La lucha de Jes¨¦

No todo son automatismos y estrategias en el f¨²tbol. Los equipos a veces se transforman mediante procesos biol¨®gicos. Como en los card¨²menes, donde resuelto el espacio vital que ocupar¨¢n los grandes ejemplares, los pececillos se reparten a mordiscos lo que queda de poza. En el Madrid, resuelta la alternancia de los porteros, determinada la zaga, y la condici¨®n de intocables de Cristiano en el extremo izquierdo y de Benzema en la punta, la competencia interna se concentra en los carriles del siete y el ocho. All¨ª, Isco, Jes¨¦, Di Mar¨ªa y Bale, luchan por elevar su condici¨®n.

Dice Carlo Ancelotti en Mi ¨¢rbol de navidad, su ¨²ltimo libro: ¡°En el f¨²tbol compites contra tu rival y contra tu destino¡±. Algo parecido le sucede a Gareth Bale, que el mi¨¦rcoles regres¨® a El Sadar, campo de mal ag¨¹ero en su breve trayectoria espa?ola. El 15 de diciembre, en el mismo escenario, Bale fue sustituido por Ancelotti al cabo de una hora intrascendente y dicen los compa?eros que el gal¨¦s estaba enfadado en el viaje de regreso. En los d¨ªas siguientes sufri¨® un golpe en el gemelo durante un entrenamiento y poco a poco los empleados de Valdebebas asistieron a un extra?o revuelo de vendajes y alejamiento del jugador de las pr¨¢cticas sin que muchos se explicaran exactamente qu¨¦ le pasaba. Bale no ha vuelto a jugar bien desde su primera visita a Pamplona. El jueves, a su regreso, su lugar lo ocup¨® Jes¨¦ con mejor suerte: cerr¨® la eliminatoria con una carrera fulgurante y un pase de gol que Di Mar¨ªa convirti¨® en el 0-2 final. Su entrada en la segunda parte no permiti¨® a Bale aprovechar ni el des¨¢nimo de la defensa rival, ni los espacios que brind¨® en un partido que ya no le serv¨ªa para nada.

Ancelotti est¨¢ feliz con el extremo, en el que ve cosas que le faltan a Isco y Bale

Italiano y centrocampista en una ¨¦poca marcada por el tacticismo, Ancelotti cree que los volantes con oficio constituyen el centro de gravedad de los equipos serios. Esta convicci¨®n le ha hecho deslizar a los dirigentes del Madrid su deseo de que le fichen un sustituto de Khedira en este mercado de enero, aunque comprender¨ªa una negativa y jam¨¢s mostrar¨¢ insatisfacci¨®n con la plantilla en p¨²blico. Efectivamente, Florentino P¨¦rez cree que hay jugadores de sobra. El presidente insiste en el plan que traz¨® en verano: quiere un equipo poblado de extremos y medias puntas que muevan la pelota con finura. Quiere ver juntos a Illarra, Isco, Bale, Jes¨¦, Benzema y Cristiano. No comprende por qu¨¦ su entrenador valora tanto a Alonso o a Modric, por no hablar de Khedira, al que quiso vender. Si fuera por Ancelotti, el Madrid jugar¨ªa con dos pivotes defensivos y Modric en la media punta, para equilibrar la tendencia natural de Bale, Cristiano y Benzema. Pero es la estrategia de Florentino P¨¦rez la que tiene peso. Su influencia se traduce en el 4-2-3-1 y en la competencia feroz entre Di Mar¨ªa, Bale, Isco y Jes¨¦.

Metido en faena desde finales de octubre hasta mediados de diciembre, Bale exhibi¨® una estad¨ªstica formidable: siete asistencias y nueve goles. Ninguno de los colegas ha logrado semejantes marcas. Ancelotti apunta entre sus colaboradores que sus registros excepcionales fueron producto de las caracter¨ªsticas de rivales puntuales, excepcionalmente amoldados a las cualidades del brit¨¢nico. Una Juventus necesitada de remontar en Tur¨ªn, un Rayo kamikaze, un Sevilla lanzado que no cuid¨® sus espaldas, y un Valladolid cuyo portero regal¨® dos goles.

Las distracciones de Di Mar¨ªa, que se siente perseguido por el club a favor de Bale, propiciaron el terreno para un relevo en enero. Pero Bale, frente a las defensas cerradas de Osasuna, Espanyol y Celta, se mostr¨® t¨ªmido. En su lugar persiste el laborioso Di Mar¨ªa y brilla Jes¨¦. El canterano va camino de convertirse en el mayor talento del semillero blanco que echa ra¨ªces en el primer equipo desde Casillas. No es poco y Ancelotti est¨¢ encantado con ¨¦l. El t¨¦cnico considera que Jes¨¦ (tres goles y tres asistencias) le ofrece m¨¢s cosas en la banda derecha que el propio Bale, y que, como media punta, es m¨¢s eficaz que Isco.

Si solo las din¨¢micas biol¨®gicas dictaran el funcionamiento de los equipos, Jes¨¦, de 20 a?os, pugnar¨ªa mano a mano por un lugar que ocupan quienes costaron conjuntamente cerca de 130 millones. Para desgracia de Jes¨¦, el f¨²tbol es m¨¢s complejo que la piscicultura.