Espa?a sabe el camino

Con m¨¢s o menos vueltas, en primera o en coche escoba, por autopista o carreteras secundarias, Espa?a ya conoce de memoria el camino hacia la lucha por las medallas. Ser¨¢ este el cuarto torneo seguido en el que opte por colgarse un metal. Entonces, en el Mundial de Suecia, logr¨® el bronce; en el Europeo de Serbia, un a?o despu¨¦s, un cuarto puesto le dej¨® sin plaza en el caj¨®n y 2013 trajo la segunda estrella mundial en el pecho. Pocos premios, sin embargo, m¨¢s celebrados por los jugadores que el hecho de seguir estando. De poder alumbrar con ¨¦xitos un deporte a oscuras en su pa¨ªs.

¡°Faltaron los Juegos¡±, recuerdan Viran y V¨ªctor Tom¨¤s a¨²n sudados tras pasar el rodillo sobre Macedonia. En Londres, Francia les ape¨® en cuartos de la forma m¨¢s cruel: con un pol¨¦mico gol en el ¨²ltimo segundo. Espa?a podr¨¢ tomarse la revancha el viernes. Jugar¨¢n por un puesto en la final contra un equipo al que hasta hace nada apodaban como Les Experts. Sin ser aquella selecci¨®n imbatible, ha redoblado su apuesta con la mejor versi¨®n de Nikola Karabatic, liberado mentalmente del calvario que le supuso la implicaci¨®n en un caso de ama?o de partidos, pendiente a¨²n de resoluci¨®n judicial.

De camino a las semifinales, la campeona se inyect¨® una dosis de confianza frente a Macedonia, un rival inferior sobre el papel y, esta vez s¨ª, tambi¨¦n sobre el 40x20. Pese a que tardaron en darse cuenta que el anterior partido ante Austria ya hab¨ªa acabado, los de Cadenas se despojaron de los nervios a tiempo y el resto, en definitiva, fue un paseo. Porque la defensa aplic¨® esa contundencia que se la reclamaba, la que permite a Espa?a desplegar las alas y correr. Uno de cada tres goles, 11 de los 33, lleg¨® tras un contragolpe.

Participaron todos los extremos e incluso un pivote como Gede¨®n Guardiola se dio el lujo de culminar tres galopadas de lado a lado. Fue un paseo porque tambi¨¦n funcion¨® la porter¨ªa y opt¨® por Sierra, que en la previa hab¨ªa admitido no estar acostumbrado a tanto vaiv¨¦n supeditado a supuestas buenas rachas. Dispuso de 42 minutos y lo agradeci¨® con 12 paradas. Al paseo contribuy¨®, reconocieron los espa?oles despu¨¦s, que el m¨¢ximo goleador del torneo, su amigo Kiril Lazarov, fuese un mero espectador y no jugase un solo minuto, al parecer por un problema en el dedo.

Con el rumbo enderezado, Espa?a naveg¨® viento a favor y permiti¨® coger ox¨ªgeno a algunos jugadores clave, caso de Ca?ellas, aspirante a cum laude, de nuevo sobresaliente; evitar que las piernas de Aginagalde, tan necesarias, se cargasen. O que P¨¦rez de Vargas volviese a parar un penalti. Espa?a hab¨ªa vuelto a encontrar la senda correcta. Un camino, ya muy familiar.