El Rayo se condena solo

Un penalti y una expulsi¨®n rigurosa en la misma jugada tras un fallo en el despeje de Nacho, arruinaron las esperanzas del Rayo de ratificar las buenas sensaciones que le produjo su victoria ante el Getafe. Con el viento a favor, el Elche abraz¨® una victoria merecida y exigua en el marcador poco acorde con las prestaciones mostradas. Las intervenciones de Rub¨¦n y la impericia de los atacantes ilicitanos, mantuvieron al Rayo en el partido. Hasta que a diez minutos del final, Javi M¨¢rquez aprovech¨® un nuevo regalo defensivo para refrendar la victoria ilicitana que le alivia en la clasificaci¨®n y que deja al Rayo estancado en la pen¨²ltima posici¨®n.

Su estilo es su condena. Loable en sus formas, para el Rayo un pelotazo a ning¨²n sitio es un sacrilegio, obviando en ocasiones que ser pragm¨¢tico no resulta ninguna traici¨®n a su filosof¨ªa. Tuvo la primera ocasi¨®n el Elche tras intentar la defensa del Rayo iniciar con criterio una contra tras interceptar un saque de esquina local. Rob¨® el esf¨¦rico Carles Gil y su disparo hizo intervenir brillantemente a Rub¨¦n. A los cuatro minutos de juego la primera muestra del romanticismo mal entendido del Rayo y que le ha provocado innumerables derrotas en la primera parte de campeonato. Pen¨²ltimo, 16 puntos obtenidos y 45 goles encajados (dos m¨¢s recibidos ante el Elche) son los n¨²meros cosechados por el Rayo llegado el ecuador de la Liga.

Enfrente el Elche, al que todo el mundo alaba su buena disposici¨®n en el terreno de juego, su disciplina t¨¢ctica, lo bien que estudia Fran Escrib¨¢ a los rivales y plantea los partidos. En la pr¨¢ctica, una posici¨®n por encima del descenso con 18 puntos a mitad de curso. Para no confiarse. Al final del encuentro la afici¨®n del Mart¨ªnez Valero ped¨ªa la renovaci¨®n del t¨¦cnico valenciano.

El partido se intu¨ªa movido y lo fue. Apret¨® el Elche de inicio y contestaba el Rayo a la contra. Y una nueva circunstancia adversa se ceb¨® con el conjunto de Paco J¨¦mez. Frente a Rub¨¦n, Corominas se dispon¨ªa a realizar un remate franco con toda la pinta de terminar en gol, cuando Baena lo impidi¨®, no se sabe bien si con infracci¨®n o no. El caso es que el Rayo sufri¨® un doble castigo: penalti y expulsi¨®n de Baena, la s¨¦ptima recibida por el conjunto madrile?o en 20 jornadas. Otra losa. Y Albacar, con potencia y maestr¨ªa convirti¨® en gol la pena m¨¢xima pasado el primer cuarto de hora.

Necesitaba el Rayo, al menos, equilibrar el marcador. Y como cab¨ªa esperar, J¨¦mez renunci¨® a un lateral (Nacho), por un centrocampista (Adri¨¢n) y pas¨® a una defensa de tres. Todo o nada. As¨ª es el Rayo.

La segunda l¨ªnea de ataque del Elche, Carles Gil, Coro y Aar¨®n (enfrentado a su hermano, el vallecano Sa¨²l), livianos ellos, se convirtieron en el principal problema del Rayo, que se mantuvo en el partido con la diferencia de un gol en el marcador, lo que con el paso de los minutos, ya en el segundo acto, aument¨® la ansiedad del Elche y la inquietud de la grada recelosa con la actuaci¨®n de Rub¨¦n, que sosten¨ªa con sus intervenciones al Rayo. Hasta que un nuevo error defensivo del Rayo fue aprovechado por Javi M¨¢rquez para certificar la victoria. Un paso m¨¢s hacia la salvaci¨®n.