Doblete de Fern¨¢ndez

Poco despu¨¦s de que Cristiano Ronaldo reventara la red del Betis con el primer gol del Madrid, Javier Fern¨¢ndez sal¨ªa a la pista helada del Syma Hall de Budapest. Para cuando Gareth Bale marc¨® el segundo tanto en el Villamar¨ªn, ya sonaban en la capital h¨²ngara las notas del himno espa?ol que certificaban un hecho hist¨®rico: el segundo t¨ªtulo europeo consecutivo del patinador, una proeza que le acerca al m¨ªtico Plushenko ¡ªel ¨²ltimo en conseguir el oro dos a?os seguidos, en 2005 y 2006, siete en total en su palmar¨¦s¡ª y confirma sus aspiraciones a la gloria ol¨ªmpica en los Juegos de Sochi, que empiezan en tres semanas.

Cuando le preguntaron a Fern¨¢ndez, sudoroso, exhausto y feliz, si ya le trataban como una estrella en Espa?a y si sus ¨¦xitos eran seguidos con la atenci¨®n debida en el pa¨ªs en el que naci¨®, ¨¦l, madridista confeso, contest¨® con sorna pero con grandes dosis de realismo: ¡°Hay mucha gente jugando al f¨²tbol ahora en Espa?a¡±. Y no son¨® a queja. El suyo es uno de esos deportes minoritarios sin tradici¨®n en Espa?a, donde hay unas 1.500 licencias y solo 12 patinadores de ¨¦lite. Sobre todos ellos vuela el madrile?o afincado en Toronto (Canad¨¢), uno de esos deportistas con un talento especial, y la dosis necesaria de ambici¨®n y trabajo, que le han permitido abrirse paso entre los mejores del mundo a pesar de ello.

Desde la ciudad canadiense ha planificado, junto al t¨¦cnico Brian Orser, que ayer era un hombre exultante, su salto a la ¨¦lite del patinaje art¨ªstico. Primero, con esa interpretaci¨®n de Charlot que con la que logr¨® el t¨ªtulo europeo hace un a?o, y el bronce mundial un par de meses despu¨¦s, y ahora con un programa que no llega al p¨²blico con tanta facilidad como el anterior y que le dio tantos problemas al inicio de la temporada que incluso pens¨® en dar un paso atr¨¢s. No lo ha hecho en estos Europeos, la ¨²ltima gran prueba antes de viajar a Sochi, y parece que el montaje empieza a funcionar.

Espoleado por buena parte del p¨²blico, que pobl¨® de banderas espa?olas las gradas, y por los ¨¢nimos de sus emocionados padres, tambi¨¦n en Budapest, Fern¨¢ndez present¨® el programa m¨¢s complejo y aunque tuvo algunas dudas sobre el hielo, alg¨²n salto pasado de vueltas, no fall¨®. Logr¨® 175,55 puntos, su mejor marca de la temporada y la de los 24 participantes, que agrandaron la ventaja de seis puntos con la que part¨ªa para un total de 267,11. Muy lejos, a casi 15 puntos, le observ¨® al final Voronov, el mejor de los tres rusos.

Las dificultades del nuevo programa libre de Fern¨¢ndez, al comp¨¢s del Peter Gunn de Mancini, son las mismas ¡ªincluidos los tres cu¨¢druples que le convierten en uno de los programas m¨¢s arriesgados del mundo¡ª, pero la danza es m¨¢s compleja y, sobre todo, m¨¢s extenuante para el patinador, que tiene fuerza y una facilidad innata para las piruetas y para interpretar un personaje sobre los patines.

Tal vez por eso y porque el libre siempre le ha dado m¨¢s problemas que el corto, al madrile?o se le vio con menos confianza que el primer d¨ªa, donde firm¨® un programa espectacular, m¨¢s nervioso, y acab¨® ba?ado en sudor y con cara de susto. Luego reconoci¨® que antes de saltar a la pista ten¨ªa miedo de no repetir su ¨¦xito del a?o pasado.

Superada la prueba de los Europeos con la mejor nota posible, Fern¨¢ndez ya puede mirar hacia Sochi con toda la ambici¨®n y confianza del mundo. Se ha sentado en la ¨¦lite, algo fundamental en un deporte que depende en gran medida de la mirada subjetiva de los jueces, y ya puede considerarse un patinador veterano. Aunque solo tiene 22 a?os, ya sabe bien lo que es patinar bajo presi¨®n ol¨ªmpica ¡ªfue 14? en Vancouver¡ª y ha logrado hacerse un nombre que respetan los jueces.

Fern¨¢ndez solo tendr¨¢ que pulir peque?os detalles de cara a la gran cita ol¨ªmpica para plantar cara al canadiense Chan, campe¨®n del mundo, y al japon¨¦s Hanyu, con el que comparte entrenamientos, que son los grandes favoritos. Sin embargo, cuando el presentador le pregunt¨® qu¨¦ esperaba de la gran cita de Sochi, ¨¦l se mostr¨® precavido: ¡°No espero nada de los Juegos, salvo ir e intentar hacerlo lo mejor posible y conf¨ªo en que eso sirva para llegar al podio¡±.

Luego recogi¨® la diminuta medalla y escuch¨® el himno que le consagra. Para cuando todo hubo acabado, el Madrid hab¨ªa firmado una goleada espectacular.