¨¢rquez y Rub¨¦n P¨¦rez, que apenas dejaron maniobrar a Reyes y Rakitic. Al Elche le falta lo que a la mayor¨ªa de los equipos de Primera: calidad arriba. Su l¨ªnea de mediapuntas es din¨¢mica, pero sin gol, mientras que su ¨²nico delantero puro, Boakye, ofrece buenos desmarques que en escasas ocasiones se transforman en ocasiones de gol.

El Sevilla estuvo demasiado contemplativo, esperando que el tanto cayera como fruta madura. Para ganar en estadios donde los rivales se juegan la vida es necesario arriesgar m¨¢s, mantener la posesi¨®n de bal¨®n en zonas de riesgo para el contrincante y desplegar velocidad y desborde. T¨ªmido y encorsetado, con M¡¯bia e Iborra sin crear ni destruir, el Sevilla vivi¨® de las fugaces apariciones de Rakitic. El croata jug¨® en esta ocasi¨®n de mediapunta y apenas rasc¨® bola. Eso s¨ª, sus pinceladas de calidad siempre aparecen. Un pase en largo a los 17 minutos sacudi¨® el juego espeso de su equipo. Bacca no acert¨® a controlar. El capit¨¢n del Sevilla reapareci¨® para participar en la mejor ocasi¨®n andaluza de la primera mitad. Rob¨® el bal¨®n y combin¨® con Reyes, quien dibuj¨® un buen pase al ¨¢rea. Bacca control¨® la pelota y regate¨® a To?o, pero el meta del Elche aguant¨® lo indecible para que el colombiano, en plena racha, lanzara fuera ya algo escorado. Fue el ¨²nico destello de una primera parte para olvidar, donde el miedo del Elche y el conservadurismo del Sevilla generaron un partido demasiado espeso.

Un excelente golpeo de empeine puro de Javi M¨¢rquez y una ocasi¨®n fallada de forma incre¨ªble por Bacca animaron algo el ambiente y propiciaron que Emery se soltara. Quit¨® a Iborra, impreciso y al borde de la expulsi¨®n, para dar entrada a Gameiro. El Sevilla dio muestras, al fin, de que quer¨ªa ganar el partido. El delantero franc¨¦s asisti¨® a su compa?ero Bacca, al que Pelegr¨ªn le sac¨® el bal¨®n bajo palos. El colombiano, en una noche para olvidar, err¨® su tercera clara ocasi¨®n. Cristian Herrera, en un gran remate de cabeza, le ense?¨® a Bacca los caminos del gol. El Sevilla, que hab¨ªa gozado de las mejores oportunidades, recib¨ªa un golpe que castigaba su tard¨ªa reacci¨®n. Le salv¨® un remate de Carri?o a pase de Reyes, pero le queda un sabor amargo, puesto que pudo ganar y no lo hizo, sin ofrecer la imagen de un equipo ambicioso y grande.