El Villarreal vence con lo justo

En una versi¨®n rebajada, el Villarreal venci¨® con lo justo y a partir de un gol inicial a un digno Almer¨ªa, que no se descompuso en ning¨²n momento, que supo gestionar el temprano gol encajado y al que le falt¨® m¨¢s presencia y habilidad en el ataque para intentar al menos obtener un empate que diese validez a su aseada propuesta. Como un equipo grande, el Villarreal supo gestionar con oficio el resultado.

En el tablero de ajedrez de los t¨¦cnicos, Marcelino le gan¨® la partida a Francisco. Mejor¨® el Villarreal en el tramo final del partido con la entrada de Pina, Hern¨¢n P¨¦rez y sobre todo, Jonathan Pereira, que se fabric¨® un penalti que transform¨® Bruno y que apuntalaba una victoria que permite al Villarreal seguir en lo alto. Estar en Europa la temporada que viene es ya m¨¢s una realidad que una ilusi¨®n. La guerra del Almer¨ªa es otra, pero el conjunto de Francisco no desentona en Primera donde quiere seguir permaneciendo.

Tras la eliminaci¨®n en la Copa, Marcelino opt¨® por su mejor once a la espera de Cani, su formato original, la misma alineaci¨®n que gole¨® a la Real seis d¨ªas atr¨¢s en la Liga. Para frenar tanto supuesto caudal de f¨²tbol, Francisco opt¨® por fortalecer el centro del campo del campo del Almer¨ªa con tres medios centros. De poco le sirvi¨®. A los tres minutos de juego el Villarreal ya mandaba en el juego y en el marcador. Rob¨® Mario el esf¨¦rico, se lo pas¨® a Giovani y el mexicano asist¨ªa con un pase elevado a Uche. El nigeriano, con sangre fr¨ªa, baj¨® la pelota al suelo, se la acomod¨® a su pie derecho y la coloc¨® lejos del alcance de Esteban. El und¨¦cimo gol de Uche que forma una pareja letal junto a Giovani.

El Almer¨ªa se vio de pronto con el mismo escenario que una semana atr¨¢s en el nuevo San Mam¨¦s y ante un rival desatado y que domina las ¨¢reas. Malos augurios. Sin embargo, el conjunto andaluz se sostuvo en el encuentro sin perder la compostura y a partir de una buena organizaci¨®n y su denso centro del campo, cerrando los caminos al Villarreal, menos fluido de lo esperado, siendo Moi G¨®mez, el canterano de 19 a?os, el m¨¢s clarividente en el ataque amarillo con un muestrario de controles con ambos pies y cambios de ritmo que inquietaban a la zaga almeriense. Llegado el descanso, con apenas alg¨²n susto, el conjunto de Francisco segu¨ªa entero y vivo, aunque sin inquietar apenas la porter¨ªa de Asenjo.

Buscando algo m¨¢s de picante en el ataque, Francisco introdujo a Suso en el terreno de juego sin deshacer el trivote. Entend¨ªa el Almer¨ªa que sus opciones pasaban por mantener cercano el marcador y que el Villarreal no se encontrase. Lo consigui¨® en parte y le fue comiendo metros al equipo castellonense, inc¨®modo con lo que acontec¨ªa. Y cada vez resultaban m¨¢s frecuentes las llegadas del Almer¨ªa que comenz¨® a ver de cerca la cara de Asenjo, in¨¦dito en el primer acto. Y Marcelino opt¨® meter m¨²sculo en el centro del campo con la entrada de Pina quitando creatividad con la marcha de Trigueros. Y el control del partido era ya del Almer¨ªa cada vez m¨¢s presente en el ¨¢rea del Villarreal.

La entrada de Hern¨¢n P¨¦rez y sobre todo de Jonathan Pereira revitalizaron al equipo castellonense en el ataque. El menudo delantero gallego fue objeto del penalti que refrendaba una victoria trabajada con escasos artificios y lujos. El Villarreal posee muchas caras.