Pepe redime a Ronaldo
El Real Madrid se sit¨²a a tres puntos de la cabeza de la Liga despu¨¦s de ganar al Espanyol con un gol del central despu¨¦s de un partido monopolizado por los remates del delantero
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El Madrid ya tiene la Liga a tiro despu¨¦s de un paseo por Cornell¨¤-El Prat. Jug¨® con una comodidad asombrosa ante la dimisi¨®n del Espanyol. Jam¨¢s tuvo dudas de que rentabilizar¨ªa el empate del Calder¨®n. Nunca fue exigido y si el encuentro estuvo siempre abierto a efectos de marcador fue m¨¢s por su falta de finura que por la amenaza de un contrario extraviado, v¨ªctima de un rosario de calamidades, saco de todos los golpes: la ansiedad de Thievy, la sanci¨®n de Sergio Garc¨ªa o la lesi¨®n de David L¨®pez. Nadie sabe si sube o baja el Espanyol, ahora mismo en tierra de nadie, confundido, esclavo del discurso populista del Vasco Aguirre, un t¨¦cnico experto en la optimizaci¨®n de recursos.
No tuvo m¨¢s rival el Madrid que el propio Madrid, un equipo que juega a ratos, a veces muy bien y en otras muy mal, capaz de protagonizar minutos excelentes o decadentes, candidato por momentos a ganar lo que le venga en gana o a descontar puntos en el campo m¨¢s vulgar de la Liga. Ayer pudo ganar por goleada y acab¨® por defender un 0-1. No necesit¨® los goles de Cristiano Ronaldo, sorprendentemente desafinado en v¨ªspera de la votaci¨®n del Bal¨®n de Oro, para expresar su superioridad sino que le alcanz¨® con una acci¨®n a bal¨®n parado de Pepe. La sensaci¨®n fue que las diferencias las pod¨ªa haber marcado cualquiera en el instante que le hubiera dado la gana por el car¨¢cter inofensivo del Espanyol.
ESPANYOL, 0 - MADRID, 1
Espanyol: Kiko Casilla; Javi L¨®pez, Colotto, H¨¦ctor Moreno, Fuentes; Ra¨²l Rodr¨ªguez; Torje (Lanza, m. 65), V¨ªctor S¨¢nchez, ?lex (Sim?o, m. 65), Stuani (Pizzi, m. 83); y C¨®rdoba. No utilizados: Germ¨¢n; Sidnei, Capdevila y Abraham.
Real Madrid: Diego L¨®pez; Carvajal (Arbeloa, m. 91), Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Modric, Xabi Alonso, Di Mar¨ªa; Bale (Jes¨¦, m. 76), Benzema (Illarra, m. 89) y Ronaldo. No utilizados: Casillas; Nacho, Morata e Isco.
Gol: 0-1. M. 55. Pepe.
?rbitro: Teixeira Vitienes. Mostr¨® tarjeta amarilla a Modric y C¨®rdoba.
Cornell¨¤-El Prat. 32.131 espectadores.
Extra?amente perezoso, al Madrid le llev¨® un cuarto de hora entrar en el partido, confundido por su propio despliegue (4-3-3), sobre todo porque Di Mar¨ªa y Modric no se encontraban como interiores, y anudado tambi¨¦n por el Espanyol, intenso en defensa, excelente en la recuperaci¨®n, muy bien puesto en la cancha (4-1-4-1), parapetado en Ra¨²l Rodr¨ªguez como volante tap¨®n y oxigenado por la entrada desde la derecha de Torje. Los saques de esquina se suced¨ªan en la porter¨ªa de Diego L¨®pez. No defend¨ªan bien el juego a¨¦reo los centrales y no llegaban los delanteros al marco de Casilla.
La vitalidad blanquiazul contrastaba con la sumisi¨®n naranja, el color que ayer vest¨ªan los futbolistas de Ancelotti, muy finolis e irreconocibles al saltar al campo, muy panchos, como si nada les fuera en el envite de Cornell¨¤. Ni siquiera hubo reproches por parte de la hinchada blanca presente en el feudo del Espanyol. Al Madrid le bast¨® con una jugada para acabar con la ch¨¢chara del Espanyol. Benzema control¨® la pelota, progres¨® por la banda, desbord¨® a su marcador y le puso un pase de gol a Cristiano Ronaldo.
Aunque la pifi¨® el portugu¨¦s en un anuncio de su mala tarde, los chicos de Aguirre se espantaron de tal manera que la primera parte se convirti¨® en una sesi¨®n de tiro del 7. Cristiano Ronaldo arm¨® hasta cuatro remates que escupieron los pu?os y los pies de Casilla. Jugaba f¨¢cil el Madrid ante el desfonde f¨ªsico y t¨¢ctico del Espanyol, entregado a C¨®rdoba, el unico futbolista capaz de estirar a su equipo, un b¨²falo en ataque y en defensa, ominipresente en las dos ¨¢reas, especialmente en la suya.
El encuentro se le puso tan f¨¢cil al Madrid que jug¨® con m¨¢s suficiencia que inter¨¦s, falto de tensi¨®n y elaboraci¨®n, nada preocupado ni selectivo, sobrado, imposible para el Espanyol. Fuera de juego, los blanquiazules ni atacaban ni se resguardaban, incapaces de interrumpir el juego, resguardados en una montonera que se desfigur¨® a bal¨®n parado, en una falta lateral, cuando parec¨ªan haber encontrado un resuello a su esfuerzo. Modric colg¨® la pelota y Pepe cabece¨® solo como la una en el ¨¢rea del Espanyol.
Ante la falta de precisi¨®n de Cristiano Ronaldo, nada mejor que recurrir a la potencia de Pepe y confiar en el desequilibrio de Modric y Carvajal. No hubo noticias en cambio de Bale. Ni siquiera cuando el Espanyol dio un paso adelante (4-4-2), aprovech¨® los espacios el Madrid. Las dos mejores contras acabaron en dos tiros de Cristiano que no encontraron la porter¨ªa: uno se escap¨® a la derecha de Casilla, demasiado cruzado, y el otro lo rechaz¨® el portero en una acci¨®n de m¨¦rito armada por un pase profundo precioso de Di Mar¨ªa.
Aturrullado y desquiciado el delantero portugu¨¦s, el Madrid acab¨® el partido de mala manera, como un equipo peque?o, pendiente de los cambios, del reloj y de los caprichos del f¨²tbol, personalizados en C¨®rdoba, que a punto estuvo de enfocar en la ¨²ltima jugada a Diego L¨®pez. Nada nuevo, por otra parte, en muchos de los viajes del Madrid, resueltos por la m¨ªnima. La victoria de ayer puede que le ayude a estabilizar su juego porque despu¨¦s de mucho esfuerzo ha conseguido por fin situarse a un partido, y a un triunfo, de los inseparables Atl¨¦tico y Bar?a.
El torneo se aprieta y el madridismo es candidato al t¨ªtulo de la misma manera que Cristiano aspira a ganar hoy el Bal¨®n de Oro. Recorta puntos el Madrid, necesitado de trofeos individuales y colectivos, excesivamente irregular en su f¨²tbol, incluso cuando el rival no le aprieta como pas¨® con el Espanyol, que ni siquiera tir¨® entre los palos, desconectado de ?lex, sin energ¨ªa despu¨¦s de un cuarto de hora de m¨¦rito. Aguant¨® entonces la defensa del Madrid y resolvi¨® despu¨¦s su central Pepe. M¨¢s que suficiente para un triunfo tan indiscutible como valioso. Va el Madrid de victoria en victoria, menor o mayor, en busca de la cabeza de la Liga.
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