La medalla del coraje

Nunca Espa?a tuvo tan cerca la final de un Europeo como este a?o. Pero lejos de venirse abajo, sac¨® fuerzas de donde no hab¨ªa para lograr la medalla de bronce m¨¢s corajuda. Luciendo sus mejores atributos. Al ritmo que marcaba su l¨ªder, Joan Ca?ellas. Ante la selecci¨®n que le arrebat¨® la misma medalla hace dos a?os, Espa?a demostr¨® que, ante todo, sabe competir.

Espa?a, arropada esta vez por la hinchada danesa, sin¨®nimo de respeto a los campeones del mundo en el pa¨ªs del balonmano, realiz¨® un partido muy serio. A partir siempre de la defensa 6:0 que lideran Viran y Guardiola. Una pareja que ante los rivales m¨¢s se crece hasta l¨ªmites insospechados. Solo as¨ª se puede entender el blocaje que le plant¨® Viran a Marko Kopjlar, 210 cent¨ªmetros en el aire. Advertencia de que no le iba a dejar pasar.

No fue hasta el minuto 19 cuando Espa?a consigui¨® abrir distancias (8-11). El ataque liderado por Ra¨²l Entrerr¨ªos y, claro est¨¢, Ca?ellas, consegu¨ªa abrir la defensa croata, un muro que tarde o temprano terminaba por resquebrajarse. Incluso los lanzamientos desde los siete metros, la lacra en la primera fase, terminaron por ser una bendici¨®n. Albert Rocas, V¨ªctor Tom¨¤s y Valero Rivera, los especialistas de la campeona del mundo, fallaban e instalaban el nerviosismo. No fue otro que Joan Ca?ellas quien asumi¨® la responsabilidad. Ya no hubo color. Solo concedi¨® dos fallos. Ante Croacia anot¨® cinco en la primera parte. En total, firm¨® ocho goles, lo que le a¨²pan como m¨¢ximo realizador del torneo.

Un premio que recibi¨® antes del encuentro, cuando todav¨ªa le faltaban dos goles para igualar los 44 del island¨¦s Sigurdsson. Una forma raqu¨ªtica de reconocer el excelso campeonato del central espa?ol, toda vez que se qued¨® fuera del siete ideal en detrimento de Duvnjak, su compa?ero en el Hamburgo, rival por el bronce, muy por debajo. Un equipo en el que se hizo un hueco Julen Aginagalde pese a no participar en cuatro partidos y que no incluy¨® a Nikola Karabatic, nombrado, eso s¨ª, mvp del torneo. En un intento por contentar a todos, la organizaci¨®n se luci¨® con un rid¨ªculo may¨²sculo.

Los tres goles de ventaja con los que se fue Espa?a al descanso (13-16) fueron r¨¢pidamente contrarrestados en la segunda parte tras una exclusi¨®n de Viran. Mientras Croacia limaba dos goles en el luminoso, los de Cadenas no consegu¨ªan sacar provecho de las dos superioridades por sendas exclusiones de Musa. Los fanstasmas de la semifinal ante Francia afloraban en el Boxen de Herning.

Omnipresente en semifinales, Croacia demostraba por qu¨¦ ha sido bronce ol¨ªmpico, mundial y europeo. Palo tras palo, consigue levantarse en el partido por el tercer y el cuarto puesto. Cada vez que Espa?a se iba en el marcador, recortaba las distancias. Mucha culpa la tuvo una rocosa defensa al l¨ªmite del reglamento. Un muro que trataba de desesperar a Julen Aginagade. Y se qued¨® en eso, en un intento. Nadie pod¨ªa frenar las acometidas del pivote espa?ol. Pese a todo, Espa?a no consegu¨ªa terminar de irse. Ca?ellas, un genio pero humano, fall¨® dos lanzamientos. Ra¨²l Entrerr¨ªos se atascaba con la br¨²jula, relevo que tom¨® Dani Sarmientoo, superlativo en este partido. Incluso apareci¨® la versi¨®n m¨¢s sosegada del volc¨¢n de Maqueda, que firm¨® cuatro goles cruciales.

Espa?a inici¨® los 10 ¨²ltimos minutos con dos goles de ventaja (23-25). Una parada de Sierra, que firm¨® 11 en total, y un gol de Aginagalde no fueron suficientes. La exclusi¨®n de Ra¨²l Entrerr¨ªos y una p¨¦rdida tonta volv¨ªan a meter a los croatas en el partido. Una gota malaya que no cesaba. Silbaba cada ataque croata la afici¨®n danesa. A falta de tres minutos, con uno arriba en el marcador (26-27) los ¨¢rbitros se?alaron pasivo al ataque espa?ol y en la siguiente jugada excluyeron a Ugalde en una falta cuando menos dudosa. Pero Ca?ellas, el m¨¢s listo del patio del colegio, devolvi¨® la jugada forzando la exclusi¨®n de su amigo Duvnjak. Y a 20 segundos marc¨® su ¨²nico gol en la segunda parte. El definitivo. Por eso en la ¨²ltima jugada cogi¨® el bal¨®n y lo bes¨®. Porque aquello val¨ªa un bronce.