A Messi le gusta ser ¡®10¡¯
El Barcelona golea al M¨¢laga (3-0) con un Leo excelso y un amplio repertorio de juego en un partido pl¨¢cido tras una semana convulsa por el cambio de presidencia en el club
Messi no tiene m¨¢s amigo que la pelota y su ¨²nico enemigo conocido es el portero, de manera que le da igual quien est¨¢ en el palco, le alcanza con saber el nombre del vicepresidente econ¨®mico y le preocupa relativamente el t¨¦cnico que se sienta en el banquillo, siempre que pongan a su disposici¨®n un plantel que le ayude a marcar goles, a ganar t¨ªtulos y a parecerse a Maradona. El azulgrana no parece interesado ni puede competir hoy con Cristiano, ya ganador en el Bal¨®n de Oro y candidato al pichichi, sino que quiere ser el 10por excelencia del Bar?a y de Argentina.
Alrededor de Messi, ¨²ltimamente m¨¢s jugador que goleador, asistente en dos de los tres goles, el Barcelona ofreci¨® un partido estupendo ante el M¨¢laga. El repertorio fue muy amplio y los goles cayeron de manera pausada, en el momento justo, cuando lo requer¨ªa un encuentro muy agradable, sorprendentemente disputado con menos gente que nunca en el estadio, como si la gent blaugrana prefiriera ser m¨¢s expectante que protagonista en unos momentos delicados institucionalmente despu¨¦s de la dimisi¨®n el jueves de Rosell y su sustituci¨®n por Bartomeu.
BARCELONA, 3 - M?LAGA, 0
Barcelona: Vald¨¦s; Alves, Piqu¨¦, Mascherano, Jordi Alba; Xavi (Sergi Roberto, m. 78), Busquets, Cesc; Alexis (Afellay, m. 87), Messi y Pedro (Tello, m. 62). No utilizados: Pinto; Bartra, Adriano y Dongou.
M¨¢laga: Willy Caballero; Angeleri, Sergio S¨¢nchez, Flavio, Antunes; Camacho, Tissone (Darder, m. 85); Juanmi, Pablo P¨¦rez (Morales, m. 66), Duda; y Roque Santa Cruz (Pawlowski, m. 25). No utilizados. Kameni; Portillo, Eliseu y Casado.
Goles: 1-0. M. 40. Piqu¨¦. 2-0. M. 55. Pedro. 3-0. M. 61. Alexis.
?rbitro: Clos G¨®mez. Mostr¨® tarjeta amarilla a Pablo P¨¦rez, Duda, Piqu¨¦ y Flavio.
Camp Nou. 56.355 espectadores. Se rindi¨® un homenaje a Xavi, que ya suma 703 partidos con el Barcelona.
A juego con la jornada, el partido se decant¨® a favor del Bar?a despu¨¦s de un gol de Piqu¨¦, un jugador que precisamente ha expresado su intenci¨®n de ser presidente del Barcelona. Messi apareci¨® despu¨¦s para conectar con Pedro y cerrar el encuentro de la misma manera que en la Copa habilit¨® a Tello. Menos preciso y voraz, m¨¢s inteligente, nada obsesivo, el 10 se reivindica ahora con inteligencia desde el puesto de enganche, como si se dosificara en funci¨®n de las necesidades del choque, hilo conductor de la historia reciente del Barcelona.
Ning¨²n futbolista pareci¨® afectado en la cancha por el movimiento del palco. Aceler¨® de salida del Bar?a, intenso en la presi¨®n y r¨¢pido cuando combinaba, muy puesto, solo remol¨®n en el momento de enfocar a Willy Caballero. No le qued¨® m¨¢s remedio al M¨¢laga que recurrir a las faltas t¨¢cticas porque siempre llegaba un segundo tarde a la jugada, conced¨ªa un palmo de m¨¢s, muy exigido en defensa, hasta cierto punto afortunado, sobre todo en un tiro al palo de Alexis. El chileno no emboc¨® una jugada de manual de Xavi, homenaje por su reciente partido 700.
Los protagonistas de salida fueron, sin embargo, los laterales, sobre todo Jordi Alba, un correcaminos, y Alves, incapaz de rematar ante el guardameta rival, permeable en la defensa de su parcela. La jugada la protagoniz¨® de todas maneras Pedro. Habilitado por Cesc, el tinerfe?o iba a engatillar a porter¨ªa, vencido medio M¨¢laga, boquiabierta la afici¨®n, pendiente el Camp Nou, cuando se resbal¨® sin que nadie le tosiera en el ¨¢rea del M¨¢laga. No afinaba al Bar?a en el ¨²ltimo toque. As¨ª que hab¨ªa que tener paciencia. Y hasta Messi ha aprendido a esperar.
Aguantado por su excelente portero, el M¨¢laga tambi¨¦n aguardaba una jugada de estrategia para batir a Vald¨¦s. La zurda de Duda aparec¨ªa de vez en cuando, normalmente despu¨¦s de cada tres o cuatro llegadas del Barcelona, muy bien estirado por Alexis y por el contrario penalizado por la falta de finura. No siempre encontraba la l¨ªnea de pase, la profundidad acababa en la l¨ªnea de fondo y cada vez que se ganaba una ocasi¨®n no acertaba en el disparo o interven¨ªa el espl¨¦ndido Willy Caballero, sost¨¦n de un equipo muy vigilante con las p¨¦rdidas de bal¨®n del Bar?a.
El argentino parece m¨¢s interesado en equilibrar a su equipo que en desequilibrar a su adversario
El gol lleg¨® de manera insospechada si se atiende al discurso del partido y recurrente si se toma en cuenta la trayectoria ¨²ltimamente del Barcelona. Al sexto c¨®rner en contra se venci¨® el M¨¢laga: botado por Xavi y peinado por Alexis, que se estir¨® hasta asomar como un gigante, el saque de esquina lleg¨® al pecho de Piqu¨¦, m¨¢s solo que la una, solemne en el control y la pegada. Un cl¨¢sico en el manual del Bar?a. Ausentes Neymar e Iniesta, all¨¢ donde no llegan Messi, Cesc, Pedro o Alexis, aparece Piqu¨¦, poderoso ante los porteros, a veces central y en otras ariete.
Piqu¨¦ remat¨® a la madera un nuevo saque de esquina nada m¨¢s regresar del descanso, despu¨¦s de un escorzo precioso del omnipresente Alba, antes de que Pedro marcara el segundo gol con un disparo raso de rosca, ajustado al palo izquierdo de Caballero, un punto final precioso al pase de Messi. Ya entrado en juego, el 10 fue de nuevo decisivo en el 3-0, remachado por Alexis despu¨¦s del pase de Pedro, atado a Messi. Leo se va poniendo en forma, juega m¨¢s en equipo y parece m¨¢s interesado en equilibrar a su equipo que en desequilibrar al adversario.
A la figura solo le falt¨® el gol para redondear una noche tan c¨®moda que hasta hubo tiempo para que reapareciera Afellay. Aunque ha cambiado de presidente, el Bar?a sigue l¨ªder de la Liga. Y van 59 jornadas seguidas. Una noticia sorprendente si se atiende a los cambios en la directiva y en el banquillo y hasta cierto punto comprensible cuando se cuenta con un muy buen equipo liderado por Messi.
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